4. Equipos.

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Gruñí molesta mientras hacía y deshacía mi "peinado"; antes de la hora del almuerzo estaba más que perfecto, digno para tomarme cien fotos, aun sabiendo que de esas cien fotos solo dejaría una, pero no importaba porque me veía bien por primera vez con un peinado simple.

Pero claro, siempre algo lo arruinaba, o mejor dicho, alguien.

-Ya, no te molestes Mer-dijo Dylan en tono despreocupado mientras caminaba a mi lado.-mírale el lado bueno-lo miré levantando una ceja.-puedes decir que tres el look de ese Harry rulitos estilos cuando se hace esa bola de cabello.

Entrecerré los ojos.-ja ja, muy gracioso, primero apréndete su nombre y después critícame-dije enfurruñada mientras terminaba de arreglarme el cabello en una coleta, total, más no podía hacer.

-Ya, tranquila-dijo sonriendo moviéndome de los hombros haciendo que mi cuerpo se moviera de aquí para allá.-deberías de estar feliz por mí, no entiendo porque no lo estas, esto te beneficia más a ti-dijo deteniéndose en frente de su auto para luego volverse a mí con los brazos cruzados.

-Sí, estoy feliz por ti, solo que no le vi necesario el que me despeinaras-dije ya no sonando tan enfurruñada como antes, porque al oír aquello de te beneficia más a ti, me cambió.

Su estado alegre y radiante era porque en la clase de Probabilidad lo habían asignado con Jane para un trabajo en parejas, lo que suponía, pasarían varios minutos juntos lo que me beneficiaba mucho a mí ya que era un punto bueno para mí en la apuesta.

Oh si Baby's

-Bueno, cuando y donde se juntaran-dije mientras miraba mi reloj de la muñeca.

-Hoy, es muy aplicada por lo que quiere hacerlo desde ahora-bufó.-no entiendo porque apresurarse en las cosas cuando aún hay tiempo.

Reí un poco al oírlo.-así no te la ganaras, Dylan. Además, recuerda que también tendrás que fingir en ser listo-dije burlona.

-Oye, yo si soy inteligente-dijo mirándome mientras levantaba una ceja.-soy todo un partido muñeca-dijo guiñando el ojo con una sonrisa de lado.

-Si pero no para ella, muñeco-dije haciendo las mismas facciones que él había hecho haciéndolo reír-

-Auch, eso fue justo a mi corazón, ¿escuchas eso?, es el sonido de mi corazón rompiéndose-dijo tocando su pecho en el lado equivocado.

-Dylan, si eres muy inteligente deberías saber que el corazón está en el lado izquierdo-dije divertida mientras negaba un poco.-sí que eres todo un partido-dije riendo al fin.

-Solo tú te fijas en esas cosas, por eses rara-dijo haciendo una cara de desprecio.-pero así te quiero, un bicho raro en mi vida no me vendría nada mal-dijo besando mi frente para luego alejarse de su auto y abrir la puerta del copiloto.-anda, te llevaré a tu casa.

-Gracias, pero no creas que esto hará que me olvide de que me has llamado rara y bicho raro, eh-dije apuntándolo acusadora mientras me subía a su auto. Lo miré rodear los ojos.

-Lo siento, juro solemnemente que jamás de los jamases, nunca de los nunca, te volveré a llamar así-dijo poniendo su mano en el pecho en el lado correcto.-y ahora, ¿lo hice bien?-dijo levantando una ceja y sonriente comencé a aplaudir.

-Bien hecho, ese es mi chico.


(...)


Cansada y derrotada alejé los libros tirándolos al piso de mi habitación mientras me recostaba en la cama subiendo el volumen del reproductor dejando que Maroon 5 llenara la habitación.

The Perfect Boy » Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora