Capítulo 27. 'Si te asustas pierdes'.
-Sube al auto- dijo Harry y desactivo la alarma, abriéndome la puerta del copiloto.
Mordí mi labio indecisa, debatiendo me entre sí hacerle caso o darme media vuelta y regresar con Sam. Esto no tendría que ser un problema para mi, puesto que si tenía un lado racional definitivamente elegiría lo segundo, que era lo correcto; pero últimamente esa parte había desaparecido en mi. O simplemente yo ya no le quería hacer caso.
-Sube- ordenó. Creo que empezaba a impacientarse.
La verdad es que yo también quería habla con él. Por lo que sin más que pensarlo hice lo que me pedía.
Cerró la puerta que sostenía para mi, le dio la vuelta al vehículo y entró en el lado del piloto.
-¿Y bien? ¿De qué quieres hablar?- solté observándolo de reojo.
Harry se pasó nervioso una mano por el cabello. Giró su rostro hacia mi, mirándome tan atentamente que llegue a pensar que podía leer mis pensamientos.
-Lo siento- soltó un suspiro y se volvió a pasar ambas manos por su cabello, despeinando lo.
-¿Qué?- jadeé sorprendida. Mi cara en estos momentos debe ser un poema.
-No me hagas repetirlo- susurró y su mandíbula se tensó. No sabía si estaba enfadado por haber dicho eso o por mi respuesta, pero ¿que podía decir? A leguas se notaba que el era una de esas personas que se disculpan y no entendía el porque lo hacia ahora.
Yo lo había escuchado claramente, pero eso no reducía mi asombro.
-¿Por qué?- mi boca sólo dejaba salir preguntas cortas. Genial.
-¡Mierda Leila!- soltó en un gruñido-Siento que me hayas visto besando a Kylie y por todas las veces que te he estado jodiendo- inclino su cabeza hacia atrás, recostando la en la parte superior del asiento.
Mi mente trataba de asimilar las palabras de Harry, una por una. ¿Segura que no era un sueño? O peor aún ¿una broma? ¿Por qué tan repentinamente se preocupaba por lo que pudiera pensar de él?
-Harry...-susurré a penas-Esto, ¿por qué me pides disculpas?, te recuerdo que tu y yo no somos nada- en cuanto las últimas palabras salieron de mis labios, decidí no haberlo hecho. Me habían dejado un raro sabor de boca, haciendo que mi estómago se encogiera. Aunque fuera la verdad, dolía y no sabía el motivo.
Se giró a verme, endureciendo su mirada- Me importas Leila, por eso. Joder ¿que no lo ves?-
Negué con la cabeza, no podía caer a sus pies. Harry sólo podría preocuparse por el mismo, nadie le importan excepto él.
-¿Puedes sólo aceptar mis disculpas y ya?- coloco sus manos en el volante apretándolo tan fuerte que sus nudillos llegaron a ponerse blancos por el esfuerzo.
Asentí mordiendo levemente mi labio. Vi como ambas manos comenzaban a relajarse y su mirada seguía puesta en mi, expectante.
-Llévame a casa, por favor- me removí incómoda en mi asiento, cada vez más nerviosa. No me gastaba que me miraba de esa forma. Hacia qué me entrarán escalofríos por todo el cuerpo.
Negó con la cabeza, volteándose hacia al frente. Suspiré aliviada.
-Antes quiero llevarte a un lugar- encendió el auto, poniéndolo en marcha.
-Harry...,- advertí. No podía llegar tarde o si no mamá se podría aún más histérica.
-Será rápido, lo prometo- salimos del estacionamiento. El estaba muy concentrado manejando. No despegaba su vista de la carretera.
Mi subconsciente me recordó a Sam y recé internamente que me perdonará por dejarlo en el cine sólo.
-¿A dónde vamos?- pregunte. Observe a mi alrededor como íbamos dejando atrás las calles principales en el centro de Linndale.
-Ya verás, es una sorpresa- me vio por un segundo, antes de volver a girarse. Pude notar un brillo de diversión en su mirada.
El auto subió en poco de velocidad. Me acomode en el asiento, pasando el cinturón de seguridad por mi cuerpo.
Esperaba que no fuera un viaje tan largo.
-Harry, ¿seguro que no estamos perdidos?- pregunté preocupada por quinta vez.
Llevábamos en el auto media hora aproximadamente. Y al parecer estaríamos en el otros treinta minutos más. Empezaba a impacientarme, ¿cuánto tiempo más tardaríamos en llegar? Ya había anochecido y estaba realmente segura que mamá me estaba esperando con un enorme sermón, el problema ahora era ¿cuándo llegaría?
-Ya te dije que si, es sólo un atajo- murmuró sin mirarme siquiera.
Apoyé mi cabeza en la palma de mi mano, un tanto aburrida.
El auto hizo un ruido extraño para segundos después detenerse por completo en medio de una desolada y oscura carretera-si es que en verdad lo era- bajo un viejo puente. Genial, no.
-¡Mierda!- siseó Harry golpeando el volante. Frunció el entrecejo molesto.
-¿Qué sucede?- sentí el miedo empezar a subir por mi cuerpo pero trate de frenarlo, me encontraba con Harry, y confiaba que juntó a el nada malo podría ocurrirme. O al menos eso esperaba.
-Creo que se le agotó la gasolina- se quitó el cinturón todavía enfadado.
-¿Cómo que se agotó? ¿Qué no lo revisaste antes de salir?- esto en verdad no podría ser peor.
Me lanzo una mirada furibunda, haciendo que me hundiera en mi asiento. Debería de dejar de hacer preguntas estúpidas.
-Veré si tengo algún bote en la cajuela- hice un ademán de desabrochar mi cinturón para bajar con el y ayudarlo, pero el al ver mis intenciones me detuvo-quédate aquí, esta empezando a helar afuera, prende la calefacción del auto si quieres- cerró la puerta tras de él. Y lo seguí con la mirada, mientras abría la cajuela y esta interrumpía mi vista.
Me gire al frente e hice lo que había dicho hace unos instantes.
Frote ambas manos, calentándolas levemente. En verdad, el frío comenzaba a estar presente. Eso significaba que no tardaría en nevar o llover, lo que sucediera primero.
Un golpe en mi ventana hizo que me sobresaltara. Me encontré con el rostro de Harry, haciendo unas señas para que bajará el vidrio.
-Malas noticias- dijo y un poco de humo blanco salió de sus labios debido a la baja temperatura-no tengo nada que me sirva, pero cerca de aquí hay una gasolinera, puedo ir y regresar pronto para irnos- sus mejillas estaban un tanto sonrojadas al igual que su nariz, dándole un aspecto muy tierno.
-Te acompaño- trate de abrir la puerta pero el coloco su mano encima de la mía, impidiendo lo.
-No tardare mucho, lo prometo. Es mejor que no salgas- acaricio suavemente mi mano.
-No me dejes sola, por favor-implore, casi poniéndome a llorar. Me veía patética, pero prefería eso mil veces a que algo sucediera mientras el no se encontraba conmigo.
-Hazme caso Leila, no va a pasarte nada- acaricio mi fría mejilla con su mano-confía en mi-
Asentí, segura que confiaba en él, eso era más que obvió. Pero seguía sin agradarme la idea de quedarme en el auto.
-Pásame la linterna que está en la guantera- abrí el pequeño compartimento, encontrándome con dos linternas medianas, tome la de color negro y se la pasé.
-No tardes- le mire con mis ojos suplicantes.
-No lo haré- susurro dándome una leve sonrisa, haciendo que sus hoyuelo se marcaran-Ponle seguro a todas puertas y sube el vidrio- ordenó. Se alejó del vehículo, encendió la linterna y se fue caminando en dirección recta.
Obedecí haciendo todo lo que había pedido.
Encendí la radio, para distraerme en algo mientras Harry regresaba. Que esperaba fuera pronto.
Cerré los ojos, escuchando la voz de Christina Perri filtrando se a través de mis oído con la canción 'Jar of hearts'.
