La visita inesperada de Narcisa había alarmado a Jean, no era su forma de conducirse. Pero cuando la invitó a un paseo por la ciudad supo que algo se traía entre manos.
-Narcisa, ya diste muchas vueltas, ¿dime qué sucede? - preguntó inquieta a su amiga- me has tenido en ascuas desde que llegaste a casa.
-Jean- titubeaba la rubia- no sé cómo empezar pero es que necesito tu consejo- tomó un sorbo de té, la madre de Hermione respiraba con resignación.
-¡cómo te gusta el drama Narcisa!, vamos ya, dímelo todo de una buena vez-se impacientó.
-Draco está enamorado de una mujer desde que eran adolescente- empezó Narcisa directamente con la verdad toda la verdad, Jean la escuchó atentamente, aunque ella no había mencionado el nombre de la dama en cuestión, por la cabeza de la dentista las piezas de un rompecabezas iban cayendo en su lugar- pasó demasiados años sufriendo, siempre la amó, aunque la relación entre ellos era imposible, la esperó y ahora que ella está sola, creo yo es tiempo que encuentren su camino y ver qué sucede.
-no me sorprende lo que me cuentas Cissa, todos nos enamoramos alguna vez o en mi caso dos veces y llegado el momento puedes encontrar el amor nuevamente, lo de Draco parece más complejo de lo que me cuentas pero yo no voy a interferir en la vida de mi hija- sentenció Jean segura de que la misteriosa mujer era Hermione.
-¿cómo supiste que era tu hija?
- también se mirar a las personas Cissy y algunas cosas no se me escapan –aclaró dejando la taza de té- y a Severus siempre le pregunté ¿qué detuvo a Draco, por qué no se acercó a ella en su época escolar?, aparte de la guerra obvio- levantó la mano para evitar que su amiga la interrumpiera- no me digas nada, que Sev me lo explicó todo, con lujos de detalles, no los juzgo, tranquila, eran tiempos oscuros y eso quedó atrás, muy atrás- tomó las manos de su amiga- creo que entiendo tu postura, quieres verlo feliz pero entiende tú la mía, Hermione no siente lo mismo, lo quiere como amigo, aparte es muy pronto como para pensar en rehacer su vida con una nueva relación.
-Jean, te entiendo más que nadie y no estoy diciendo que los quiero casar ya mismo, no soy tan ambiciosa- su amiga la miró con una ceja levantada- bueno tú no me juzgues pero no me desagradaría la idea de que compartan salidas, que estén más en contacto, algo- sonaba desesperada y lo estaba realmente, la vida pasaba y su único hijo seguía esperándola.
-No lo sé Narcisa -dudó- Hermione se dará cuenta y....
-eso déjamelo a mí, soy la Sra. discreción- la interrumpió.
-no –negó con insistencia- no debes seguir con esto, me opongo, es mi hija por Dios- tomó una respiración profunda- es preferible que fluya, si está destinado a ser lo será, no se puede forzar una situación, las consecuencias serían catastróficas, no insistas por favor te lo pido, no te involucres, no intentes manipular sus sentimientos, tú mejor que nadie sabe lo que es cuando otro ser intenta dirigir tu vida y tus decisiones- terminó Jean.
Sabia mujer.
-me alegro tanto que Severus te haya encontrado Jean, eres un faro, tú, mi querida, guías, eso acabaste de hacer conmigo y mis incertidumbres, me ubicaste-sentenció emocionada- yo tenía razón, necesitaba un consejo y tú me diste más que uno amiga- acongojada agregó- gracias por seguir a mi lado a pesar de todo mi pasado.
-los verdaderos amigos no juzgamos a quienes tenemos a la par por su pasado, sino por su presente y por sobre todo por lo que quieren para su futuro, y yo sé que tú quieres una vida mejor, y no económica, sino de aquí- se había tocado el centro del pecho- una vida llena de amor y luz- acarició sus manos- es fácil querer a alguien que siempre hizo las cosa bien- agregó, consolaba a la rubia- fácil e inevitable pero yo me guío por lo que puedo rescatar de aquellos que se arrepienten y necesitan una oportunidad y eso hace que yo siga a tu lado Narcisa Black- se abrazaron.