Capitulo 15: sombras.

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"A veces de noche, enciendo la luz, para no ver mi propia oscuridad". Voces. Antonio Porchia.

"  La luz se apago y la oscuridad empezó de nuevo...hacia  frio, mucho frio y tenia mucho hambre, ya no recordaba cuando había sido la ultima vez que comió, aunque sea un trozo de pan duro. Se levanto del suelo el cual estaba cubierto con cartón a modo de colchón y los diarios que hacían las veces de frazada. Miro a su costado con su carita sucia y solo se veía pasar autos por la calle. A su lado una niña, unos años mas grande que Él, casi pegada a su cuerpo dormía acurrucada y aunque su pelo estaba enmarañado y sucio se veía hermosa bajo la luna. Él la miró y sonrió, le acaricio la mejilla y siguió contemplándola con predilección. Rompiendo ese momento de tranquilidad llego rugiendo un auto destartalado con un vidrio partido, abollones por doquier y la luz del faro derecho destrozado. Sabia que era su padre , pues llegaba con la tempestad de el mismísimo diablo. Este un hombre robusto, con brazos anchos y grandes llenos de tatuajes, traía con sigo unos ojos llenos de ira y una cara golpeada, un ojo morado y un labrio recién partido. A paso apresurado y nervioso se acerco a ellos, tiro su cigarrillo a medias, todavía humeando y tomo bruscamente del brazo a la niña que dormía serenamente y la llevo arrastrándola hasta otro auto que había estacionado atrás del auto de su padre. En su despertar sobresaltada, y sin entendimiento, la niña comenzó a gritar desesperadamente rasguñando el suelo por donde su cuerpo arrastraba lastimándola, en arrebatos desesperados, tendía su mano para que su hermano la ayude, peleaba contra esas sucias y fuertes manos que la estrujaban, llorando con desesperación, llorando con su alma. Ella sabia lo que significaba ese arrebato, a donde la llevaban , que harían con ella a sus tan tempranos 12 años...sus vidas se multiplicarían en una eterno infierno.

Él pequeño Simón salió de su trance de perplejidad , tan pequeño, tan demacrado y fue corriendo a buscarla para quitarla de esas garras , corrió con todas sus fuerzas, sabiendo del monstruo con que se enfrentaba, y cuando logro agarrarla y a pegarle a su maldito y asqueroso padre, este se dio la vuelta y enojado le dio una gran trompada que lo dejo inconsciente , sangrando ahí en la vereda, perdiendo el conocimiento."

Gritos desgarradores salieron quemando su garganta, su rostro empapado en un llanto atroz, sus pesadillas, no lo dejaban en paz.

Su madre consternada llego y encendió la luz de su habitación corriendo, llegando hasta su cuerpo al que abrazo con todas sus fuerzas, aunque este estaba sudado por esos malos recuerdos que Vivian en su mente y lentamente lograban destruirlo y llevarlo a ese lugar oscuro que lo obligaba a recordar de donde venia.

 Lloraron juntos así abrazados, hasta que Simón pudo calmarse y se fue a bañar. Si nunca había recurrido a sustancias para calmar sus calamidades solamente lo hacia por Ana y Adolfo. No eran ni las 6 de la mañana pero ya se levanto, sabia que no iba a poder volver a dormir.

Mientras tanto Ana, le fue a prepara un café , ella seguía llorando, angustiada. Lo había podido rescatar gracias a su oficio de abogada, lo que había logrado era apurar tramites y tenerlo lo mas rápido posible, pero lo que no podía, era rescatarlo de esas pesadillas. Su corazón se rompía al recordar aquella vez donde la llamaron para darle el caso y ponerlo en un instituto de adopción.

*"Lo fue a ver al hospital por primera vez, a penas recibió el caso, el pequeño solo tenia 12años, un enorme golpe en la cabeza que de seguro dejaría una cicatriz  y que era el causante de quedar inconsciente durante dos largos días y aún seguía sin responder adecuadamente, caños por doquier , maquinas controlando el pulso, suero y todo lo necesario para poder estabilizarlo, desde ese día no habría descansado hasta verlo recuperado.

