El fin de semana había llegado demasiado rápido de lo que acostumbraba, por lo que casi y se merecía un baile con vestuario de Indios alrededor de una fogata.
Era sábado, y lo primero que se me vino a la mente era llamar a Dylan para hacer los términos de la apuesta, ¿Porqué?, porque ¡Por Dios!, quería ganar, y algo mejor.
Ganarle a alguien como Dylan.
-¿Que...?-se escuchó la voz ronca de Dylan al otro lado del teléfono.
-Hola Dylan-canturreé recibiendo un gruñido.
-Maldición Mer, son las once de la mañana, ¿Es que no podías esperar un poco más para escuchar mi voz?.
Rodeé los ojos al oírlo.-Dylan, como tu dijiste, son las once no las siete de la mañana como para que sigas dormido.
Un bostezo se escucho por su parte.-lo sé, pero es sábado-gruñó.-que pasa.
-Quería hablar contigo...
-Lo estás haciendo cariño-dijo, supuse que una sonrisa engreída estaba puesta en su cara.
-Quiero que nos veamos hoy-dije sin rodeos mientras salía de mi habitación para bajar hacia la cocina.-para comenzar a planear todo sobre la Operación Cambia Al Chico Malo A Bueno, y también hacer los términos de la apuesta-dije alejando el teléfono móvil para ponerlo en altavoz dejándolo en la barra de la cocina.
-Mmm, creo que sería mejor llamarlo Operación Cambiar Al Chico Malo Sexy Al Bueno Sexy, no lo sé, a todas les encantaría-sin contestar nada abrí el refrigerador sacando la jarra con agua filtrada.
Su risa se escucho desde el teléfono.-¿Te deje sin palabras?.
Engreído.
-No, solo me gusta ignorarte-dije mientras servía del agua en un vaso. Su risa aun más fuerte se escuchó.
-Eso ni tú te lo crees, pero bueno-suspiró.-sí, tu solo dime donde nos vemos y ahí estaré...
-¡Hola hija!-dijo mi madre a mis espaldas quien entraba a la cocina cargando las bolsas del supermercado.
-Hola mamá-me acerqué para ayudarla no queriendo que las cosas o, ella y las cosas se cayeran.
-¡Sra.Davis!-se escuchó Dylan desde el teléfono. Mi mamá frunció el ceño, apunté al teléfono mientras murmuraba un "es Dylan".
-Oh, ¡Hola Dyl!-dijo mi madre con su ya conocido apodo-¿Cómo estás?-preguntó sacando algunas cosas de las bolsas.
-Muy bien, ¿Y usted?.
Yo sabía que si otra persona se lo hubiera preguntado un "tan guapo como siempre" hubiera sido su respuesta.
-Muy bien, gracias-contestó mi madre con una sonrisa.
Me alejé para seguir bebiendo de mi agua.-Dyl, quería invitarlos a ti, a tu hermana y madre a que vinieran a comer, asi que, ¿Que les parece?-preguntó. Me recargué en la barra escuchando la conversación de la que ahora era excluida.
-Oh claro, nos gustaría, le comentaré sobre ello, pero...-suspiró.-una chica que esta enamorada de mi desde tiempos inmemorables me pidió que nos viéramos hoy en la tarde así que...no sé como se lo vaya a tomar.
Rodeé los ojos exagerada ya sabiendo a donde iba con todo esto.
-Oh, ¿Enserio?-preguntó mi madre guardando las cosas en las repisas.
-Si-dijo Dylan haciendo que un puchero de su parte se escuchara. Bufe.-pero, le preguntaré en este momento-se aclaro la garganta.-Mer, cariño, no te molesta que cancelemos nuestra salida, ¿Verdad?-gruñí en desagrado recibiendo una risa de ambos.
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The Perfect Boy » Dylan O'Brien
FanfictionSabía que la mayoría de las chicas estaban locas por él. Pero ahora Dylan O'Brien no estaba tan convencido de ello al saber que la chica que le "gustaba", ni se inmutaba como todas por él. ¿Es que ella no era normal?