Un ruido en mi ventana llamó atención haciendo que abriera los ojos. Observe a mi alrededor, pensando un tal vez Harry estaba de vuelta, pero no había nadie ni nada, salvó la aterradora oscuridad.
Otro ruido y mi respiración se cortó. ¿Por qué Harry tardaba demasiado? Empezaba a asustarme de verdad.
Una sombra oscura pasó frente al auto. Apenas y pude distinguir el movimiento, pero sentía que alguien me estaba observando.
Saque rápidamente la linterna, la encendí y alumbre frente a mi, encontrándome con el cuerpo de alguien parado en medio de la carretera. Estaba vestido completamente de negro, inclusive su rostro estaba cubierto. Por lo que no podía distinguir de quien se trataba.
Me queda estática, con la linterna aún apuntando hacia su dirección. Mis manos comenzaron a temblar. La persona frente a mi dio varios pasos, acercándose al auto.
Presa del pánico apagué la luz y abracé el aparato, calmando mi respiración acelerada.
Un grito salió de mis labios, lastimando mi garganta cuando sentí un golpe tras otro en la puerta donde me encontraba.
Mis ojos escocían por las lágrimas que querían salir.
-¡Aléjate!-grité desesperada. Golpee el cristal con ambos puños cerrados. Quería salir de aquí, no podía estar pasando esto de nuevo. ¿Qué jamás podría estar tranquila? No era justo.
Deje escapar un sollozo desgarrador. Cubrí mi rostro y me hundí en el asiento, dejando que las lágrimas fluyeran.
Simplemente ya no podía con esto.
Unos segundos después todo se volvió silencioso. Levanté la vista tratando de encontrara algo, pero fue inútil, no se odia distinguir nada.
Limpié mis mejillas y me quite el cinturón. Sabía que lo que haría a continuación sería realmente estúpido. Pero en verdad necesitaba cerciorarme de que aquel desconocido se había ido.
Tome la linterna y abrí la puerta del copiloto. En cuento estuve fuera del vehículo encendí el pequeño aparato, alumbrando mi camino. Como lo había pensando éramos los únicos aquí, y eso me ponía realmente nerviosa.
Camine alrededor del auto iluminando por donde caminaba.
Suspire un poco aliviada cuando no encontré nada.
Lo mejor sería volver a entrar al coche y esperar a Harry ahí, aparte de que en verdad haciendo demasiado frío.
El crujir de una rama se escucho tras de mi. Voltee lentamente, con mis ojos abiertos de par en par. Trague saliva sonoramente esperándome por lo peor.
El desconocido estaba cada vez más cerca de mi, caminaba lentamente, estudiando mi reacción.
Agarré fuertemente la linterna, trazando en mi mente un plan. Si el osaba a acercarse más a mi le daría en la cabeza con esto. Bueno al menos esperaba hacer un intento.
Un paso tras otro resonaba en el frío cemento, extendiéndose a mi alrededor como un eco.
Mi valentía de un segundo se esfumó y me di la vuelta corriendo lo más rápido posible.
La linterna se me había caído y no podía distinguir donde pisaba. Esto era un terrible desastre.
Mis ganas de llorar de nuevo me atacaron. No era posible que en cualquier situación recurriera a eso.
No supe cuanto tiempo estuve andando, hasta que mi cuerpo chocó con algo duro. Levanté mi vista atemorizada, pero mi semblante cambio cuando me encontré con los hermosos ojos esmeralda de Harry, viéndome con preocupación.
-¿Leila, que haces aquí?- tomó mi rostro entre sus manos, percatándose de mis ojos rojos-Te dije que te quedarás en el auto- susurró reprimiendo me, pero yo no lo estaba escuchando. Pase mis brazos por su torso y me aferre a el, escondiendo mi rostro en su pecho.
-Tardaste demasiado- mi voz salió entrecortada. Respire profundo, inundando mis pulmones con su embriagante aroma.
-Lo siento, la gasolinera esta lejos- se disculpó y dejo un beso en mi coronilla.
No pude soportar lo suficiente y me eché a llorar en sus brazos.....de nuevo. Esto se me estaba haciendo una costumbre,
-¿Qué tienes? ¿Estas bien?- se alejó un poco de mi, para observar mi rostro.