Lo primero que hizo fue consultar con su marido. Ya tenían un niño, que había sido fruto del amor pero también de muchos tratamientos. Querían darle un hermanito o hermanita pero pasar por todos esos tratamientos dolorosos y costosos era algo en lo que no querían pensar y ella se enamoro de ese niño que le producía una profunda ternura. Pero tener este niño iba más allá de sus  necesidades o intereses personales. Ellos ahora lo quería ayudar, quitarlo de ese lugar que vea que la vida era de otra  manera diferente.

No dejo de ir ni un día al hospital, ni ella ni su marido que  apenas lo vio, ni lo pensó, ya estaba decidido, su mujer era todo para ÉL y ella quería tanto ayudar a este niño; que complacidos y felices lo recibirían y cuidarían. Finalmente lo llevaron  a su hogar y aunque todo parecía bien... siempre se encontraban encajados en un trance permanente. Y era que a Simón le dolía mucho el despegue de su hermana, más que el hambre, el frio o los maltratos... y eso no lo podía olvidar.*"

Después de desayunar, necesitaba quitar todos esos recuerdos que inundaban sus pensamientos cada día.

Con ayudada había buscado a su hermana, ya hacia casi un año atrás, es así como había ido a ese horrible lugar que tantos malos recuerdos le traía y pregunto por ella pero la gente, no era la misma a la que poco recordaba y tuvo que irse sin respuesta lo mas rápido que pudo ya que las miradas de aquellos sujetos le decían que corra por su vida.

Esa semana después de ir a ese lugar tuvo muchas pesadillas. constantemente, fuertes, feas, inentendibles, indescriptibles tanto que lo dejaban sin aliento.

Estaba tremendamente agradecido con esos dos ángeles que aparecieron en su vida al que el llamaba mamá y papá, agradecido de que lo hayan rescatado, sino valla a saber que seria hoy de su vida.

 Era sábado y era su fiesta de egresados, no tenia ni ganas de ir, su cabeza le dolía y no dejaba de pensar y estar melancólico y aunque su hermano lo quiso acompañar a correr para ayudarlo a despejarse, Él quiso salir solo. El aire le hacia bien, corrió hasta llegar a una laguna cerca de su campo y paso todo el día sentado, llorando, reponiéndose.

Si no fuera porque iba a encontrarse a Amanda esa noche, estaba seguro que no iría, ¿Qué le pasaba con esa chica?¿que tenia que lo sacaba de sus horribles pensamientos y lo llevaba a sacar una sonrisa?. Era como una luz en la oscuridad, su propia luminiscencia. Pero tenia miedo, sabia que la iba a lastimar, que no tenia nada para dar, su historia lo definía una y otra vez y no la iba a hundir a ella también, que era como una flor, como ángel, bella, tierna, inefable, un ser puro que creía ciegamente en el amor, en un amor "sempiterno", eso lo volvía mas loco aún, lo llenaba de ternura en alguna parte de su corazón que no hacia mucho había descubierto que tenia, después de ese pequeño roses de labios aquel día en la escuela, algo empezó a brillar en Él con luz propia.

Sabia que la quería, de eso no había dudas, como tampoco las había cuando pensaba que la debía cuidar, ella merecía a alguien mejor, menos jodido que le de un amor sin manchas , ni oscuridad, Él solo podía ofrecer un momento efímero .

Así paso su tarde y luego volvió a su casa para cambiarse mientras recordaba que uno de los recreos en la semana, paso muy cerca de Amanda, la tomo por la cintura y en su oído le dijo suavemente- A las 21 paso por vos, nena!. Nos vemos!- y siguió por su camino dejándola pasmada, plantada en su lugar sintiendo su perfume y su aliento recorriendo la nuca; sus amigas quedaron con la boca abierta y la miraron incrédulamente. Ella trato de no sonreír, ni desmayar, ni mirarlo bobaliconamente sino, solo mordió su labio y se puso roja como un tomate, simulo que su acercamiento la molesto, cuando en realidad le fascino. Si no fuera por todos los que estaban ahí, y por ese lugar que debían respetar, le hubiera comido la boca a besos.

Simón al ver su reacción y su congoja, le guiño su ojo y salió triunfante con media sonrisa. satisfecho. Le importo una mierda quien lo viera, que le dijeran o que pensaran los demás. Estaba loco por ella y amaba ponerla colorada, amaba sus reacciones, sus expresiones y ese olorcito a cereza que parecía ser propio de ese cuerpo. Cada vez podía resistirse menos y a veces no podía escuchar a su razón, cada vez quería mas de ella... a cualquier precio..





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