Parte: 4

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Capítulo 4

-¿Y no nos vas a presentar?-pregunto el castaño-
Tenía unos hermosos ojos verdes, su pelo era ligeramente largo y su cerquillo cubría un poco sus ojos, por un momento me olvide de Louis, lo que me hizo sonrojarme. 
- ¿Para qué? Ustedes tienes boca para hablar por ustedes mismos – reclamó Lux
- ¡Ay! Que pesadas eres. Hola soy Garrick, y soy gay –dijo sonriendo el chico de cabellos negros y ojos azules- 
-Oh querido, creo que ya se dio cuenta de eso –rodando los ojos- Soy Rue – Se presentó una chica de ojos marrones, cabello ondeado y un poco gruesita.
- Y yo, soy Kyte.
Dijo sonriendo de lado el castaño. Se paró, tomo mi mano y me dio un pequeño beso en ella
-Y ¿Cómo te llamas tú? –preguntó muy cerca de mí. 
Okay, me estaba poniendo nerviosa, si no se alejaba ahora comenzaría a tartamudear.
-S-soy –"Oh como me odio" –Sunny... –Sonreí-
- Rio- Un gusto Sunny, ven siéntate.
(...)
Salí del garaje junto con Lux. Eran las 6:20 de la tarde y teníamos que llegar rápido al campus ya que el toque de queda era a las 7:00 pm. Después de todo era obvio que hoy no fui a trabajar, por lo que Anthony, mañana va a estar muy enojado conmigo, Lux sin decir mucho tomo un taxi que nos dejó en la entrada de campus y entramos. Por suerte no nos atraparon.
Toda la tarde me la había pasado hablado con Rue, Garrick y Kyte. Hablando de él, ¿Qué padre le pone a su hijo cometa? Pero ya que, él me cae muy bien. Creo que llegaremos ser buenos amigos.
Lamentablemente Lux no cede en nada, hasta parece que le desagrado cada vez más. Por ejemplo, hoy penas y hablamos cosa que me entristeció mucho, no quiero fracasar una vez más. 
Y menos con ella.
Lux se fue sin decir mucho cuando llegamos al edificio donde me hospedo, así que saludé cortésmente al portero y entré al ascensor. Cuándo llegué a mi departamento, todo estaba hecho un caos.
Todas las cajas las habían puesto una encima de otra sin orden alguno, por lo que decidí ordenar las cosas un poco. De paso que así el departamento quedaba más ordenado para cuando mi desconocido compañero llegue de su viaje y no se incomode. No me gustaría causar mala impresión en él. 
Busqué mi álbum favorito de Green Day y lo puse en la radio para empezar a trabajar.
(...) 
- Don't wanna be an american idiot tarara...- canturreaba mientras terminaba de barrer mi habitación. Sonreí satisfecha, pues logré terminar esto en 3 horas. Merecía un baño con agua caliente. 
Tomé las últimas cajas con basura que quedaban para terminar con todo esto.
- Rayos pesan mucho...-murmure-
-¿Necesitas ayuda? 
-¡Ah! –Grité del susto soltando todas las cajas al piso, volteé - ¡No! ¡DIOS, QUE QUIÉ...?! – exclamé confundida cuando lo vi a él parado en la puerta con sus maletas a cada lado. No él, no ahora - ¿Tú? - susurré 
Estaba aquí, ¿Por qué él? ¿De los millones de chicos en el mundo tenía que ser él mi compañero? No... Okay, relájate. Actúa normal.
-¿Tú? ¿Qué haces aquí? –preguntó
-Yo pregunté primero
-Y yo segundo –rodando los ojos- Ya dime, ¿Qué haces aquí? 
-Y-yo...-"No tartamudees, compórtate"- Eh...vivo aquí. Ahora si respóndeme tu.
Sin decir más ni menos me respondió con un simple - Yo también- Para luego entrar a su habitación dejándome sola con las cajas en el suelo.
-"¿Por qué el?"- pensé-
Ni siquiera me ayudo con las cajas, ¿Desde cuándo se volvió así? Y pensar que llevo un hijo suyo dentro de mí.
(...)
-Ahh.... ¡Al fin! –dije echándome en mi cama
Después de ese incomodo encuentro con él, termine de llevar las cajas me metí a bañar. Me relaje un rato para después terminar aquí tratando de dormirme en los brazos de Morfeo.
Cerré los ojos para descansar de una vez por todas...cuando empiezan a tocar la puerta insistentemente.
-¡¿Quién?! –Enserio no me dejaran dormir nunca- ¿Quién es?- volví a preguntar pues nadie respondía.
-Vengo a buscar a Lou–dijo una voz de chica fingida y chillona. Abrí la puerta y vi lo peor. Una plástica toda operada que venía más calata que vestida. 
- Aquí no hay ningún Lou –respondí 
-Qué raro, en esta hojita dice que este es su depa... –dijo mirando un post-it rosado- Él me dijo que viniera y aquí estoy 
-Bueno no sé, pero acá no hay Lou's. Debes de haberte equivocado 
-Pasa, llegas tarde –escuche una voz a mis espaldas
Volteé a mirarlo. ¿Acaso él era Lou? Desconcertada por la confianza que se había tomado la plástica al llamarlo Lou, salí de mis pensamientos. La plástica entro contoneando sus caderas y le empezó a besar el cuello.
-¿Tu que me miras así? Ellas es mi invitada –dijo Louis y la ingreso a su habitación. 

