DESTINO

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Hermione había podido examinar detalladamente a Lucius en presencia de Draco, quien se opuso a que su madre estuviera presente y en esto había sido terminante.

-No voy a dejar que mi madre lo vea en estas condiciones Granger, me opongo y si insistes voy a cambiar se sanador. Tú no tienes que observarla luego en casa después de cada visita. Por favor no me obligues a tomar una decisión que no deseo- bufaba entre dientes, su desesperación se palpaba en aquella gris habitación, que era custodiada por un cuerpo de Aurores de elite.

-Draco por favor entiende que su presencia puede ayudar en su salud, verla puede darle fuerzas- había tomado su mano entre las suyas, fría mano que ante su calor temblaba y se dejaba sostener.

-Granger, mi padre opinaría lo mismo que yo, no conoces lo que es el orgullo Malfoy-retiró su mano de entre las suyas, no debería sentirlo débil.

-Puedo no conocerlo pero veo hacia donde los conduce- y había continuado con sus anotaciones en la historia clínica.

Una hora después se habían reunido los tres en una sala contigua a la habitación del Sr Malfoy que estaba preparada para estos tipos de encuentros y si fuera necesario para acompañar al paciente.

El diagnóstico, Insuficiencia cardíaca, le pareció tan extraño que se enfermera el único órgano que ella pensó que no tenía. La leona sonreía irónicamente.

-¿Qué es lo divertido Granger, que mi padre puede morirse en tus manos?

Hermione había levantado la mirada de sus papeles, suspiró cansada y le respondió- Todos moriremos en algún momento, lo que importa de verdad es lo que hacemos durante el camino hacia la muerte, ¿o me equivoco?-lo miró fijamente esperando su confrontación.

-Hermione querida

-Pido disculpas Narcisa, no debí. Bueno, el cuadro del Sr. Malfoy es complejo, al margen de la Insuficiencia cardíaca lo que me preocupa más es el cuadro depresivo- los miraba detenidamente a cada uno, quería dejar bien en claro los pasos a seguir.

-Insuficiencia cardíaca, eso suena grave- intentaba hablar Narcisa, las lágrimas la sofocaban.

-Es un cuadro delicado pero puede compensarse y evitar complicaciones, pero y esto lo recalco muy bien, a partir de ahora él debe cambiar su calidad de vida. Aconsejo y voy a elevar mi informe al Ministerio- levantó un pergamino listo-de que él debería finaliza su condena en la Mansión o donde Uds. crean conveniente- con un movimiento de varita trajo hacia ellos tres tazas de té, lo que agradecieron- por supuesto que por ahora hasta que no mejore su cuadro depresivo yo les aconsejo que no abandone el hospital.

-¿Lo trasladarán al ala psiquiátrica?- le había preguntado Draco.

-No será necesario, aunque considero que la interconsulta con un sanador especialista sería lo más aconsejable, yo no tengo experiencia en este campo de la medicina y…

-Por fin algo que la sabelotodo ignora- había interrumpido Draco.

Narcisa giró su cabeza bruscamente hacia su hijo y él entendió que su comportamiento entorpecía la explicación de Hermione.

- Es la costumbre, me puede- se disculpó el rubio- continúa Granger por favor.

Resoplando la sanadora explicó que la condición de Lucius era delicada sobre todo por la depresión en la que estaba sumido, esto impedía cualquier mejora.

-¿Cómo puede ser eso?.

-Es muy común en los reclusos Narcisa, pude observarlo durante el tiempo que compartí con Sirius, por eso mismo hay que ayudarle, influirle fuerzas para que él solo intente salir del pozo emocional en el que ha caído. Lo preocupante es que él perdió la fuerza de voluntad, se deja guiar- ante la mirada incrédula de los Malfoy les aclaró- atendió todo lo que le dije sin protestar, sin siquiera dedicarme una de sus “adorables miradas”- las señalaba haciendo comillas con los dedos- y eso que vine preparada para ello- sonreía y arrugó la nariz en un gesto que Draco adoró.

Siempre fue ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora