Habían pasado dos horas de que había caminado sin hacer absolutamente nada. Muchos de los otros pacientes solían mirarlo y eso no solo se le hacía incomodo. ¿Por qué lo miraban así? Por cada lugar que mirara alguien más tenía la mirada puesta en él. Entendía que era muy guapo, según él, pero tampoco era para tanto.
Miró su reloj nuevamente. La una de la tarde. Suspiró mientras se fijaba hacía donde caminar. No tenía ni la menor idea de donde se había metido. Había estado tan metido en sus pensamientos pensando en cuando saldría y cosas así que termino en un lugar cualquiera. Buscaba algún lugar por donde fijarse donde llegaría a estar pero nada.
Se podría decir que estuvo caminando por al menos media hora. En ese tiempo había podido ver que en el lugar habían muchos relojes. No sabía porque pero tampoco quería descubrirlo. La música que sonaba era lo único que lo ayudaba a distraerse para no morir del aburrimiento. ¿Donde estaban todos?
Se acercó a una de las cuantas puertas que habían y se fijo el número. Quizás solo así lograría llegar a su habitación al menos. Era un lugar bastante grande. Su habitación era la docientos veintitrés y esta que estaba viendo era la quinientos quince. Suponía que estaba bastante lejos. Gruñó mientras se sentaba contra la pared.
Sentía tanto asco de sentarse allí. Podía estar tan sucio pero sus piernas le dolían y no tenía más opción. O encontraba a alguien que lo ayudara o se quedaría en esos pasillos de por vida y moriría allí de hambre. Para su gran buena suerte un señor de aquellos que lo habían tocado apareció. Se levantó rápidamente del suelo.
Se sacudió su parte trasera tratando de limpiar algo que no podría quitar con sus guantes, que solo podría quitar lavándolo. Pero como se ve que aquí no se puede lavar o que, no podría lavarlo. Llamó la atención del guardia sin siquiera hacer algo. Se le notaba confundido pues todos los pacientes estaban en el buffet que estaba abierto por almuerzo. Se le acercó al paciente fuera de lugar.
— ¿Qué haces por aquí? Se supone que debes estar en el buffet junto con los demás pacientes. — Dijo el guardia.
Se quitó su audífono lo cual alertó al muchacho a tal punto de estampar lo contra la pared. El moreno soltó un jadeo ante el repentino golpe que obtuvo a causa de su apego a la pared.
— Hey! ¿Y eso por qué? — Preguntó aun contra la pared.
— No tienes permitido ni tu, ni ningún paciente tener objetos como los que tu llevas. — Replicó el guardia.
El morocho confundido comenzó a intentar de soltarse. Que asco sentía. Su cara estaba pegado a esa sucia pared. Anda a saber cuantos germenes tiene esa simple pared todo por estar mal limpiada. Unas ganas de vomitar lo invadieron cuando se dio cuenta de que su cabeza estaba pegada a la pared gracias al apoyo de la mano del guardia.
Ahora si que vomitaría y eso sería aun más asqueroso porque odiaba vomitar, odiaba el hedor a vomito y todo eso. Con mayor intención trato de soltarse. Pero claro, al ser más fuerte el contrario sus intentos eran totalmente fallidos. Sentía que lo agarraba de sus brazos.
"Oh no. Dios santo. ¡Que asco! Este mono imbécil me esta tocando con sus manos todas sucias. Al menos tengo puesta mi abrigo. Si fuera directo tendría que cortarme donde haya tocado." Pensó Zayn.
En ese mismo momento estaba siendo arrastrado por ese mono humano. Se sentía como un perro cuando no quiere caminar pero lo llevan arrastrando igual. Odiaba hasta respirar el mismo aire que ese idiota que lo llevaba a quien sabe donde. Venía como los números de las puertas iban disminuyendo hasta que llegaron a un lugar donde debía decidir donde ir.
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Disorders.
FanfictionUn chico tímido con TOC (Trastorno obsesivo-compulsivo). Un joven con FS (Fobia social). Te prometo sumergirte a una historia de temores y amistades. Llena de sorpresas, encuentros y nuevas posibilidades que conducen a un desenlace extraordinario. ...