Epílogo

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Suspiré nerviosa, mirando la punta de mis tacones los cuales no eran tan altos ahora que veía a las demás. Si por mí hubiera sido me hubiera puesto unos tenis, pero era el día de nuestra graduación y eso mi madre no lo perdonaría, ni Laney.

Volví a ver mis tacones, más nerviosa al pensar en que podría caer al pasar.

Miré hacia el frente para ver como uno de mis compañeros pasaba hacia el escenario saliendo de detrás de la cortina.

Yo era la siguiente. Suspiré al momento de oír aplausos del otro lado de la cortina, volteé hacia atrás para ver cómo varios chicos y chicas con los cuales había cursado y otros no, esperaban ansiosos y entusiasmados por pasar.

Miré a Laney unos lugares atrás, así como logré ver a Alex, ya que todos estábamos acomodados por orden alfabético.

Laney me sonrió levantando su pulgar, al igual que a Alex quien no dejaba de mirar a Laney con una sonrisa. Reí divertida para luego fruncir el ceño al no ver a Dylan en su lugar unas posiciones más atrás de Alex, pensando por un momento en que  tal vez se había echado para atrás y no pagaría la apuesta.

Como habíamos dicho desde un principio, el que perdiera pagaría la apuesta el día de la graduación, en el cual, ambos perdimos. Dylan como buen chico, según él, no me haría pagar la apuesta, ya que eso no lo hacía un caballero. No insistí ya que se negaba, por lo que deje que él decidiera hacer lo que quisiera por haber perdido.

Algo por lo cual estaba muy ansiosa por ver, no tenía ni idea de lo que haría.

Iba ir a donde Alex se encontraba para preguntar, pero la voz del director llamándome por el micrófono me detuvo.

Mordí mi labio nerviosa comenzando a caminar hacia el escenario saliendo de detrás de las cortinas.

Sonreí recibiendo mi diploma, escuchando unas cuantas palabras de felicitación por parte de todo el directivo y también los gritos y aplausos, el de mi familia haciéndose más notar haciéndome reír.

Bajé del escenario tomando asiento junto con aquellos que ya habían pasado, Jane y James sonriéndome al llegar, quienes ya habían pasado.

—Felicidades —dijo Jane sonriente, soltando la mano de James que tenía entrelazada, se acercó para darme un abrazo el cual recibí.

—Igualmente —respondí, enderezándome en mi asiento. James guiñándome un ojo para luego volver a tomar la mano de Jane.

Varios minutos pasaron, así como compañeros recibiendo su diploma y felicitaciones. Laney pasó, por lo cual nos paramos para aplaudir y gritar, haciéndola reír, haciendo lo mismo con Alex, el cual recibió chiflidos por parte de varias chicas, por lo cual Laney gritó un “ese es mi novio”, haciendo reír a Alex.

—Dylan O’Brien —dijo el director por el micrófono, mirando por donde todos habíamos salido.

Pasaron varios segundos y Dylan no aparecía, lo cual me confundió.

¿Dónde se habrá metido?

Varios segundos pasaron cuando el tema de La marcha Imperial de Star Wars comenzó a sonar en el lugar, para después, ver cómo alguien entraba al escenario con el casco y la capa cubriéndole todo el cuerpo por lo grande que estaba, del ya conocido Darth Vader.

No pasó ni un segundo cuando todos comenzaron a reír, incluyéndome. Sin duda alguna ese era Dylan. Las risas, aplausos y chiflidos se escuchaban por el lugar.

Reí divertida al momento en que veía a Alex sacar su móvil para comenzar a tomarle fotos, al igual que James, con una Jane roja por la risa.

Miré a la familia de Dylan, donde reían junto con mis padres, a excepción de su madre, quien tapaba su cara apenada.

The Perfect Boy » Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora