12. Su cita.

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Finalmente era viernes. Apenas sonó el timbre avisando que las clases terminaban todos comenzaron a salir sin más. La semana se había ido un tanto lenta, y algo que sabía era que la siguiente lo sería igual ya que habría exámenes.

Tomé mis cosas metiéndolas en mi bolsa, poniéndola sobre mi hombro salí del salón de clases caminando por los pasillos, donde ya no quedaba nadie a pesar de que apenas varios minutos atrás había sonado el timbre; aquí no era como en high school musical que se tomaban cinco minutos para cantar y bailar porque las clases habían terminado. Aquí terminaban las clases y punto, todos queriendo salir ya de aquí.

Saliendo de los pasillos camine por el estacionamiento hacia mi auto; luego de no traerlo desde el inicio de clases por fin me había dignado a hacerlo ya que el caminar de mi casa hacia el colegio era demasiado cansado, o al menos lo era para mí.

Abrí la puerta de mi auto subiendo a él. Saqué el móvil dispuesta a llamarle a Laney cuando alguien abrió la puerta del copiloto subiendo en él para luego cerrarla.

-Disculpa si tardé, el profesor no nos dejaba salir -gruñó ella.

-No te preocupes -contesté encendiendo el auto para comenzar a salir del estacionamiento-. Oye ¿no has visto a Dylan y a Alex?

Se encogió de hombros negando-. No, debieron de haberse quedado entrenando ¿Por qué?

-No, por nada -contesté asintiendo mirando hacia el frente mientras manejaba.

Durante estos últimos dos días no lo había visto, o hablado; en la clase que teníamos juntos, había llegado tarde sentándose en el lugar que usualmente James ocupaba, quien no había ido a clases.

No estaba molesta por que no me hablara, no le veía el punto de estarlo, tal vez él necesitaba su espacio o estaba en sus días en los que tenía un humor que nadie lo podría tolerar. Era solo que jamás había pasado, y me preocupaba.

-Oye -dijo Laney mientras se acercaba a la radio para poner alguna estación-. Hablando de Dylan ¿No lo has notado un poco raro? -preguntó concentrada en encontrar alguna canción que fuera de su agrado.

Fruncí el ceño negando-. No ¿Por qué?

Mentirosa

Se encogió de hombros acomodándose de nuevo en el asiento dejando una estación de música clásica-. Solo preguntaba, yo lo e notado así -me miró -se pone nervioso, y a veces ya no suele ser el mismo de antes.

La mire por un momento con una expresión de incredulidad para luego volver la vista a la calle.

-Bueno... -rodó los ojos-. Sigue siendo el mismo chico con ego bastante alto y con sus constantes comentarios que para él son divertidos, pero me refiero a que -suspiró -ya no mira a otras chicas, ya casi no les hace caso como antes -dijo encogiéndose de hombros.

-Tal vez es porque la cita con Jane se acerca -dije recordándolo-. Además se supone que debe de verse diferente tanto en actitud como en apariencia para ella, es por eso que estamos haciendo esto, para que Dylan pueda gustarle a Jane y terminen saliendo juntos.

Dejó salir un bufido por su parte-. No lo sé, solo digo que se a estado comportando, como dije, muy diferente, y aun mucho más cuando ni siquiera Jane está cerca como para verlo -pude ver que volteo a verme con una pequeña sonrisa -y más cuando está con... -no terminó de decirlo ya que mi móvil comenzó a sonar.

-Podrías contestar por favor, yo no puedo -le pedí a lo cual ella asintió.

-Hablando del rey de roma -dijo divertida-. ¡Hola Dylan!

The Perfect Boy » Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora