Finalmente Jean y Severus habían oficializado la relación. El ex profesor le había propuesto a la dentista vivir juntos. Se necesitaban. Se habían encontrado y no querían estar separados por mucho tiempo.
Los nietos de Jean Leroux estaban felices por la decisión, Severus era un referente para Rose. Hugo conoció la historia de lo valiente que había sido al cuidar a su tío Harry y esto pesaba más que sus malhumores y preferencias por su casa en las clases de Pociones. El pequeño Weasley tenía además cierta afinidad por Severus desde que se había vinculado con su abuela y el ex espía lo tenía bajo sus alas a pesar de ser un Weasley, como había aclarado a su mejor amigo.
-Veo algo diferente en él- bebió un largo trago- sé que todos piensan que Rose heredó el cerebro de su madre pero Hugo tiene algo que otros no notaron- comentaba con Lucius mientras bebían un añejo y caro cognac en la nueva casa de la pareja en las cercanías de la Mansión Malfoy.
-Lo ví también, es muy astuto, con un humor mordaz y con esa cara de yo no fui, casi me arriesgo a decir que lleva una máscara de falsa inocencia que pocos pueden advertir...cuando empiece el colegio puedo asegurarte ya que hará historia- la chimenea se había puesto verde y el aludido hizo su entrada, altivo y con una sonrisa de lado- joven Weasley buenas tardes.
-Hola Sr. Malfoy, abuelo Severus- Lucio había disimulado de mala manera una carcajada y se levantó para preparar la mesa con los tableros de ajedrez mágico- ¿listo señores para perder de nuevo?- preguntó inocentemente.
-Pequeña comadreja esta vez estamos preparados- sonreía Severus más feliz que nunca antes en su vida- ¿ya tienes todo para el colegio?- preguntó seriamente.
-Todo, dejé a mamá para que organizara el baúl, sabes que es su especialidad, pero- los miró cómplices- escondí algunas medias, solo encontrará una de cada par.
-Tus tíos estarán orgullosos de ti- afirmó Lucius.
-Eso dicen Sr, ya me llaman el pequeño merodeador pero yo quiero algo diferente en mi vida, voy a aprovechar mis tiempos en el colegio y prepararme para el futuro.
-¿Por qué no me tocó un Weasley así en mis tiempos de docente?- renegaba Severus mientras una de las piezas de ajedrez de Hugo derrotaba a la de su entonces abuelo- tuve uno así ahora recuerdo tu tío William, ese joven era único en la especie de pelirrojos- sonreía ante el recuerdo.
-Pero eso no quiere decir que no puedo distenderme un poco pero sin tanto alboroto.
-¿Desde las sombras?- curioseó Malfoy.
-Prefiero que sea desde la luz Sr. Lucius, las sombras solo traen dolor- reflexionó finalmente un Hugo demasiado inteligente para su bien como ya habían pensado los ex mortífagos, luego de un buen rato en silencio y concentración Hugo sentenció- Jaque mate abuelo- y suspiró- a ti también Lucius y si hacemos cuenta me deben cincuenta galeones cada uno, les rogaría que hagan el depósito en la cuenta que mi madre abrió a mi nombre en Gringotts, no puedo andar con tanto dinero encima- el niño se levantó arregló su ropa.
-Eres un engreído mocoso- renegaba el rubio.
-Cuando necesiten aprender no tienen más que llamarme pero tendrán que esperar hasta las vacaciones de Navidad, adiós Severus- lo abrazó- te quiero mucho- su abuelo por elección lo sostuvo en brazos un largo rato, como dándole fuerzas y apoyo total- Sr Malfoy- extendió su mano en señal de respeto- Ud. no me asusta con ese gesto, un placer conocerlo me cae muy bien, y no me dejo influir por su pasado, al fin y al cabo solo importa que está acá.