cap 2 ¡Corre!

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Todos siempre fuimos maltratados, humillados, y ofendidos, pero siempre encontrábamos fuerzas en nosotros mismos; a Kook lo protegíamos mas que a nadie, el llego 2 años después que Tae, y era un año menor que el, tenia 7 años para ese entonces. Jimin, Tae y yo tratábamos de cuidarlo siempre, parecía ya no importarnos que nos castigaran a nosotros en vez de a el, incluso Monster y Jin parecían también sentir compasión y un par de veces se culparon por los errores de Kook, creo que todos nos sentíamos en el cuerpo de el, llegando aquí con solo 7 años y todavía aceptando la realidad cruel en la que vivíamos.

Así vimos pasar algunos años, intentando huir de este lugar, ya fuese juntos, o por nuestra cuenta, pero luego de ser atrapados y castigados, nos volvíamos a unir y curar a quien estaba mas herido. Siempre que nos reuníamos escuchaba a todos contar la historia de sus padres, supe que a Monster lo abandonaron aquí después de morir su madre en un hospital y sin tener quien lo cuidara una enfermera lo dejo en la puerta, me entere por que lo escuche de su propia boca, ella le contaba a la directora como la madre de Monster murió, y su padre lo abandono en el hospital al lado de su madre ya fallecida, recuerdo querer arrancarle la garganta a la directora mientras reía al escuchar la historia (Ese niño es un pobre iluso, creyendo que algún día encontrara a su padre, si ni el lo quiso) me retorcí de rabia y dolor mientras escuchaba tras la puerta de la oficina, en uno de mis tantos intentos de escape. Comprendimos por que Jin siempre seguía a Monster a todos lados, pues al parecer su hermano mayor era quien lo cuidaba pero al no poder mantenerlo ni alimentarlo, lo trajo aquí, entonces este se sintió solo y al primero que encontró como el fue a Monster y desde entonces nunca se alejo; la historia de Tae ya la sabíamos, y la de Jimin también, aunque no sabíamos que sus padres habían muerto en un accidente igual que los de Tae; a Kook nunca le llegaron a preguntar como había llegado allí, parecía que no queríamos lastimarlo, y pues a mi, nunca me preguntaban nada, sabían que no hablaría. Hasta esa mañana en la que oí gritar a Kook en la oficina de la directora; salte de la cama y corrí a ver, los chicos estaban detrás de la puerta llorando y sin poder hacer nada, yo los vi e intentando entender lo que sucedía abrí bruscamente la puerta con lagrimas en mis ojos y viendo fijamente al profesor hice funcionar mis cuerdas vocales (¡¡¡YA!!! ¡¡¡ES SUFICIENTE!!!) Entonces este se volteo a verme (¡¡¡SAL DE AQUÍ AHORA!!!) me grito apuntándome con la tablilla (¡NO! ¡NO LO DEJARE! ¡JAMÁS LO HARE!) conteste a sus gritos, mientras veía a Kook arrodillado en el suelo llorando inconsolable y con sangre en su espalda, entonces me acerque a el y lo abrace, pero el profesor no se detuvo, siguió golpeándonos a ambos mientras vociferabas palabras con enojo (A ver si la próxima vez que abras tu boca no sea para entrometerte mocosa inútil) Cada golpe que sentía reventar en alguna parte de mi cuerpo era como colocar mis dedos en agua hirviendo, ardían, y sentía como palpitaban, pero igual nunca solté a Kook; incluso las enfermeras y los guardias tuvieron que intervenir para que el dejara de golpearnos, creo que todos estaban allí en esa oficina.

Luego de aquella golpiza que casi nos dejo inconscientes, nos llevaron a la enfermería, recuerdo siempre tener la mano de Kook agarrada; ese día lo pasamos allí, no comimos, incluso ni nos levantamos de las camas, solo nos veíamos uno al otro, hasta que anocheció, fue entonces que me confeso que la directora lo había llamado para decirle que su mamá que estaba agonizando en el hospital había muerto, ella era su único familiar, y por estar muy enferma fue que a el lo habían traído, me dijo que había destrozado todo en el escritorio de la directora en cuanto esta le dio la noticia, el dolor no lo dejaba pensar; luego me miro y con lagrimas cayendo de sus ojos, me apretó fuerte la mano, yo, lo mire fijo y pasándome a su cama, me acosté a su lado mientras lo abrasaba fuertemente, después de unas horas cuando ya casi se hacia la media noche y estábamos dormidos, Tae y Jimin entraron muy callados llevándonos comida, y mientras nosotros le agradecíamos y comíamos desesperados, se escucho a varios policías hablando a fuera de la habitación, al parecer esa misma noche, Jin y Monster se habían escapado, y para su suerte, lo habían logrado con éxito.

La mañana siguiente después de que Monster y Jin huyeran, incrementaron las guardias, pero aun así no dejábamos de intentar salir de allí; fracasamos un par de veces, hasta intentaron separarnos a los cuatro, cada vez que nos veían reunidos nos ponían hacer oficios, o nos dejaban en clases todo el día para que así no tuviéramos tiempo, ni de huir o reunirnos para planear nuestro escape, solo que esta vez, yo ya no me quedaba muda, como era muy raro cuando me escuchaban hablar, había inventado claves para cada vez que abría mi boca, entonces en cada frase que decía escondía una palabra clave para los chicos, esto parecía que no funcionaba, siempre terminaban descubriéndonos. Hasta que un día, luego de recoger los trastes de la mesa después de cenar, vi las llaves del nuevo conserje tiradas muy cerca de sus pies, no se si por error o era por que el alma de aquel hombre el cual volteaba cada vez que nos golpeaban apretando sus puños se había compadecido, pero lo cierto fue que estaban allí (Ya vuelvo mi niña, iré a recoger las bolsas de los baños, en lo que termines vuelve a tu habitación) (aja, esta bien) respondí mientras mi mirada se centraban en aquellas llaves que radiaban luz, estaba nerviosa, solo espere que se alejara y rápidamente las tome y las guarde en mi bolsillo, camine apresurada hacia mi habitación mientras veía apagarse las luces del pasillo a mis espalda suplicando que el conserje no me llamara o alguien se acercara; dure varios minutos dando vueltas alrededor de mi cama pensando en que hacer, o si alguien se acercaría a gritarme, pero ya después de una hora y temiendo por lo que sucedería, fui al cuarto de los chicos, y les explique nuestro plan de escape; salimos muy callados por el patio, tome las llaves y abrí la puerta por donde salen los empleados, luego de que estábamos a fuera no pensamos dos veces para salir corriendo, estábamos a fuera, recuerdo haber tirado las llaves, y correr y correr tras los chicos, respirábamos libertad, hasta que escuchamos las patrullas tras nosotros.

("Fly Away")Donde viven las historias. Descúbrelo ahora