ORACION EN MEDIO DE LA ANCIEDAD II

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Júzgame, oh Dios, y defiende mi causa;Líbrame de gente impía, y del hombre engañoso e inicuo. Pues que tú eres el Dios de mi fortaleza, ¿por qué me has desechado?¿Por qué andaré enlutado por la opresión del enemigo? Envía tu luz y tu verdad; éstas me guiarán;Me conducirán a tu santo monte,Y a tus moradas. Entraré al altar de Dios,Al Dios de mi alegría y de mi gozo;Y te alabaré con arpa, oh Dios, Dios mío. ¿Por qué te abates, oh alma mía,Y por qué te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle,Salvación mía y Dios mío.
Salmos 43:1-5

En Dios solamente está acallada mi alma;De él viene mi salvación. El solamente es mi roca y mi salvación; Es mi refugio, no resbalaré mucho
¿Hasta cuándo maquinaréis contra un hombre,Tratando todos vosotros de aplastarle Como pared desplomada y como cerca derribada? Solamente consultan para arrojarle de su grandeza.Aman la mentira;Con su boca bendicen, pero maldicen en su corazón. Selah
Alma mía, en Dios solamente reposa,Porque de él es mi esperanza. El solamente es mi roca y mi salvación.Es mi refugio, no resbalaré. En Dios está mi salvación y mi gloria;En Dios está mi roca fuerte, y mi refugio. Esperad en él en todo tiempo, oh pueblos;Derramad delante de él vuestro corazón;Dios es nuestro refugio. Selah
Por cierto, vanidad son los hijos de los hombres, mentira los hijos de varón;Pesándolos a todos igualmente en la balanza,Serán menos que nada. No confiéis en la violencia,Ni en la rapiña; no os envanezcáis;Si se aumentan las riquezas, no pongáis el corazón en ellas. Una vez habló Dios;Dos veces he oído esto:Que de Dios es el poder, Y tuya, oh Señor, es la misericordia;Porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.
Salmos 62:1-12

Jehová, a ti he clamado; apresúrate a mí;Escucha mi voz cuando te invocare. Suba mi oración delante de ti como el incienso,El don de mis manos como la ofrenda de la tarde. Pon guarda a mi boca, oh Jehová;Guarda la puerta de mis labios. No dejes que se incline mi corazón a cosa mala,A hacer obras impías Con los que hacen iniquidad;Y no coma yo de sus deleites. Que el justo me castigue, será un favor,Y que me reprenda será un excelente bálsamo Que no me herirá la cabeza;Pero mi oración será continuamente contra las maldades de aquéllos. Serán despeñados sus jueces,Y oirán mis palabras, que son verdaderas. Como quien hiende y rompe la tierra,Son esparcidos nuestros huesos a la boca del Seol. Por tanto, a ti, oh Jehová, Señor, miran mis ojos;En ti he confiado; no desampares mi alma. Guárdame de los lazos que me han tendido,Y de las trampas de los que hacen iniquidad. Caigan los impíos a una en sus redes,Mientras yo pasaré adelante.
Salmos 141:1-10

A ti alcé mis ojos,A ti que habitas en los cielos. He aquí, como los ojos de los siervos miran a la mano de sus señores,Y como los ojos de la sierva a la mano de su señora,Así nuestros ojos miran a Jehová nuestro Dios,Hasta que tenga misericordia de nosotros. Ten misericordia de nosotros, oh Jehová, ten misericordia de nosotros,Porque estamos muy hastiados de menosprecio. Hastiada está nuestra alma Del escarnio de los que están en holgura,Y del menosprecio de los soberbios.
Salmos 123:1-4

Alzaré asimismo mis manos a tus mandamientos que amé,Y meditaré en tus estatutos.
Acuérdate de la palabra dada a tu siervo,En la cual me has hecho esperar. Ella es mi consuelo en mi aflicción,Porque tu dicho me ha vivificado. Los soberbios se burlaron mucho de mí,Mas no me he apartado de tu ley. Me acordé, oh Jehová, de tus juicios antiguos,Y me consolé. Horror se apoderó de mí a causa de los inicuos Que dejan tu ley. Cánticos fueron para mí tus estatutos En la casa en donde fui extranjero. Me acordé en la noche de tu nombre, oh Jehová,Y guardé tu ley. Estas bendiciones tuve Porque guardé tus mandamientos.
Mi porción es Jehová;He dicho que guardaré tus palabras. Tu presencia supliqué de todo corazón;Ten misericordia de mí según tu palabra.
Salmos 119:48-58

Tus manos me hicieron y me formaron;Hazme entender, y aprenderé tus mandamientos. Los que te temen me verán, y se alegrarán,Porque en tu palabra he esperado. Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos,Y que conforme a tu fidelidad me afligiste. Sea ahora tu misericordia para consolarme,Conforme a lo que has dicho a tu siervo. Vengan a mí tus misericordias, para que viva,Porque tu ley es mi delicia. Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado;Pero yo meditaré en tus mandamientos. Vuélvanse a mí los que te temen Y conocen tus testimonios. Sea mi corazón íntegro en tus estatutos,Para que no sea yo avergonzado.
Salmos 119:73-80

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