The Perfect Boy » Dylan O'Brien

15. Siempre él.

Hola, quise poner esta nota al principio por una importante razón; me disculpo por no haber actualizado durante casi tres meses ésta asi como tambien Papá por accidente (para quienes la leen). Antes de comenzar las vacaciones, estaba atareada y sumamente estresada por trabajos finales, felizmente digo que acabe todo de lo mejor. Y bueno, durante las vacaciones, dirán "porque no actualiza", bueno decidi pasar las vacaciones sin distracción alguna con mi familia, ya que, durante las clases no logro verlos el tiempo que quisiera, y la verdad es que, sea largo o corto el tiempo que paso separada de ellos, los extraño como no tienen idea. En verdad pido disculpa por tardar, puedo decir que hasta mi mamá me dijo que ya no tardara en hacerlo, que dejar en intriga es desesperante. Me reí, pero era verdad.

Les pido mil disculpas por haber tardado, les digo que durante las vacaciones no subí pero si adelanté y arreglé ya capítulos siguientes por lo que ya no habrá retrasos, en verdad se los aseguro. De nuevo mil disculpas, y tambien mil gracias a quienes siguen leyéndola, entenderé si ya no lo hacen por el tiempo que tardé, pero en verdad, ya no sucederá. Les agradezco por sus leídos, votos y comentarios.

Ya sin más retrasos, espero disfruten del capítulo, con mucho amor.

 
Desde el momento en que Dylan había aparecido frente a la puerta de mi casa, el ambiente había cambiado rotundamente, o al menos para mi; y sabía que Laney lo sentía tambien por las miradas nerviosas que me dirigía.

Estaba segura de que mi cara parecía un tomate en aquel momento. Lo sabía porque Dylan se había encargado de decírmelo.

Lo había dejado pasar, saludando a Laney quien se excusó nerviosa diciendo que iba a la cocina por una bebida; sabía que Dylan sospechaba de nuestro nerviosismo, pero no me lo hizo saber.

Durante el rato en que Laney permanecía en la cocina, podía sentir la intensa mirada de Dylan en mi, pero aun asi no me armaba de valor para voltear a verlo.

En primera por los nervios a que me preguntara sobre lo que había escuchado, y en segundo por el miedo a perderme en su hermoso y sexy rostro y quedarme embobada mirándolo.

No, no podría permitirlo.

Pasamos las horas platicando de cualquier tema — pero ninguno que llevara al tema principal —.

Dylan se mantenía muy relajado y atento a las conversaciones que Laney sacaba para que el incomodo silencio no llenara el lugar, dándome a entender que había olvidado lo que había escuchado por lo que me permití sacar todo el aire que había contenido hasta ahora y que mis hombros se relajaran.

Me relaje sabiendo que por el momento, no tendría que dar ninguna explicación sobre quien era la persona de la cual estaba enamorada.

Una llamada a Alex para que se uniera a nosotros y otra platica más, y comenzaba a anochecer.

—¡Ya llegó! —gritó emocionada Laney al escuchar el timbre sonar.

Dylan volteo a verla con las cejas levantadas por la repentina emoción de mi amiga.

Laney se aclaró la garganta—. Quise decir, ya llegó —dijo ahora sin emoción alguna, para, dejando los platos en la mesa salir de la cocina y dirigirse hacia la puerta.

—Soy yo, o Laney se emociona cada vez que Alex está presente —preguntó Dylan, acomodando los vasos en la mesa.

Sonreí divertida encogiéndome de hombros—. Puede ser —respondí, sacando la jarra con te de limón del refrigerador cerrando la puerta de ésta.

La dejé en la mesa, sintiendo la mirada de Dylan volteé hacia él.

— ¿Que pasa? —pregunté, levantando la ceja pareciendo normal, pero la verdad es que estaba nerviosa por la forma tan intensa en que me miraba.