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La ansiedad que había en el cuerpo de Zayn no se iba por nada en el mundo, estaba extremadamente nervioso ya que había pasado los últimos tres días en vela pensando las palabras correctas para poder decirle a su vecino que estaba completamente enamorado de él.

No sabía bien que palabras utilizar.

Cada vez que escribía algo o creía ya tener listo lo que diría comenzaba a dudar de si realmente debía decir algo como aquello. Es solo que lo veía tan frágil mentalmente que no quería ser justo él el que lo rompiera definitivamente, más si se trataba de que fuera por declararse.

Llegó a la conclusión de que todo era factor de riesgo.

Pero necesitaba sacar aquello de su pecho por lo que decidió ir a hablar con él de todos modos a sabiendas que podría salir mal, pero reiteraba, él necesitaba hacerlo. No sabía porque tenía tanta necesidad pero la sentía.

En cuando se arregló el pijama blanco y junto el suficiente coraje, fue directo a tocarle la puerta.

Niall abrió levemente la puerta para revisar quien era, sabía que sería inútil hacer aquello si alguien como Liam se encontraba detrás de la puerta pero estaba intentando pensar que él no volvería a tocar su puerta.

En su lugar, encontró a Zayn parado con notorios nervios en él, de tan solo verlo hasta puso nervioso al rubio que hasta el momento había estado bastante calmado.

Lo dejo pasar y cerró la puerta detrás de él rápidamente, como si por no apurarse pudiera entrar alguien malo dentro, cosa que estaba más que clara que no sucedería y que por más que sucediera, Zayn no permitiría que entrara.

El moreno se quedó en medio de la habitación sin tocar nada, en sus momentos más ansiosos, su trastorno obsesivo compulsivo volvía como si nunca se hubiera ido.

Miró sus manos cuando las sintió sudar y, como si fuera un reflejo, intentó limpiarlas en su pantalón. Lo consiguió pero ahora sentía que su pantalón estaba sucio con su sudor y la piel muerta de sus manos.

Suspiró para dejar de pensar en ello.

Niall volvió a sentarse sobre su cama junto con su delfín a la espera de una de esas pequeñas explicaciones que Malik le daba cada vez que irrumpía en su soledad acompañada de un silencio rotundo.

—Me gustas.— Dijo sin pensarlo.

Pero en cuanto se dio cuenta de que se le había salido solo por los nervios, olvidando todo lo que había escrito, quiso que la tierra lo tragase o que algo sucediera para borrar toda su existencia, no podía ser más idiota.

Niall estaba con los ojos abiertos como platos, debía arreglarlo lo antes posible.

—Y-yo... Quiero decir....— Tartamudeó.— Quiero decir que tu eres una persona muy bonita y que realmente tienes un lugar en mi corazón. Diablos, así no era.— Dijo y maldijo por lo bajo. Volvió a comenzar.— La primera vez que te vi llamaste mi atención.— Se insultó mentalmente, aquel sería un mal recuerdo para el contrario.

Era un verdadero estúpido.

Estuvo en vela tres días para que cuando llegara el momento lo arruinara como si nada, así de sencillo, nunca fue de resolver los problemas a los golpes pero en esos momentos quería darse unos cuantos puñetazos.

—Tengo sentimientos por ti y tengo miedo de herirte con lo que diga.— Dijo sinceramente, quizás ser sincero lo ayudaría.— No quiero que me respondas correspondiendo solo por miedo, quisiera que me respondas lo que tu de verdad sientas. No hay respuesta correcta y no me enojaré.— Hizo una pausa.— Tu sabes que no me enojaré.— Susurró agachando su mirada.

Disorders.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora