VERDADES

4K 234 18
                                        

Habían pasado casi tres meses desde la partida de su padre. El dolor sería eterno, podría atenuarse pero jamás se iría. Ella, a la tierna edad de once años, había decidido afrontar su angustia recordando los mejores momentos vividos con él. Lo tendría siempre presente en su corazón, de eso no cabía duda pero a él no le habría gustado que ella se dejara vencer. "Esa es mi leona" le repetía las veces que conseguía su objetivo luego de varios intentos infructuosos. Y ése sería su mejor homenaje, seguir sus enseñanzas. "Nunca te des por vencida, si tú crees que no puedes lograrlo, los demás también lo creerán".

Secó sus lágrimas una vez más, arregló la maraña que tenía por cabellera y bajó a la Sala Común. Allí encontró a sus amigos incondicionales, los que no la dejaban en ningún momento, Albus su primo favorito e Hyperion, el Malfoy de la luz, como ella lo empezó a llamar o Bichito de Luz, sobrenombre que pronunciaba cuando estaban a solas.

Llegó hasta ellos, los abrazó, la besaron cada uno en una mejilla.

-Gracias a los dos, los adoro.

-Estaremos siempre Helena.

-Somos de la familia y como tal no nos abandonamos, nos apoyamos- agregó Albus.

El nuevo trío salió a desayunar.

Hermione tomaba su chocolate caliente, su dulce costumbre. Lentamente trataba de retomar su rutina, a duras penas la conseguía pero sería vivir el día a día, de a poco. Debía seguir adelante, se lo había jurado, sus hijos la necesitaban entera y por ellos lo lograría. Hugo aún dormía pero tendría que levantarlo para ir a casa de Harry, solía quedarse con ellos mientras ella trabajaba.

Luna y Harry fueron su sostén en los días difíciles, los primeros días según su amiga de ojos soñadores. Para Hermione la vida era completamente difícil pero por Rose y Hugo merecía ser vivida.

Dejó su taza, abrió El Profeta. Rita Skeeter había vuelto a las andadas.

"LOS GREENGRASS A AZKABAN POR HOMICIDIO DE NUESTRO HÉROE. LOS MALFOY ESTARÍAN IMPLICADOS"

El juicio había finalizado el día anterior, había sido de trámite rápido ya que ellos no tenían como refutar las pruebas presentadas. El cofre de los Malfoy fue determinante para su condena.

Hermione había decidió que los niños quedaran al margen de los hechos, ella quería contarles la verdad en persona cuando todo el proceso hubiese finalizado. El Ministro y el jurado no habían admitido a la prensa para evitar cualquier tipo de especulación. No había sido suficiente, la mujer escarabajo se había infiltrado.

-Me las vas a pagar Skeeter, ésta te la cobro- necesitaba llegar urgente a Hogwarts.

En la mansión Malfoy el clima de tensión podía palparse, Draco estaba enfurecido, su madre intentaba calmarlo, no lo consiguió.

-Voy a matarla padre, te juro.

-Draco, no pareces un Slytherin hijo, me atrevo a decir que eres un gryffindoriano por la forma en la que actúas y con uno ya es suficiente para mi frágil vida- se estremeció ante el recuerdo de la carta de su nieto- esto necesita un trabajo fino hijo, déjamelo a mí.

-No quiero que te metas en problemas padre.

-No lo haré- se había levantado de la mesa donde desayunaban- si me permiten debo revisar algunas inversiones, creo que voy a arriesgar mi economía en un periódico- se dirigía a su estudio y por sobre su hombro agregó- a partir de hoy invertiré algunos galeones en medios de comunicación y eso conlleva a veces algunas modificaciones en el personal.

Siempre fue ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora