Capítulo 39

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¡CAPÍTULOS FINALES!

"Argentina"

-No puedo creer que no vallamos a Machu Picchu ¿Quién se queda en un país solo tres días? - me tiré a la cama enojada, Lou me había prometido llevarme a Machu Picchu y ahora tenía que hacer mis maletas para volar a Argentina.
-Tú me dijiste que querías visitar tres países y no hay mucho tiempo Sun, tenemos que viajar hoy.
-Ya lo sé, yo solo quería...- volteé y me levanté a hacer mis maletas. Mi tiempo en Perú ha terminado.
Al terminar de hacer mis cosas timbré a Lux.
-¿Aló bandida? - saludó.
-Hola, te llamaba para decirte que ya salimos para Argentina.
-¡¿Tan rápido?! - gritó sorprendida - Sunny yo juraba que se quedarían mas tiempo.
-Yo también, pero he comprendido que quiere volver para ayudar a Harry. Tú sabes ¿no?
-Ah, claro...
Minutos después colgué y fui por Lou. Anda medio rejego.
-Hey ¿Estás bien? - Lo abracé por detrás - te veo tenso Lou. Él me respondió el abrazo, más fuerte de lo que pensé. - Es que tengo algo, como un presentimiento desde la mañana que no me deja en paz.
¿Qué tipo de presentimientos? - pregunté un poco asustada. Él no tenía que enterarse de mi susto, yo tengo que ayudarlo, no preocuparlo más.
-No sé, es como un pinchazo en el pecho a cada rato que no me ha dejado en paz. Me siento alterado y de mal humor y otras veces la angustia me invade como si nada.
-Todo está bien Lou, estamos de viaje y ahora mismo disfrutaremos de Argentina ¿Qué puede estar mal? - me senté en su regazo y atraje a mí su cuello con fuerza obligándolo a olvidar todos los problemas para que disfrute del próximo viaje.
El beso fue suave, muy tierno y corto pero al terminar Lou traía una sonrisa que valía la pena. La puerta sonó. - Caray, no dejan en paz a nadie.
Y tras más quejas asistió a abrir, un par de botones ingresaron dispuestos a sacar nuestro equipaje por lo que recogimos los bolsos de mano y bajamos en busca de Luisa y Swan quienes deberían estar esperándonos.
El recorrido al aeropuerto y el viaje fue muy corto y cansado ya que Lou se sentía mal de la cabeza por lo que le entregué una pastilla para dormir y tuve que encargarme sola de Swan puesto que Luisa tenía que viajar sola por falta de coordinación de pasajes. Él muy inquieto no paraba de moverse y querer jugar en cualquier cosa que sea acolchada, una puta hora de martirio sufrí hasta que calló dormido justo antes de bajar. Menudo bebé el mío.
-¡Bienvenidos a Mar del Plata señores! - gritó la guía a nuestro grupo en el cual éramos como 20 personas de habla inglesa.
-Sunny dame a Swan, voy a arrullarlo. - Le acerqué al bebe y además sacó sus teléfono impaciente.
-¿Qué pasa? ¿Hay alguna mala noticia? - pronuncié preocupada, lo de esta mañana aún no se iba de mi cabeza.
-No, solo quiero hablar con Harry de la boda... no nos ha dicho la fecha exacta aún.
-Ah, ya llámalo entonces.- Me hice la sonsa y seguí caminando. "Sí Lou, te creo" bien que anda preocupado, ¿Pero por Harry?
-Tomamos el bus media hora después de acomodar los equipajes en el bus que nos llevaría al hotel donde arrendaríamos estos próximos cinco días.
-¿Por qué en Perú tomamos taxi y nos movilizamos solos y aquí vamos con guía?
-Eh, el problema es que no conozco ni un poco de Argentina Sun - explicó Lou - y además aquí el gobierno tiene muchos problemas así que prefiero andar con personas en todos sitios que los cuatro solos. Quiero cuidarlos y punto.
-Ah, ya entendí.
Llegamos a un hotel muy pijo donde nos dieron la libertad de arrendarnos en las habitaciones que queramos y bueno, con Lou hicimos lo mismo que en Perú dejando que Luisa se valla con Swan.
-Tienen dos horas para alistarse, iremos a Aquapark para divertirnos un poco ¡La tarde está linda señores! - habló la guía antes de dejarnos libres.
Y así fue, bueno, por lo menos para Swan, Luisa y para mí. En cambio Louis no paró de pensar o estar triste cosa que no me incomodó pero si me puso curiosa.
¿Qué le pasa?
Al llegar al hotel me despedí de Swan y subí con Lou, algo no andaba bien. - ¿Lograste contactarte con Harry?
-Sí, dijo que andaba estresado por la proximidad de la boda pero que mandaba saludos y que llamaba mañana para decirnos la fecha.
Sobó sus cienes y hecho a dormir.
Me cambié la ropa por pijama y corrí al baño para dejar todo listo para mañana. Tendría que relajarse sí o sí.
Apagué todo y dormí.
...
-Lou ya deja de mirar el teléfono, dije cansada. Toda la mañana estuvo así y no he podido sacarlo de su trance ¿Para qué viajamos tanto si no se va a concentrar?
Louis no me hizo caso y siguió bajando en su aparato. Tomé a Swan y salí a la playa a divertirnos un rato. Luisa había salido así que ahora solo éramos mi hijo y yo.
-¿Quieres meterte al agua o jugamos en la arena?
Swan se sentó sin mirarme y puso sus palitas, ya había decidido.
Empezamos a hacer un castillo medio deforme, pero él sonreía pleno y es lo que vale para mí.
Sus ojos azulados y ceño medio fruncido me hacían recordar al rostro de Louis cuando le conté sobre mi embarazo, o cuando se enteró que su bebé sería su hombrecito soñado.
Swan se levantó y fue por su baldecito de agua, esas nalguitas firmadas como "TOMLINSON" me sacaban una carcajada a cada rato. Digno espejo de su padre. Y finalmente cuando termina su castillo levanta su cabecita y me mira sonriente con esa sonrisa baja bragas que se lleva. Esa sonrisa que hoy en día me frustra cuando su padre la lleva tapada por dos días.
-Ami me pican las manus - las levanta a ambas llenas de arena, todo un mini mounstro de arena.
-Ven aquí pelotero, vamos a bañarnos y volvemos ¿Qué dices? Lo cargo pegándolo a mi cuerpo y confiando en dejar mis cosas solas salgo con él al agua.
-¡Saaaaaaaaaaas! ¡Push, push! - hablo como una tonta haciéndolo reír - Uy, nos hundimos, nos hundimos Swan.
-¡Aiiii! ¡Friyaa! - carcajeo y lo beso en su cachetote.
-Mira, mira - lo llamo - cierra los ojitos y nos respires. Él me hace caso y lo hundo rápidamente, lo saco y abre sus ojitos perdido.
-Hey, aquí estoy - limpio su carita rápidamente - ¿Otra vez?
Swan sonríe tímido - Shi ami.
Cuando nos cansamos de tanto jugar lo abrazo a mí y salimos del agua. El sol se está yendo y con él, el calor. Busco nuestra hamaca y al encontrarla vacía me entra la desesperación ¡¿Cómo volveremos al hotel así?! Busco por todos lados asusta, Swan empieza a tiritar.
-¿Buscabas esto? - volteo sorprendida. Louis aparece con las cosas y además con una canasta de comida. Se acercó a Swan y le puso su bata y luego llegó a mi poniéndome mi vestido - Perdóname, he estado distante y te he descuidado.
-No te preocupes, está todo bien.
- No, no está bien - replicó - solo te puedo decir que tengo un dolor en el pecho, no físico, pero me trae intrigado y... no sé qué es. No dejaré que eso consuma mi tiempo, no más.
Me dio un leve beso y luego junto a Swan armamos un pequeño picnic en la playa, las personas se iban retirando y el sol junto a ellas, pero Louis y yo no parábamos de hablar, de reír y disfrutar del momento que cuando nos retiramos lo hicimos bajo la luna y con mi bebé en brazos.
Nuestro último día en Argentina era mañana, de ahí seguiría Colombia y finalmente volveríamos a Inglaterra.

That summer nightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora