10. Es una cita.

7K 470 151
                                    

El día después de que Dylan estaba aquella noche en mi casa se había pasado rápido, así como el dia consiguiente de este por lo que estábamos ya a mitad de semana; los profesores, como grandes amantes de sus materias, no habían avisado que la próxima semana habría examen, por lo que todos —O al menos yo—. Estaba apurada tomando nota de lo que se veía en clase, necesitando ya que el fin de semana llegase lo más pronto posible.

Dylan y yo habíamos quedado en que durante estas dos semanas no haríamos nada para la operación cambiar al chico malo sexy a bueno sexy —Como él había decidido cambiarlo —. Para mantenernos enfocados los exámenes.

—Ya no puedo —Laney gruñó llegando a mi lado recargándose en el casillero al lado del mío—. Detesto las semanas de exámenes.

Reí mirándola—. No sé por qué te quejas, aun asi sacas buenas notas.

—No siempre.

—Pero aun así, lo haces, eres como Dylan —dije divertida cerrando el casillero para luego colgarme mi mochila en mi hombro.

—Creo haber escuchado mi nombre por aquí —comentó Dylan llegando a nuestro lado mientras sonreía de la única forma en que él sabía hacer, una sonrisa que mostraba seguridad y una cara bonita para todas las chicas.

—Escuchaste bien —dije mirándolo—. Por cierto, que tan bueno eres en fisiología—dije con una ceja levantada.

—¿Por qué? ¿Acaso Merely la chica lista necesita mi ayuda en la materia? —dijo sonando divertido, aquella sonrisa aun permaneciendo en su cara, mostrándose arrogante y divertido.

—Pues aunque no lo quiera decir, si, necesito de tu ayuda.

—Bueno, pues podríamos quedar de acuerdo en cuando podría ser —sugirió a lo cual asentí sonriéndole.

—Gracias Dylan.

—Y tu Laney, ¿no necesitas ayuda? —preguntó mirando a mi mejor amiga quien se encontraba recaargada en el casillero mientras hacia un puchero.

—Ugh, no sabes cuánto detesto los exámenes ¿Ya lo habia dicho? —asentí divertida mientras Dylan reía negando—. Pues si, los odio, y no, gracias Dylan pero le preguntaré a Alex si en estos días quisiera estudiar conmigo—Sonreí un tanto divertida al oírla, sabiendo ya cuales eran sus intenciones. Dylan se encogió de hombros asintiendo.

—Bueno, entonces, me voy, tengo clase de Artes, espero y ahora se dignen a apreciar la belleza por hombre que soy y me plasmen en sus dibujos —ambas reímos por aquello.

—Entonces, que te vaya bien —dicho eso se alejó en dirección a la clase, lo vimos a lo lejos al momento en que abría la puerta para luego sostenerla mientras varias chicas pasaban dándole las gracias con sonrisas coquetas, Dylan recibiéndolas con gusto.

Nos miró y nos guiño el ojo para luego entrar.

Rodee los ojos, Dylan jamás cambiaría.


(...)


Suspiros de alivio se escucharon por todo el salón al momento en que el sonido del timbre se escuchaba avisando el término de las clases.

—Al fin —murmuró Dylan enderezando en su asiento; Dylan se había encargado de llegar antes que James para tomar el lugar que siempre le había correspondido dejando así la única opción a James de buscar otro asiento que no fuera el de mi lado.

Comencé a guardar lo que habíamos utilizado durante la clase en mi mochila para luego al igual que Dylan levantarnos del asiento para salir del salón, esperándonos a que la mayoría saliera antes no queriendo ser empujada por ellos.

The Perfect Boy » Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora