Capítulo 4. 'Insegura'Una semana. Justo una larga semana había pasado desde la mudanza y ya estaba asfixiándome por estar encerrada en casa sin nada que hacer gracias a la fuerte lluvia que día con día atormentaba al pequeño pueblo de Linndale.
Y no me mal interpreten adoraba la lluvia, el sonido que hacían las gotas al caer al asfalto frío y el olor que desprendían a tierra mojada es simplemente una cosa que me relajaba, pero sobre todo me recordaba demasiado a mi infancia, cuando mamá horneaba unas cuantas charolas de su pan especial junto con una buena taza de chocolate caliente; pero esos recuerdos se borraban al caer la noche junto con los espeluznantes truenos que traía consigo, al igual que la interminable oscuridad.
Y al parecer Zuki compartía el último pensamiento conmigo al ponerse erizo cuando el cielo se tiñaba de negro.
Pero sin duda hoy iba a ser un día magnífico, ya que desde que desperté temprano unos cuantos rayos de sol se habían colado entre mis cortinas dándome de lleno en la cara, mientras que yo disfrutaba de esa sensación de calidez, feliz por ver el cielo adornado con un gran y brillante sol.
Después de una rica rebanada de pastel de chocolate hecho por mamá como desayuno, me acurruque en el sillón de la sala junto con Zuki, quien se la pasaba ronroneando mientras le rascaba tras la pequeña oreja. Escuche unos ruidos cerca de la puerta. Unas pisadas lentas, y a continuación un fuerte golpe contra algo duro, y un gruñido junto con una maldición no se hizo esperar de aquella persona; definitivamente se trataba de Marco.
—Papá, ¿qué haces? ¿Estás bien?— pregunté con un matiz de preocupación en la voz cuando estuve frente a él.
—Baja la voz— contestó posando su dedo índice en su boca en señal de silencio.
—¿Por qué?— susurré —¿A dónde vas?— fijé mi atención en el portafolio que llevaba en su mano izquierda.
—A la entrevista de trabajo— abrió lentamente la puerta.
—¿Y por qué tanto misterio?.
—Es que quiero darle la sorpresa a Helen si es que me contratan.
—Bien— dije no muy convencida de su actuar— Entonces suerte— le sonreí en verdad esperanzada de que le dieran el trabajo.
—Gracias hija, regreso al rato—asentí y el sólo salió por la puerta cerrándola con igual cuidado que al momento de abrirla. Bueno, si él podía salir ¿por qué yo no?
—Mamá, vuelvo al rato, voy a dar una vuelta a la manzana— tome mi bolso y me dispuse a salir sin esperar una respuesta de parte de mi progenitora.
Como había dicho antes, hacia un clima estupendo, el sol calentaba adecuadamente, y podías oír el canto de algunos pájaros alrededor.
El pueblo sí que era pequeño, pero bonito.
En menos de lo que pensé llegue a un lindo y acogedor parque, con unas cuantas bancas blancas alrededor de varios árboles y pasto. Niños corrían de un lado para otro jugando, mientras sus padres hablaban animadamente entre ellos, viendo como sus hijos disfrutaban. Me senté en una de esas bancas, observando todo a mí alrededor.
{...}
Perdí la noción del tiempo, y cuando menos me lo espere ya había anochecido. Dando por terminado mi recorrido por el día de hoy, emprendo mi camino de regreso a casa.
Las calles ahora estaban desiertas, silenciosas y frías, en comparación de hace unas horas.Debo admitir que el miedo comenzó a entrar en mí.
Era de esas chicas, que aunque aún no pasara nada, mi mente ya estaba maquinando miles y miles de historias en las cuales yo por supuestamente salía perjudicada.
Intente eliminar todos esos malos pensamientos de mi mente, concentrándome únicamente en llegar, pero si como mi mente llamara al peligro sentí aquella mirada de nuevo en mi espalda como la vez en el supermercado.Unas pisadas fuertes tras de mí y la sensación de alejarme de aquel desconocido se apoderaron de mi cuerpo.
Instintivamente mis piernas cobraron un poco de vida, avanzando con mayor velocidad.Trate de convencerme a mi misma que nadie me seguía, que sólo eran juegos sucios de mi mente, pero al darme levemente la vuelta descubrí a un sujeto encapuchado justo unos cuantos pasos tras de mí, con sus manos en los bolsillos de sus pantalones viéndome con una mirada intimidante.
Le pedí a mis piernas que se movieran más y sin pensármelo dos veces empecé a correr lo más rápido que pude.
Al cabo de varios minutos corriendo que para mi fueron agonizantes gracias al miedo que corría en mi interior logré encontrar un callejón y esconderme en el.
Estaba sudando frío, y sentía que en cualquier momento me desmayaría, la respiración me estaba fallando y mis ojos escocían con lágrimas que necesitaba dejar salir. Me apoye en la pared de ladrillos al lado de mi, tratando de regular mi respiración y rezando para que ese sujeto me haya perdido de vista gracias a la oscuridad.
Pasaron otros interminables minutos, y justo cuando estaba lista para poder salir de mi 'escondite' sentí nuevamente esa respiración en mi cuello y justo después una mano en mi boca ahogando el grito de desesperación que salía desde el fondo de mi garganta seca.
***
¡Hola! Gracias por leerla y sus votos! me hacen feliz! :) Si te gustó el capítulo estrellita por favor!
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Vendetta {Harry Styles} TERMINADA
Fanfiction"No debes confiar en nadie. Ni en tu propia sombra" Harry Styles prometió cobrar venganza por la muerte de sus padres. No descansará hasta ver que aquel desgraciado que arruinó su vida este de rodillas suplicándole perdón. E...