(...)
Fue como si hubieran estado filmando una película pornográfica. No dormí en toda la noche por escuchar los fuertes gemido de la plástica esa. 
Todo era horrible, yo pensando que compartiría habitación con un buen amigo que me aprecie y me apoye. Ahora todo se ha ido a la basura, Louis tiene su vida de siempre y yo no. Yo cuidare de un hijo suyo al que si le digo que existe lo único que hará es irse a acostar con otra.
¿Por qué tuve que enamorarme? 
(...)
Han pasado ya 4 días desde que me mude al campus y me he torturado viendo a Louis en toda esta semana. El ni siquiera me ha dirigido la palabra sabiendo que estoy aquí, que un día se acostó conmigo, pero al parecer eso ya es pasado para él.
Pero eso no interesa, aunque me ignore, hoy lo enfrentare y le diré sobre nuestro hijo. 
Me coloco un jean con unas sandalias junto a un bivirí blanco holgado y salgo de mi habitación. Tomo el jugo de naranja y cojo las tostadas que ya estas listas para comer mi desayuno en la barra de la cocina cuando escucho la puerta de su habitación abrirse y veo salir a un Louis en bóxer y la novena chica que nos visita desde que vivo aquí.
-Claro cariño, yo te llamo luego –dijo el castaño para cerrar la puerta y voltear a mirarme- Te juro que cuando me dijeron que tendría una compañera, rogué por que fuera unas de esas sexys chicas con quien acostarme, pero...¿Tú? –Rió- Ay cariño, ni lo sueñes –me dijo arrogante para entrar a la cocina y tomar su desayuno.
-No te preocupes por tus hábitos, no pienso hacer que cambies. Es tu departamento también –dije y baje la mirada a mi desayuno. El olor de la mantequilla con las tostadas más la naranja invadieron mis fosas nasales... ¡Oh no! ¡Otra vez no!
Salí corriendo de la barra hacia el baño y en un segundo las arcadas me invadieron. Con la cabeza en la taza y la esperanza de que no vuelvan las arcadas sentí la mirada de Louis sobre mí.
-Perdón, ahora mismo limpio todo – me levante de golpe y eso hizo que me mareara, Louis me tomo de la cintura antes de que caiga.
-¿Qué te pasa Sunshine? ¿Qué me esconden tus ojos? – preguntó mirándome a los ojos.

That summer nightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora