2. Los Términos.

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El fin de semana había llegado demasiado rápido de lo que acostumbraba, por lo que casi y se merecía un baile con vestuario de Indios alrededor de una fogata.

Era sábado, y lo primero que se me vino a la mente era llamar a Dylan para hacer los términos de la apuesta, ¿Porqué?, porque ¡Por Dios!, quería ganar, y algo mejor.

Ganarle a alguien como Dylan.

-¿Que...?-se escuchó la voz ronca de Dylan al otro lado del teléfono.

-Hola Dylan-canturreé recibiendo un gruñido.

-Maldición Mer, son las once de la mañana, ¿Es que no podías esperar un poco más para escuchar mi voz?.

Rodeé los ojos al oírlo.-Dylan, como tu dijiste, son las once no las siete de la mañana como para que sigas dormido.

Un bostezo se escucho por su parte.-lo sé, pero es sábado-gruñó.-que pasa.

-Quería hablar contigo...

-Lo estás haciendo cariño-dijo, supuse que una sonrisa engreída estaba puesta en su cara.

-Quiero que nos veamos hoy-dije sin rodeos mientras salía de mi habitación para bajar hacia la cocina.-para comenzar a planear todo sobre la Operación Cambia Al Chico Malo A Bueno, y también hacer los términos de la apuesta-dije alejando el teléfono móvil para ponerlo en altavoz dejándolo en la barra de la cocina.

-Mmm, creo que sería mejor llamarlo Operación Cambiar Al Chico Malo Sexy Al Bueno Sexy, no lo sé, a todas les encantaría-sin contestar nada abrí el refrigerador sacando la jarra con agua filtrada.

Su risa se escucho desde el teléfono.-¿Te deje sin palabras?.

Engreído.

-No, solo me gusta ignorarte-dije mientras servía del agua en un vaso. Su risa aun más fuerte se escuchó.

-Eso ni tú te lo crees, pero bueno-suspiró.-sí, tu solo dime donde nos vemos y ahí estaré...

-¡Hola hija!-dijo mi madre a mis espaldas quien entraba a la cocina cargando las bolsas del supermercado.

-Hola mamá-me acerqué para ayudarla no queriendo que las cosas o, ella y las cosas se cayeran.

-¡Sra.Davis!-se escuchó Dylan desde el teléfono. Mi mamá frunció el ceño, apunté al teléfono mientras murmuraba un "es Dylan".

-Oh, ¡Hola Dyl!-dijo mi madre con su ya conocido apodo-¿Cómo estás?-preguntó sacando algunas cosas de las bolsas.

-Muy bien, ¿Y usted?.

Yo sabía que si otra persona se lo hubiera preguntado un "tan guapo como siempre" hubiera sido su respuesta.

-Muy bien, gracias-contestó mi madre con una sonrisa.

Me alejé para seguir bebiendo de mi agua.-Dyl, quería invitarlos a ti, a tu hermana y madre a que vinieran a comer, asi que, ¿Que les parece?-preguntó. Me recargué en la barra escuchando la conversación de la que ahora era excluida.

-Oh claro, nos gustaría, le comentaré sobre ello, pero...-suspiró.-una chica que esta enamorada de mi desde tiempos inmemorables me pidió que nos viéramos hoy en la tarde así que...no sé como se lo vaya a tomar.

Rodeé los ojos exagerada ya sabiendo a donde iba con todo esto.

-Oh, ¿Enserio?-preguntó mi madre guardando las cosas en las repisas.

-Si-dijo Dylan haciendo que un puchero de su parte se escuchara. Bufe.-pero, le preguntaré en este momento-se aclaro la garganta.-Mer, cariño, no te molesta que cancelemos nuestra salida, ¿Verdad?-gruñí en desagrado recibiendo una risa de ambos.

The Perfect Boy » Dylan O'BrienDonde viven las historias. Descúbrelo ahora