cap 1 1.2.3 te encontre!!!

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De pequeña siempre quise ser una de esas protagonistas de novelas, esas mujeres que nunca dejaban de luchar, que siempre aunque eran maltratadas se quedaban con el hombre de sus sueños y terminaban siendo felices al final; pero creo que mi vida ni por un minuto tomaría ese camino, no para una niña que se escapa de un orfanato con 3 chicos mas.

Tae –Kook –Jimin: ¡¡¡Corre Anny!!! ¡¡¡Corree!!!

En este momento debo correr, correr sin ver atrás, solo puedo oír la voz de los chicos mezclarse con el sonido de las sirenas de la policía (¡¡¡Corre Anny!!! ¡¡¡Corree!!!) Pero una luz me ciega por completo y solo observo un auto cruzarse en mi camino bloqueando mi paso, me detengo agitada, mi respiración se hace cada vez mas corta, mientras cierro los ojos temiendo por mi vida y me rindo ante el oficial que me sube a la patrulla con las manos atadas, en ese momento lo único que puedo hacer es cerrar mis ojos fuertemente y dar por fracasado mi escape, otra vez.

No se cuantas veces había intentado escapar de allí, la primera vez fue a los 7 no tenia ni 1 año de haber llegado a ese sitio, incluso no tenia ni 2 días de haber cumplido años, esa noche mi escape fracaso debido a un niño nuevo que habían traído, su nombre era Tae, o así lo llamábamos todos, recuerdo haber tomado mi bolso y caminar sigilosamente hacia la puerta trasera la cual siempre dejaban abierta a las 11Pm mientras el vigilante sacaba la basura, pero cuando pasaba por el ultimo pasillo lo vi, era el, estaba sentado en un rincón del cuarto de vigilancia, sosteniendo el teléfono en sus manos mientras lloraba y gritaba (Papá ven por mi) juro que iba a seguir mi camino, pero oí los pasos del guardia acercarse, yo sabia que el era nuevo, y también sabia lo que le hacían allí a los chicos que tomaban las cosas sin permiso, entre rápidamente al cuarto, quite el teléfono de las manos del chico y tape su boca mientras lo sostuve debajo de la mesa para ocultarnos, pero realmente no me dio tiempo de colgar el teléfono en su lugar y en lo que el guardia entro (¿Quién esta allí?) en mi mente solo corría el sonido de las tablillas impactando contra alguna mano, sabia lo que se sentía, no era la primera vez que ocurría, Tae lloraba demasiado y el guardia comenzó a buscar, así que cerré con fuerza mis ojos, y al abrirlos tome aire y mirando a Tae le hice señas para que hiciera silencio, le di mi bolso y luego salí (Tu otra vez, parece que no has aprendido) baje mi cabeza y este me tomo de la mano y me llevo a la oficina de la directora del orfanato, mientras me alejaba voltee a ver a Tae y le sonreí, se lo que dolía estar aquí la primera vez, lo difícil que es dejar de llorar y querer ver a tus padres una vez mas, sabia que ese dolor era mas fuerte que el de una tablilla impactando repetidamente contra tus manos, que aunque las dejaran rojas y sangrando se curarían, pero del corazón nadie te cura el dolor.

(Aquí le traigo a Anny) (¿Otra vez tú? ¿Ahora que hiciste?) (Parece que llamaba a alguien) (¿A quien? ¿A tus papas? ¿Cómo llamas a alguien que esta muerto? Haha) ese día recibí 15 tablerazos en mis manos, pero esto aunque dolía, solo me hacia resistir mas, y querer huir de allí con mas rapidez. No entendía por que lo hacían, no podía comprender como podían ser tan crueles con nosotros, éramos solo unos niños, creo que el mayor de todos era Monster, he, así lo llamábamos debido a su carácter, era el único que nunca se quedaba callado, tenia 9 años, solo 3 cuando alguien lo dejo en la puerta de este asqueroso lugar y 12 cuando escapo de aquí, junto a Jin que también había llegado el mismo día que el, y el cual era su mejor amigo allí dentro, el también tenia 9 años, y aunque no solía causar tantos problemas como Monster, siempre terminaba siendo castigado junto a el.

Yo no solía juntarme con nadie hasta la noche que recibí el castigo por Tae, además como no hacerlo, el apenas había llegado a ese lugar, no sabia nada, tenia 6 años y acababa de perder a su madre y su padrastro en un accidente de autos, luego fue que me conto que intentaba llamar a su verdadero padre, pero este le colgó; paso toda la noche a mi lado colocando crema en mis manos, entonces comenzó nuestra amistad, debo decir, que una rara amistad. Pasábamos la mayor parte del día juntos, cuando podíamos, del resto estábamos en clases o haciendo tareas como, limpiar los baños, lavar los trastes, a veces hasta ayudar con los mas pequeños, y si lo hacíamos mal; creo que saben la respuesta a eso, mis manos ya estaban muy marcadas, tanto que optaron por castigarme en mis piernas, mi espalda, o donde desataran su ira en ese instante, porque cuando iban a inspeccionar el orfanato nos revisaban, y no podían dejar que nos vieran lastimados. Yo siempre trataba de hacer las cosas bien, pero de una u otra forma algo ocurría y terminaba apretando fuertemente mis ojos cerrados mientras escuchaba como mis manos o mis piernas pedían compasión, pero nunca fueron escuchados.

Nunca había intentado escapar, hasta que recibí mi primer castigo, recuerdo fue una semana después de haber llegado, ese día me negaba a salir de mi habitación a comer, había estado llorando toda la noche anterior, me dolía el estomago, entonces la chica que se encargaba de nosotros, me tomo de la mano y me obligo a comer, debido a este vomite a sus pies, ese día me toco limpiar el suelo hasta que ya no hubiera olor alguno, luego me sacaron al patio y me ducharon directamente de la manguera de agua, estaba haciendo un frio terrible y todos me estaban observando, los obligaban a ver para ponerme de ejemplo por si ellos intentaban o hacían algo como lo que yo hice. Era imposible no dejar de temblar bajo aquella presión de agua que me golpeaba, pero ante todo esto, escuche una pequeña voz gritar (¡YA! ¡DEJENLA!) yo no lograba ver claramente, mis ojos estaban casi cerrados por el agua (¿Quién dijo eso) pregunto la directora, pero nadie contesto (Si no me dicen, los pondré a todos junto a Anny y la acompañaran en su baño) pero aun nadie contestaba, hasta que logre ver una mano que se alzaba temerosa, era Jimin, un niño que había llegado el mismo día que yo, incluso a los dos nos habían llevado en el mismo auto a ese lugar, nunca había hablado con el, teníamos la misma edad, pero al parecer esta no era su primera vez en un sitio de estos, siempre fue trasladado a varios lugares, aunque nunca supe por que; en el momento que lo vi alzando su mano, también pude ver, como Jin tomo su mano rápidamente y la bajo, al mismo tiempo que bajaba su mirada (entonces no van a responder quien grito) el silencio era absoluto, todos tenían la cabeza baja menos Monster (A ver, los quiero a cada uno al lado de esa chica) dijo mientras me señalaba, pero cuando iban a comenzar a caminar hacia mi logre escuchar entre los sonidos del agua y mis dientes chocando por el frio (Fui yo) entonces Monster dio un paso al frente y le hizo gestos a la directora (así que tu; sal y párate a su lado, haber si así dejas de oler a metiche) entonces se quito la camisa y se puso justo al lado mío (de todas formas ya me tocaba baño) me dijo al acercarse. Después de eso, todos mis días fueron de intentos fallidos de escape, pero tenia que intentarlo, así fuera lo ultimo que hiciera, total, que más podía perder si ya todo me lo habían arrebatado.

Todos los días intentaba algo diferente, y todos los días fracasaba; ya no podía sentir mis manos, pero nunca dejaría de intentar; mientras tanto al paso de los días de haber conocido a Tae, no dejaba de dibujar mi nueva ruta de escape, pero el y Jimin siempre se asustaban y terminaban rompiendo mis mapas, pero también, siempre terminaban por acompañarme en mis intentos de huir. Y aunque yo aun nunca les había dicho ni una palabra, ellos igual entendían lo que intentaba hacer; es raro como Jimin termino junto a nosotros dos, no era algo difícil de comprender ya que siempre que me castigaban alguien de la nada colocaba pomada en mis manos mientras dormía, hasta que un día descubrí que era el, pero nunca se lo dije, luego me di cuenta que Tae había comenzado a hablarle y a integrarlo a nuestro dúo, bueno yo lo entendí, tener a alguien junto a ti que te entienda es necesario, pero también hablar con alguien lo es, y yo no había dicho ni una sola palabra desde el momento que me habían traído a este lugar, los tres éramos inseparables, luego, trajeron a Kook, el era un chico complicado en ese entonces, pero quien no lo era si el estar aquí te definía como huérfano, ya fuese por abandono o decisión de la vida que había tomado lo mas preciado de cada uno "nuestros padres" y se los había llevado lejos sin ningún retorno.

("Fly Away")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora