Eterno Lazo...bulma &vegeta

Treintidos

Kakaroto no ha regresado y ya ha pasado demasiado tiempo. ¿Le habrá ocurrido algo? Me pregunto alterada ante el desconocido presente de mi amado. No he sentido hasta el momento malestar o dolor, ninguna premonición que me derive a una conclusión.

Impacientada meneo lentamente a nuestro hijo. Duerme plácido entre mis brazos, inconciente del escenario que yace detrás de esas paredes. Suspiro angustiada. -kakaroto, por favor regresa- ruego en voz baja. Inclino mi mirada y me topo con una tenue sonrisa delineada en el rostro de Gohan. Lo imito inconcientemente. -lo hará Gohan, regresará con nosotros- afirmo convencida tomando asiento por undécima vez.

¿Dónde estará broly? Desde que buscó a vegeta para luchar no ha aparecido. Tenemos considerables bajas, muchos de nuestros soldados han caído muertos y otros tantos están heridos. La fórmula hasta ahora no ha perdido el efecto pero no tardará en hacerlo. Nos queda poco tiempo. Excepto a broly que es aun más fuerte y duradero su extracto.

Espero que haya acabado con vegeta, sino todos nuestros esfuerzos fueron en vano.

No puedo creerlo. Vegeta realmente tomó la capsula.

Esperamos por un eterno minuto un cambio fulminante, pero la espera es vana. No se produce cambio alguno.

-maldita sea ¡no sirve!- se lamenta enfurecido vegeta. Retrocedemos un paso.

-vegeta...- intenta calmarlo kakaroto pero lo detengo. Lo invito a observar sus heridas. Él mismo se da cuenta de ello y vislumbra atónito como paulatinamente cada fisura y magulladura esbozada en su cuerpo desaparecen como un simple tinte en agua.

-increíble- emito sin aun poder creerlo. Kakaroto y yo quedamos pasmados ante la vigorosa visión que presenta nuestro rey, que al igual que nosotros, se encuentra maravillado por el inesperado resultado.

Abro y cierro mis puños corroborando lo que percibo. No siento dolor en tal acción. La mirada continúa con mis brazos, tórax y piernas. Cada parte de mi organismo se halla cicatrizado y sin rastro de ello. No hay punzadas al respirar ni duele el movimiento de los músculos. Realmente estoy sanado.

-¡funcionó la capsula que inventó Bulma!- afirma alegre kakaroto en un grito, dando un pequeño salto.

-¡kakaroto!- lo silencia raditz recordándole que nos escondemos de broly.

Por mi parte reservo las palabras. No consigo aceptar esta nueva perspectiva, es extraordinariamente imposible. Por supuesto, todo lo relacionado con ella es imposible. Único en realidad.

Entonces la memoria me recuerda la urgencia de terminar esto en cuanto antes. Bulma me necesita, lo presiento.

-raditz, kakaroto- escuchamos a vegeta con la rejuvenecida voz decisiva. Nos acercamos de inmediato y detenemos frente suyo, listos para nuevas órdenes.

-¿Qué haremos?- pregunta kakaroto inquisitivo.

-regresen a los campos de batalla, ayuden a nuestros soldados heridos y protejan el palacio- no nos pide luchar ni aniquilar a los hombres de broly.

-vegeta...- intento objetar, aun quiero luchar.

-deben preservar el palacio y todos los individuos dentro de él- me recuerda las vidas que están en juego. Me maldigo ¿Cómo pude olvidar a Nara?

-¿podrás con broly tu solo?- interroga kakaroto inseguro.

-¡por supuesto!- responde convencido vegeta, con cierto tono de enojo por la duda.

No cuestionamos más ni perdemos el tiempo. Sin últimas palabras nos separamos y cada uno se dirige hacia el destino que nos depara hoy.

Busco en cada posible escondite. Han transcurrido varios minutos y aun no los encuentro, ni siquiera siento sus Ki. Para empeorar la situación dispongo de poco tiempo. El efecto de la formula no durará mucho mas.