Capítulo 36

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–Chicos, el doctor ya llegó
Mi mamá interrumpió dejando entrar al pediatra de Swan; quien nos saludó e inmediatamente se acercó a Swan y verificó su temperatura ya que Lou le había puesto su termómetro minutos antes.
– ¿Cuánto tenía de temperatura antes de que lo pusieran aquí?
–Treinta y nueve – le dije segura – desde las ocho de la noche que salimos e urgencias tiene esa temperatura.
–La inyección y medicamentos han hecho que empeore – aseguró Lou – mi hijo está sufriendo mucho.
El doctor nos miró y corroboró la temperatura de Swan – Ahora ha bajado a 37, el bebé está mejorando notablemente; pero vamos a tenerlo en observación por la hora que esté yo aquí. Hay que sacarlo de ahí y pónganle ropa ligera para revisarlo.
Cuando mi mamá y yo fuimos a cambiarlo Swan empezó a toser muy fuerte, su cuerpo se descontrolaba tanto ante la fuerza de su tos que notábamos como su tórax se contraía e hinchaba.
– ¡Doctor! ¡Doctor! No sé qué le pasa a mi nieto – gritó mi mamá haciendo que todos vengan a la habitación de mi bebé.
–Mi amor, vas a estar bien. Respira bebé, respira.
Swan tosía mucho y me miró con ojos llorosos cuando creí que paró.
–Oh no, Swan tranquilo. Hey mírame. – sabía que iba a vomitar intenté cargarlo y llevarlo al baño pero así todo desnudito vomitó en su cama.
–Mierda, ¿Qué le pasa a mi hijo doctor? – dijo Louis asustado, se acercó a nosotros.
–No llores bebé – dijo Louis quien le acarició la espalda – está todo bien.
Pero no estuvo bien, Swan empezó a temblar de vergüenza, susto que de lo que le estaba pasando y se hizo pis ahí mismo. No paraba de llorar. – Ami, me shento mal.
–Déjenme revisarlo; tengo sospechas de que está sufriendo una Tos convulsiva; y como veo el virus recién está empezando a producirle malestares.
– ¿Se va a poner bien? – preguntó Susan.
–No sé, está enfermedad es poco predecible; les explico, esta enfermedad produce una tos que se presenta en ataques y persiste por muchas semanas. Como es tan fuerte, puede producir vómitos, apneas, dificultad para alimentarse y respirar, y pequeñas hemorragias en los ojos, lo que la hace muy peligrosa en niños de tan corta edad como Swan. No sabemos si sus convulsiones al toser produzcan graves problemas respiratorios o puede que el bebé no pueda alimentarse debido a ésta.
–Y mi hijo presenta esos síntomas – aseguró un Lou temeroso – Dios, ¿qué hacemos? ¿Lo internamos?
–Hijo todo va a estar bien – le dijo Mark – díganos doctor que hacer.
El doctor empezó a explicarle a Lou y nuestros padres el proceso de internación de Swan mientras que yo sacaba sus sábanas sucias y las botaba a la basura, luego procedí a limpiar sus piernitas con toallitas húmedas y lo vestí con su pijama de Ben 10 favorita.
–Aquí les dejo la ficha de internamiento y las indicaciones que deben darle al doctor que los atienda en la clínica en lo que yo consigo la vacuna de Swan para que la tos baje; no dejen que el aire le choque la espalda en nigún momento abríguenlo bien.
Fueron las últimas indicaciones del doctor quien salió de mi casa junto con mamá para ir en busca de la vacuna en distintas clínicas.
Me paré en busca de un abrigo para Swan – Sunny, Sunny ven aquí.
– ¿Qué pasa Louis? Estoy... – no pude continuar ya que lágrimas empezaron a salir sin permiso. Louis me abrazó y consoló un rato.
–Hija, ustedes vayan bajando que nosotros preparamos al bebé y lo llevamos al auto con ustedes ¿sí? – dijo Mark
–No, Swan me necesita a mí: yo debo estar con él– intenté separarme de Louis pero su brazo y un pinchazo en mi parte baja me detuvieron.
–Sun, siéntate por favor. – me ordenó Lou – deja que mis padres se hagan cargo, no estás en condiciones.
Sobé mis sienes y reprimí mis lágrimas permitiendo que mis suegros se hagan cargo de mi bebé. Lou se puso a mi altura y tomó mi rostro en sus manos.
–Vamos al auto ¿sí? Te prometo que estará todo bien. Solo es una tos agresiva. Él es fuerte como tú Sunshine. Tienes que mantenerte fuerte por él, nos necesita.
Yo asentí y me levanté con Lou – Fue horrible su carita de asustado y como se hizo pipí; Lou mi bebé me necesita y yo siento que debo estar con él. No me separes de él ahora.
–No quiero separarte de él, solo que estar enferma tú también y necesito mantenerme yo en mis cabales con toda esta preocupación. Mis padres van a bajar a Swan y él estará en tus brazos todo el camino; pero no podemos con toda la carga hay que dejar que ellos se encarguen en lo que puedan. Él estará contigo.
Lou tenía razón, yo con él atendiéndome estaba bien y Swan con mis suegros y mamá también. No debo ser ciega y menos egoísta en este momento; él necesita una madre fuerte y una padre cuerdo; si sigo así enloqueceré yo y Lou no tardará en seguirme.
Ingresé al auto en la parte trasera semi – recostada en el torso de Lou, mis suegros bajaron minutos después con Swan en brazos de Mark; mi bebito venía envuelto en su colcha de Bananas en Pijamas; Susan cargaba dos maletines, supuse que uno de Lou y mío y el otro era de mi bebé.
–Susan abrió la puerta y puso a Swan en mis brazos. Ahora era como si Lou nos estuviese cargando a ambos.
–Les traje ropa de cambio para que en la mañana no tengan que separarse del bebe y puedan cambiarse en el hospital, hija también traje tus medicamentos.
Yo asentí – Gracias mamá, ahora hay que ir a la clínica para que revisen a mi campeón – habló Lou optimista.
–Lou, me siento demasiado estresada, siento que no puedo con todo esto y sé que quieres ayudarnos pero la carga la estás llevando tú también. Más pesada aún.
–Mi amor, son retos. Swan es nuestro primer hijo y ésta es la primera vez que se enferma tan grave; vamos a salir de ésta solo nos ha tomado por sorpresa ¿sí?
–Okay, tienes razón.
Llegamos a la clínica e ingresamos a Swan como nos dijo su pediatra quien llegó un rato después con mamá y la vacuna de Swan.
Puedo declarar que desde ese día hasta los próximos diez siguientes Louis y yo vivíamos en la clínica. Harry, Lux, Kyte, Rue y Garrick nos visitaron casi inter-diario y muchas veces se asustaban cuando Swan tenía sus crisis y vomitaba o se hacía en su pijama del susto.
Mi hijo solo podía alimentarse de suero, ya que los alimentos no podía ingerirlos puesto que su tos aumentaba y el miedo de que le dé un paro cardiaco por el esfuerzo de su corazón en cada crisis me hizo perder el aliento en más de una vez.
–Ya, respiren hondo. Mi ahijado ha salido libre y ya está de alta – hablo Harry en forma burlesca – así que quiten esas caras largas.
–Eres un idiota Harry – me hice la enojada, a decir verdad, él siempre nos saca sonrisas.
–Así me quieres. – dijo y despinó mi cabello para luego ir con Lou quien arreglaba las cosas de Swan – Tommo ¿Te ayudo con algo?
–No, ay casi terminamos con todo esto. Oye ¿No deberías estar trabajando?
– ¿Trabajando? Oye tu sí que estás loco, acaso no hemos pedido vacaciones para cuidar a Swan – Harry volteó a verme – Yo que tú me preocupo, ha envejecido décadas en diez días.
–Cállate idiota – interrumpió Lou tirándole un zape en la cabeza. Hombres caray. – mi palabra 'trabajando' – hizo comillas – se refería a un heredero del graaaaaaaaaan Dick así que, ya sabes...
–Ah, mi fiel amigo Dick hace mucho que no tiene acción. Rue mañana va a estar incapacitada Sun, no estará disponible.
–Arrechos – rodé los ojos en plena risa y fui con mi bebé quien estaba siendo consentido por Lux y mamá.
– ¿Quién es mi cosita bella? – arreglé su cabellito y lo cargué conmigo.
–Yo amiii, yo – sonrió mostrándome sus dientecitos.
–¿Ya quieres irte principito? – le pregunté feliz de que éste sería su último día.
–Shi, no qelo ver a enfemeda feya que me hizo yaya – hizo una pequeña arruguita en su frente mostrándome su brazo casi verde de tantas agujas.
–Son marcas de guerra amorcito, eres un valiente. Ya vámonos.
Salí con Swan quien al ver a su papi se quiso soltar de mis brazos haciendo que yo lo bajara. Mi principito al tocar el piso corrió a su papi con sus pantuflas de ositos en forma de botitas. Aún había que cuidarlo de cualquier frío por un mes.
–Papiiiiii – gritó abrazándose de la pierna de Lou – Papito miyo, padiño ete es papito miyo.
Yo me quedé asombrada, la emoción fue inmensa no solo por la ternura de mi bebé, sino que también que por primera vez lo llamó "Papito" nunca pudo pronunciar bien las palabras, unas que otras de vez en cuando pero siempre tuvo problemas hasta que hoy por primera vez lo llamó seguro de sí mismo "Papito mío"
–Papito miyo, no papito.
Lou estaba igual de asombrado que yo, no dudó en cargar a Swan y abrazarlo fuerte – Sí   


Nota: Holaaaa, perdon por no haber subido estuve ocupada en la academia pero ya me estoy organizando con mis novelas, voten por ella y comenten ;)

Si desean pueden pasar por mis demás novelas, no las defraudo ;) 


That summer nightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora