Capitulo 14: Azar

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El resto de los días fue aún peor. Tenían el corazón destrozado. Amanda apareció el lunes con los ojos rojos y ojeras, se notaba  que había llorado. Simón sintió que Él era el culpable, otra vez...

Él tampoco había dormido mucho,  el fin de semana fue de pesca al lago con su  familia, pero el silencio fue caótico ya que sus pensamientos, sus palabras y todo lo que giraba en su cabeza lo aturdían mas... Todo estaba colapsando su sistema, Amanda, más las pesadillas lo ponían al borde de la demencia; tenia un dolor indescriptible acompañado de un humor insoportable.

Sus amigos lo notaron extraño, más que de costumbre, pero nadie se atrevía a preguntarle nada;por eso se acercaron a su mesa y le dijeron: -Ey bro..!!, esta noche a las 21 horas vamos al bar de TITO, ese que esta en la esquina, es el cumple de Alejandro.Vamos por una cervezas y una "mininas, chico!!". decían entre risas.

Simón no estaba con ganas, pero debía cambiar, revertir esa situación, volver a su normalidad, a tomar las riendas de su vida; desde que había aparecido Amanda en su mente y en su corazón ya no era el mismo, había perdido su rumbo, su camino ya planeado para el resto de su vida. "la soledad" seria su compañera, debía convencerse de nuevo en ser quien era.

-Está bien, vamos!!- dijo chocando el puño con Dante

-joya!!, tengo una chica que te quiero presentar

-Además van las chicas de la facultad de Alejandro.

-Vamos a pasarla genial!! 

-Mañana vamos a llegar locos a la escuela.- dijo Alan.

-si es que llegamos- agrego Matías. Mientras todos reían de sus chistes.

Simón era consiente de que Amanda había escuchado todo, "mejor" pensó "que no se haga ilusiones"," yo sigo siendo el hijo de putas de siempre y ella merece alguien mejor".

El profesor llegó y todos tomaron su lugar.

Buenos días chicos- dijo apoyando su maletín sobre el escritorio- el sábado como ya saben es la fiesta de egresados y me pidió María que hagamos el sorteo para entrar en parejas a la celebración.

María paso al frente y comenzaron a salir papelitos formando las parejas. Cada vez que se nombraba una pareja entre ellos chocaban las manos en otra oportunidad, se abrazaban, se sacaban la lengua o se agarraban la cabeza, divirtiéndose...

Llego el turno de Amanda - y su acompañante es...- dijo María sacando otro papelito doblado..- Simón- dijo señalándolo con el dedo. y siguió sacando otros papelitos. Nadie se dio cuenta, pero ellos ni se miraron

Amanda quedo helada" ¿era enserio?, ¡¡que desastre!!" se puso a pensar en un santiamén a quien podía cambiárselo, como si  su  compañero fuera un objeto a vender; "seguro que cualquier chica querría hacer pareja con Él . Sus amigas babean al verlo. "Era pan comido".

Simón lo disfruto un poco, su lado egoísta salió a flote, le encanto que así sea, hasta soltó una sonrisa de satisfacción, de incredulidad; no podía ser que el destino estaba haciendo de las suyas. Y le encantaba, serian la pareja perfecta. "si no es mía, entonces de nadie" , pensó victorioso. Su humor cambio drásticamente, ahora volvía a sonreír.

 Lo asombroso fue que ninguno de sus amigas quiso cambiar de pareja, bueno, de sus tres amigas mas allegadas, todas estaban felices con quienes les había tocado y ella se resigno, no podía hacer mucho espamento o seria caratulada como una chiquilina o además se darían cuenta que algo más le pasaba y que Él había sido el culpable de sus lagrimas ese fin de semana.

Por la noche, ese martes. Simón estaba en la barra, apoyado tomando una cerveza, era su bebida favorita, solo TITO podía abrir un martes para festejar un cumpleaños. Las mujeres estaban desprovistas de casi todas sus prendas, ya hacia calor. "¿pero era que no tenían un poco de dignidad?" , se les veía el principio de sus traseros con esos shores o polleras, tan cortos. Nada para descubrir, todo a la vista. A este ya lo aburría la ligereza de esas mujeres, no había nada de interesante en ellas. Su cabeza estaba en otra parte, con ella, "¿en donde estará? ¿Qué estará haciendo? ¿estará bien?. ""La extraño" meditaba... y eso que ni siquiera la había besado ni una vez, a excepción de aquel pico que fue muy poco para esta sed que ahora se despertaba. Entonces se le ocurrió que tal vez era un capricho, que si la besaba, luego se aburriría de ella, seguro no sabia ni besar.Rememorando, solo la había visto una vez con alguien y Él se encargo de frustrar su encuentro, pensó mientras reía internamente; de repente como un viento helado llego la antítesis de sus pensamientos "pero seguro había estado con alguien mas, Él nunca le presto atención, es hermosa, preciosa...seguro estuvo con algún hijo de p... , mal nacido, que la había besado y tal vez...tenido, probado, amado... ah!!! grito ofuscado en su interior, solo pensarlo, lo ponía echo una furia.

 Los brazos de Martina rodearon su cuello y un  beso planto en sus labios. Simón sintiéndose incomodo la alejo suavemente pero...¿es que no entendía? Él ya o quería saber nada con ella, ni con otra, con nadie, solo había un lugar y estaba ocupado.

-¿Que haces?

-Te beso bombón

-No quiero que vuelvas a hacerlo, ya no...Ya no quiero más nada con vos, lo que teníamos se termina acá..

Martina le saco la lengua y se fue sonriendo, sus palabras no le afectaron en lo más mínimo..¡estaba loca, definitivamente!.

 Amanda no fue invitada al cumpleaños, no era amiga de Alejandro, pero tampoco le gustaban muchos las fiestas, prefería quedarse en su casa leyendo un buen libro, mientras escuchaba música en su computadora. Aunque particularmente esa noche no lograba concentrarse; acostada en su cama, con el libro en las manos, imaginaba a Simón en la fiesta con otra mujer, riendo, tomando, feliz..."¿Cómo podía ser tan lindo en algunos momentos y tan soberbio, orgulloso, engreído y arrogante en otros?".

Conciliar su sueño no fue tan fácil.

Simón ya no quiso estar más en la fiesta, la verdad es que se aburría, su alma no estaba allí, lo  que antes lo llenaba, ahora no!.

Y aunque las chicas de la facultad lo instaban a bailar, mientras otras le pedían un beso, Él no quiso saber nada. Sus amigos lo cargaban "¿para que lado vas??.. si no la besas a ella dame uno a mi" gritaban a carcajadas. Lo que hacia sonreír a Simón, aunque a veces los ignoraba y otras solo levantaba el dedo del medio.

Dos horas después de haber llegado al bar, se fue. No sin antes pasar lentamente por la casa de Amanda, todas las luces estaban apagadas excepto la de su habitación que tenia un reflejo leve, perfecto para dormir.

Simón moría por bajar, llamarla, abrazarla sin soltarla un momento. La quería, de eso no tenia ninguna duda.

Y QUÉ...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora