[Comenzamos el maratón! He hecho los capítulos mas largos así que espero que os gusten \(^.^)/]
----------------------------
Capítulo 13 ~ La biblioteca
Se me entrecorta la respiración al verle venir, las manos me empiezan a sudar y el pulso se me acelera. No sé qué me está pasando, es la primera vez que me siento así. En mi vida siempre me ha gustado tener las cosas controladas, incluso con Will, el chico de intercambio que me gustó no puedo recordar si sentí lo que estoy sintiendo con James.
- ¿Y por qué no? – me repite al ver que no he dicho nada cuando normalmente no callo.
- Po-porque tú lo dijiste – contesto saliendo de mi ensoñación momentánea y volviendo con el enfado acumulado de antes.
- Qué dije? Y cuándo?
Me pongo firme, lo miro directo a los ojos para que vea que lo que dijo es serio y no me lo tomo a broma y con mi mejor imitación de él le digo:
- "No puedo más, es una pesada" – empiezo y veo como se ha puesto pálido de golpe. Empieza a negar con la cabeza y tiene intención de hablar cuando le corto para seguir – "Tengo que vivir día a día con sus tonterías" – le miro, esta callado, y termino con la frase final. – "Me da escalofríos solo de pensar que tengo que aguantarla toda la vida" – termino con los ojos llorosos.
James esta blanco como la ceniza, se queda callado unos segundos hasta que reacciona.
- Lo escuchaste... - susurra mirándome de manera extraña.
No respondo pues la respuesta es evidente, sí, lo hice, sin querer pero sí, puse la oreja.
- No es lo que tú crees.
- Claro que no – respondo irónica, con una mueca sarcástica en la boca. – Te estabas despachando a gusto de mí y ahora no es lo que parece – acabo la frase haciendo comillas con los dedos.
- No hablaba de ti – dice mientras se pasa la mano por detrás de la nuca y se desabrocha el botón superior de la camisa mientras se agranda el cuello de la corbata.
- De quien sino?
- De Abigail.
Silencio, solo se puede escuchar eso en la biblioteca.
No solo le he demostrado que le he espiado sino que me he puesto celosa porque Abigail le ha tocado y que me he sentido mal cuando pensaba que todo eso me lo había dicho a mí.
Genial Alex, ahora va a pensar que soy una celosa.
- Bu-bueno pues al final ha venido mucha gente eh - le digo mientras me pongo a dar vueltas por la biblioteca para ver si puedo salir de esta aura vergonzosa que me rodeaba.
Me mira, con sus ojazos grises, completamente inmóvil delante de mí. – Porque pensaste que hablaba de ti? – me dice mientras se pasa las manos por el pelo, despeinándolo más y bajando la mirada al suelo para luego enfocarla en mis ojos.
- No me hablabas, durante un tiempo pasabas de mí, parecía que fuera una inquilina de tu casa nada más, pensé que te estabas cansando de mí y cuando escuché eso que querías que pensará? Pensé lo más obvio y coherente. – le digo del tirón quedándome sin aliento.
El corazón me va a mil, hacía ya un tiempo que no le veía tan serio y callado, había conseguido sacarlo poco a poco de ese estado pero parecía que, ante mis ojos, volviera a colocarse su perpetua máscara de indiferencia.
Me armo de valor y camino hacia él con pequeños pasos. – No, por favor – le digo, llegando a su lado, no hemos dejado de mirarnos a los ojos. No puedo evitarlo y acercando mi mano a él poco a poco le acaricio la mandíbula sin rastro de barba, a veces se me olvida que es un año menor que yo. – No te escondas.
Se empieza a ruborizar y exhala un suspiro medio jadeo pero no aparta la mano, poco a poco comienza a apoyarse en mi mano.
Suelta un suspiro. – No lo hago, solo me cuesta confiar en la gente. – me dice mirándome fijamente a los ojos; a pesar de lo vergonzoso que pueda ser siempre se esfuerza por mirarme a los ojos cuando me habla completamente en serio, por eso le creo cuando me dice que le cuesta confiar en las personas.
- Se nota, pero... - mentiría si dijera que nunca se me ha pasado por la cabeza el porqué de su miedo al contacto físico, siempre me ha extrañado que cada vez que lo tocara se apartara y aunque mi boca ha sido más rápida que mi mente no veo un buen momento el preguntarle el porqué.
Quizás son paranoias mías y en realidad es que él es simplemente un chico vergonzoso que aún no ha experimentado todo lo que tendría que experimentar y por eso es más tímido en estos temas.
No te mientras Alex, tu tampoco has experimentado mucha cosa que digamos.
Suspiro, callándome lo que le iba a preguntar, noto como sus ojos son interrogantes y curiosos por la pregunta no formulada.
- Nada – le digo con una sonrisa para intentar disipar el tema y que no le dé más importancia, de momento.
Me mira fijamente con su cara apoya aun en mi mano, suspira como dejando pasar el tema y se acerca a mi cara hasta que apoya su frente contra la mía.
A veces me resulta increíble la variedad de tonalidades rojas que puede llegar a adquirir la cara de James.
- Cuando todo esto acabe... -comienza, alternando su mirada entre mis ojos, mis labios y el suelo. – Podríamos... - se calla.
- Sí...? – le pregunto yo al ver que esta vez su silencio es más largo que el de antes.
- Tener una cita – dice rápido del tirón mientras cierra los ojos con fuerza a la espera de mi respuesta, su respiración se acelera de los nervios.
Me ha pillado por sorpresa, de todo lo que pensaba que podría decir no se me habría ocurrido nunca que me pidiera una cita; me siento feliz y halagada de que alguien como James haya reunido el valor suficiente como para pedirme algo así cuando se nota que no lo ha pedido nunca y que se muere de la vergüenza y de los nervios.
Decido no hacerlo esperar mas no vaya a ser que le dé un ataque. –Sí – susurro bajito mientras noto como exhala un hondo suspiro y relaja el cuerpo que lo tenía en tensión.
Relaja la tensión de los hombros y me mira a los ojos que se encuentras muy juntos mientras me sonríe con una sonrisa tímida.
No sabría por qué me da pero de repente me viene una risa incontrolable y me empiezo a reír en medio de la biblioteca y aunque al principio se sorprende al final acabamos riéndonos los dos juntos.

ESTÁS LEYENDO
¿Y por qué no?
Teen FictionUn niño rico, una chica pobre y un compromiso de por medio. Típica historia? Ni de coña Alexa es una chica alegre y positiva de 17 años que a temprana edad perdió a su madre y desde entonces vive sola con su padre. James no es el típico snob, con un...