Vendetta {Harry Styles} TERMINADA

Capítulo 24. '¡Corre!'

Capítulo 24. '¡Corre!'

Que irónica podía llegar a ser la vida algunas veces e incluso también las personas. Simplemente no entendía que ganaba la gente mintiendo. ¿Era tan difícil decir la verdad? Aunque claro, yo tampoco tengo el derecho de hablar sobre moralidad cuando obviamente he tenido errores, ya que al fin y al cabo sigo siendo humana, pero al menos yo no ando por la vida mintiendo sobre el paradero de mis padres y creando ilusiones falsas a personas quienes les puedo llegar a importar.

Lo mire por última vez a los ojos, y sin más que expresar me di la vuelta para tomar el camino que conducía a mi casa. Escuche el sonido de unas pisadas tras de mi y aunque no lo aceptara, tenía una pequeña esperanza de que fuera Harry el que me estuviera siguiendo.

-¿Te puedo acompañar a tu casa?-la voz de Steven sonó a mi lado y mi decepción se so presente por unos cuantos segundos, antes de que decidiera cerrarla con candado en los más profundo de mi. No era posible que a pesar de haber visto aquel beso, todavía quería que Harry estuviera aquí. No podía ser más estúpida. No me sentía triste sólo decepcionada. Harry me había mentido más de dos veces y yo sólo quería una explicación de su motivo. Nada más, al fin y al cabo el y yo no éramos nada, así que no podía recrimine le nada sobré con quien se enreda, seguimos siendo dos desconocidos.

-Claro- murmure sin apartar mi vista del suelo.

-¿Estas bien?- asentí. Voltee a mirarlo y le di un débil sonrisa. Quería encerrarme en mi cuarto, estar sola y sólo pensar.

{...}

Llegue de la escuela quince minutos después, Steven se había quedado en su casa que estaba sólo a unas tres cuadras antes de la mía, vivíamos muy cerca. Y al parecer eso había puesto muy feliz al chico, ya que me había comentado algo sobre salir alguna vez a tomar un helado. Había aceptado, pero diciéndole que yo le avisaba, no lo conocía muy bien, ya que sólo había estado hablando con el hace como dos semanas, pero podíamos llegar a ser muy buenos amigos.

Abrí la puerta de la entrada con mis propias llaves, entré cerrando la puerta tras de mi. Deje mi mochila en el suelo y camine adentrándome a la casa. Encontré a mi papá muy cómodo en el sillón de la sala, cambiando los canales de la televisor frente a el.

-Hola, papá ¿cómo te sientes?- salude alegremente. Marco volteó mostrándome una enorme sonrisa.

-Hola cariño-hizo ademán de levantarse, pero rápidamente me acerqué a él-Ya me siento mucho mejor-

-Me alegro papá, pero sabes que todavía debes mantener reposo. Las costillas rotas no sanan tan rápido-

-Lo sé, pero me aburro aquí sin hacer nada- se quejó. Parecía un niño haciendo rabietas.

-¿Y mamá?-

-Se fue hace rato a trabajar- tomó el control remoto y siguió cambiando los canales.

-¿Tienes hambre?- asintió y me levan es el sillón. Camine a la cocina, dispuesta a cocinar algo. Algo sencillo que esperaba no se me quemara.