Negué con la cabeza bajando mi vista- Alguien quiso robar el auto, no se, me asusté- hipé varias veces, mientras intentaba explicarme, pero ni yo misma lo sabía.
Harry frunció el ceño un tanto confundido. Entrelazó su mano con la mía y caminamos de vuelta a donde se encontraba el vehículo.
Cuando llegamos no había nadie, nada. Todo estaba tan silencio y oscuro que llegue a creer que había sido parte de mi imaginación; pero no, yo había visto claramente alguien aquí.
Harry se agachó y recogió la linterna roja que había dejado caer cuando salí corriendo.
-Te juro que vi a alguien- susurré, temerosa de que no me creyera.
Se acercó a mi y plantó un casto beso en mi frente.
-Sube al auto, te llevaré a casa- asentí afligida. Era obvio que pensaba que todo me lo había inventado.
El transcurso de regreso a mi hogar fue en completo silencio, ambos estábamos sumidos en nuestros pensamientos, y claramente ninguno tenía ganas de romper aquel extraño silencio.
Baje de su coche sin despedirme siquiera y entré a mi casa de igual manera. No salude a ninguno de mis padres, sólo subí directo a mi habitación.
Todo lo que había sucedido simplemente era demasiado para mi.
Entré al baño en mi cuarto y lavé mi cara. Debía quitarme cualquier rastro de mi llanto me caso de que mamá irrumpiera en mi habitación pidiéndome explicaciones, que claramente no tardaba en hacer.
Me coloqué mi pijama y cepillé mis dientes.
Escuché una puerta cerrarse, apreté mis ojos esperando el sermón de mamá.
-¿Por qué no me dijiste lo que te habían hecho?- eso claramente no me lo esperaba. Mucho menos que la persona que se encontraba en mi habitación fuera Harry.
Me gire para enfrentarlo, pero me arrepentí cuando vi un clara expresión de enfado y preocupación en su hermoso rostro.
-¿Quien te dijo eso?- trate de sonar calmada. Pero tenía los nervios en punta.
-Tu mamá, así que no intentes negarlo- su voz sonó fría y distante.
Pensé algo que contestar, pero era obvio que el ya sabía todo.
En estos momentos no estaba tan contenta con mi madre. Definitivamente tendría una charla muy amena con ella.
Paso por un lado suyo dirigiéndome a mi cama. Me quite la pulsera plateada que traía puesta en mi muñeca y abrí el pequeño cajón del tocador para guardarla.
Un pieza de papel blanco captó mi atención. Cada vez más nerviosa lo agarré y leí.
Sentí la respiración pesada de Harry en mi nuca, poniéndome la piel de gallina. Arrancó de mis dedos aquel pedazo de papel.
-Quien se asusta pierde- leyó en voz alta claramente desconcertado. Hizo bola el papel y apretó las manos, cerrándolas en puños.
-¿Qué mierda es esto Leila?- tenía la mandíbula apretada y no levantaba su vista del suelo.
Me llevé una mano a la frente haciendo un leve masaje.
Esta sería una larga noche.
***
¡Aquí esta el capítulo nuevo! Gracias por los votos, comentarios y lecturas. ¡GRACIAS!
Tengo pensado subir otro fanfic de Harry, pero este lo empezaría a subir hasta el 2014 a mediados de enero, no se. En estos días subiré la sinopsis y el trailer y todo. Se llamará tantantan *redoble de tambores* 'Dark Secret'. Luego cuando la suba, les avisó para que se pasen si quieren y haber si les llama la atención que espero que si. Obviamente será diferente a esta historia. Ya verán :D x
Muchos besos y subo el siguiente capítulo el vienes. ¡COMENTEN QUE LES PARECIÓ POR FAVOR Y DEJEN UN SENSUAL VOTO!
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Vendetta {Harry Styles} TERMINADA
Fanfiction"No debes confiar en nadie. Ni en tu propia sombra" Harry Styles prometió cobrar venganza por la muerte de sus padres. No descansará hasta ver que aquel desgraciado que arruinó su vida este de rodillas suplicándole perdón. E...