Dieciséis: decisión

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Me dirijo hacia la sala médica a visitar a milk y a kakaroto. Durante el camino no puedo dejar de pensar en lo que sucedió anoche. Aun no consigo creer que realmente vegeta me besó, que luego yo lo besé y después que hayamos hecho el amor. Cuando llegué a este planeta nunca se me pasó por la mente que vegeta seria con quien perdería mi virginidad. Es tan irónico pero a la vez predecible. Aunque en un principio un inexpresable dolor me penetró, luego la sensación de una desconocida gratificación me envolvió por completo y todo lo demás perdió la noción. Fue increíble y aun la emoción de ello me precede. Verdaderamente no me arrepiento de nada, al contrario me alegra haberlo retado a matarme, sino fuera por ello en este momento aun no nos hablaríamos.

En este momento no quiero deliberar lo que sucederá entre nosotros después de esto, no quiero pensar ni alarmarme. Yo sé de sobremanera lo que siento por vegeta y ahora no especularé sobre sus sentimientos al respecto. Quiero disfrutar de él sin preocupaciones, por primera vez luego de tantos años quiero disfrutar mi vida y planeo hacerlo junto a vegeta.

Sin darme cuenta ya estoy dentro de la sala médica. Camino hacia el cuarto donde se hospedan mis amigos pero no los encuentro. Me acerco a un medico, desafortunadamente el mismo hombre malhumorado de ayer. -disculpe ¿han cambiado de habitación a los pacientes de la sala 12?- le pregunto lo mas amable posible.

-los pacientes no fueron trasladados- dicta serio manteniendo su vista en una libreta. -estaban en perfectas condiciones y no había razones para mantenerlos aquí- sin mas palabras me deja de lado y continua su recorrido. ¡Que molesto! No me estanco y apresuradamente me retiro de la sala médica. Lo más probable es que se encuentren en su cuarto así que allí iré. ¿Ya le dieron de alta? ¿Tan rápido? En unos cuantos minutos, tras haber caminado por los pasillos finalmente llego al cuarto. Golpeo unas tres veces y espero impaciente a que me atiendan. Segundos después la puerta se abre.

-¡bulma!- exclama sorprendido y alegre mi amigo.

-¡hola kakaroto!- lo saludo sonriente.

-pasa, no te quedes allí- me invita simpático abriendo aun mas la puerta. Ingreso a la habitación y noto que mi amiga no está. -¡milk, bulma vino a visitarnos!- anuncia en un grito hacia un cuarto. Espero ansiosa a que se aparezca y como lo imaginaba no tarda en ello.

-¡bulma!- me nombra jubilosa al verme. Sin dudarlo me arrimo a ella y la abrazo.

-¡milk! Estas...bien- afirmo con cierta perplejidad de que sea así. Me alejo un poco de ella y observándolos a ambos pregunto: -¿pero como es que se sanaron tan rápido?- es algo tonto preguntarlo ya que milk no sufrió ningún daño físico pero kakaroto estaba en un estado difícil de recuperarse.

-es normal que luego de haber estado tan lastimado kakaroto se recupere con rapidez y yo no tuve heridas de ningún tipo por lo que no era necesario atención medica- cierto, los saiayin tienen la capacidad de recobrar sus fuerzas y aumentarlas luego de una critica situación, como estar al borde de perder la vida.

-si pero a milk le recomendaron quedarse unos días mas pero ella se negó- lo dice acusador acercándose a nosotras. Me río con su comentario, es algo común de milk.

-eso no importa y dime ¿ha pasado algo interesante?- pregunta inocentemente milk, sin imaginarse la respuesta que le podría dar ante esa sencilla pregunta. Siento pena de no poder decirle lo que sucedió, ella es mi amiga y nunca nos hemos guardado secretos.

-no nada interesante- lo digo un tanto nerviosa. -pero díganme ¿Cómo están ustedes?- cambio de tema tomando asiento. Mis amigos me imitan y se sientan frente de mí.

-yo me encuentro perfectamente bien- afirma optimista y radiante.

-¿y tu kakaroto? ¿No has sentido ningún dolor en el pecho o algo parecido?- cuestiono de inmediato recordando su enfermedad.

Eterno Lazo...bulma &vegetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora