3. Primera vez.

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Lunes.

El día menos esperado por los jóvenes hoy en día. Y bueno, esto era válido. El día "Lunes" solo daba a entender una cosa; Clases, para los que estudiaban, o los que enseñaban. Caminaba por los pasillos del colegio, normal como siempre, mientras veía a algunos pasar a mi lado caminando como si hubieran sido parte del elenco de The Walking Dead. Y por elenco me refería a los zombies.

Aun faltaba veinte minutos para que las primeras clases empezaran, así que no me apuré en nada. Abrí mi taquilla para guardar algunos libros así como sacar otros.

-¡Buu!-alguien gritó en mi oído haciéndome brincar para luego sentir como mi frente era golpeada con la rendija de mi taquilla.

-¡Auch!-sobé mi frente para luego girarme y ver a Dylan frente a mí.

-Huy lo siento-dijo haciendo una pequeña mueca.-mi intención era asustarte...

-Lo hiciste-lo interrumpí.

-Si pero no hacer que te golpearas, haber-se acercó alejando mi mano, para luego dejar un pequeño beso en mi frente.-listo, ya no sentirás nada.

Y si, como el primer dia, los suspiros encantados de las chicas se escucharon alrededor.

-Tu lado tierno es muy empalagoso-comenté cerrando mi taquilla para luego ajustar mi bolsa.

-Pero te gusta, tu misma me lo dijiste cuando descubriste que si tenia lado tierno-dijo sonriente.

-Lo sé, pero cuando lo haces siento que todas aquí quisieran apuñalarme con sus bolígrafos y pegarme con los libros de Matemáticas-dije un tanto burlona para comenzar a caminar con Dylan a mi lado.

-No creo que lo hagan, además, si lo hiciesen, yo no lo permitiría-dijo acompañado de un guiño.

Sonreí, ya que yo sabia que Dylan decía la verdad, la mayoría de sus amigos, y por amigos me refiero a verdaderos amigos, sabíamos que, Dylan era sincero, cuando prometía algo, lo hacía, y bueno, ese es el lado tierno de él; algo que nunca mostraba con todas aquellas que se le pegaban como garrapata a un perro.

-Mer...-escuché a Dylan canturrear mientras me miraba.

-O, perdón que pasa.

Entrecerró los ojos.-¿Pasa algo contigo?-preguntó, negué.

-No, nada solo estaba pensando-dije restándole importancia.-y además, ¿Porque llegaste a la hora normal?, siempre sueles llegar una hora después-pregunté curiosa deteniéndome.

Se recargó en la pared cruzándose de brazos.-¿Acaso ya lo olvidaste?, recuerda que había dicho que hoy Lunes empezaríamos con la operación "CACMAB"-dijo en tono burlesco.

Levanté una ceja dándole un leve golpe en el hombro.

-Oye, es un gran nombre-dije sonando indignada a lo cuál rió.-además, eso significa que si te importa esto, ¿Eh?

Suspiró mirando al piso.-bueno, como te había dicho, esa chica se a estado colando mucho a mi cabeza y, no quiero que...

-Sea algo más-completé sonriendo un poco. Él asintió soltando un gran suspiro.-Dylan, se que yo acepté a ayudarte con esto pero, no entiendo porque cambiar, tu eres un gran chico Dylan, de verdad que lo eres.

-Pero no creo que...-movió sus manos queriéndose explicar.-alguien como yo le guste.

-Ya veras que si-dije sincera.-ahora, comencemos-dije volviendo a caminar.-lo primero de un chico bueno, ya lo hiciste.

-¿Ya lo hice?-preguntó frunciendo el ceño, asentí mirándolo.-¿Lavar los calzones? ¿Es eso?, porque lo hice hoy en la mañana y vaya que es más fácil de lo que creí-dijo.

The Perfect Boy » Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora