7. Recuerdos de media noche.

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Estaba completamente lista.

Y vaya que esto podía considerarse como un nuevo récord mundial para el género femenino.

Hace ya varios minutos que James me había llamado pidiendo mi dirección, a lo cual sabía estaba por llegar, por lo que tomé mi celular y un poco de dinero poniéndolo en el bolsillo trasero de mi pantalón para luego bajar hacia la sala donde mi madre se encontraba sentada en el sofá mientras leía una revista de comida, algo que no entendía; leía mucho de ello pero jamás hacía ninguna de las comidas que venían ahí.

-¿Ya te vas?-preguntó sonriendo.

-James está por llegar, no falta mucho-contesté sonriendo de la misma forma para luego oír el sonido del claxon de un auto, haciéndome suponer que era James.-Bueno mamá, me voy-me acerqué a ella dándole un beso en su mejilla.

-Claro hija, solo no llegues tarde o te tocará bañar a los gatos-dijo notándose seria a lo cual sabía no lo estaba en realidad.

Reí divertida negando.-no mamá, no lo haré, bueno, nos vemos.

-Diviértete-dicho eso salí de la casa cerrando la puerta; James se acercaba caminando hacia la puerta.

-Estaba por tocar, tu mamá pensará que soy un chico mal educado-comentó con una sonrisa de lado. Negué divertida.

-No te preocupes, jamás pensaría eso.

James sonrió un poco más y suspiró.-Bueno, me alegra eso, por cierto, te ves muy bien-dijo mirándome para luego darme un beso en la mejilla.

-Gracias-dije sincera mientras sonreía.-tu igual te ves bien, captaras todas las miradas de las chicas ahí eh.

Rio divertido negando para luego comenzar a caminar hacia su auto; abrió la puerta del copiloto dándome el paso. Murmuré un gracias para luego subir a este dejando que cerrara la puerta.

Una vez James ya dentro del auto encendió de este para comenzar a manejar. El corto viaje consistió de pura plática y risas y uno que otro Karaoke al momento de encender la radio.

-Mmm... creo que aquí es-dijo apuntando a una casa de color crema, donde varias personas estaban sentadas fuera en el patio delantero teniendo una plática relajada por cómo se veían mientras sonreían. Reí negando mirando a James.

-Sí que es una pequeña fiesta eh.

-James-dije llamando su atención. Negué demasiado divertida y contesté.-No es aquí, sino allá.

Dicho eso apunté al otro lado de la calle donde una gran casa con demasiada gente fuera de ella y por lo que se veía, también por dentro, se encontraba.

-Oh no puede ser, mejor me hubiera quedado callado-contestó divertido buscando un lugar para estacionar el auto.

Ya estando más cercas, al momento de bajar del auto la música comenzaba a escucharse un poco más alto, hasta podías sentir vibrar la banqueta.

-Bueno, espero esto no sea como aquella película de Proyecto X-comentó frunciendo el ceño al ver a un chico comenzar a vomitar en una maceta.

-Tal vez no lo sea del todo-contesté divertida comenzando a reír por la cara de susto que James había fingido.

La música se escuchó aún más fuerte al momento en que entrabamos a la casa, la sala se había convertido en una pista improvisada de baile donde varios de la escuela y también unos que no, bailaban al son de la música, haciendo que el lugar se sintiera caluroso y con olor a humo de cigarro por aquellos que sostenían uno en su mano.

The Perfect Boy » Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora