-¿Cómo te fue en tu primer día Leila?- pregunto mamá mientras cocinaba crema de zanahoria.
Yo me encontraba en la barra de esta misma viendo atentamente cada movimiento de mamá.
Aunque no lo crean a mis 17-casi 18 años- todavía no sabía cocinar; a lo mucho que llegaba era a hacer algún huevo estrellado o revuelto, y por supuesto un exquisito cereal con leche, no más. Desde qué cumplí los 15 mamá había estado muy entusiasmada con enseñarme a cocinar, con la ayuda de las recetas que nos dejo mi abuela Christina que en paz descanse, madre de mi mamá. Mi querida 'abu'- como así la llamaba yo- hacia unos platillos riquísimos.
Ella también le había enseñado a mamá y para que le quedarán parecidos decidió dejarnos todos sus secretos culinarios, aunque claro por más que se esforzara mamá nunca le quedaban iguales, pero no estaban nada mal.
-Estuvo agradable- dije recordando sobre todo al 'oji-verde'.
-Y ¿alguna amiga, amigo? O ¿algún chico guapo que hayas conocido?- volteo a verme levantando una perfecta ceja delineada.
-Mamá fue mi primer día, sabes que es imposible hacer amigos el primer día- iba a protestar pero continúe- al menos para mí. Con suerte y me miraron.
-Lo sé hija, pero tuvo que haber alguno que te llamara la atención. Y aparte ¿por qué no te iban a mirar? Si eres hermosa- se acerco hasta donde me encontraba sentada y me apretó cariñosamente una de mis mejillas con su suave mano.
-Sólo lo dices porque eres mi mamá. Aceptemoslo- Apenas y pude terminar de decir eso porque ya tenía su mirada asesina fija en mi.
-Deja de decir eso. Basta de hacerte sentir menos tu misma- me advirtió señalándome con su dedo índice. No quería tener de nuevo esta conversación con ella. Aparte de incómodo, no me sentía del todo bien hablando de estos temas con ella.
-¿No se les olvidó mandar mi bicicleta con las cosas de mudanza no?- pregunte temiendo que la hayan dejado en el patio de mi antigua casa. Y claro para cambiar de tema.
-Por supuesto que no. Está en el garage. ¿Por qué?-
-Quería pasear un rato con ella. Ir al parque que está aquí cerca-
-Está bien puedes ir-
-Gracias mamá, no me tardo- me levanté y le di un beso en la mejilla como despedida, antes de que me diera vuelta para retirarme ella tomo delicadamente mi brazo deteniendome.
-Y por favor no te quiero volver a escuchar que digas ese tipo de cosas. ¿Entendido?- yo solo asentí y salí de ahí directo hasta mi amada Claire.
Una preciosa bicicleta antigua, color azul cielo, con una mediana canasta blanca al frente me esperaba recargada en la pared del fondo del viejo garage.
El clima el día de hoy estaba bastante normal, no hacia ni frío ni calor. Sólo un refrescante viento que claro no soplaba con demasiada fuerza. Perfecto para dar un tranquilo paseo por las calles de Linndale. O bueno eso era lo que creía.
-¡Cuidado!- escuche el grito de advertencia de alguien unos cuantos metros al lado de mi, pero no me dio tiempo de voltear para saber sí me lo decía a mí, ya que sentí como algo impactaba con migo haciendo que tanto mi querida Claire y yo cayésemos al suelo, junto con aquella persona. Creo que al momento del golpe mis piernas quedaron entremetidas entre algo de la bici, porque me dolía horriblemente el tobillo.
-Lo siento. ¿Estás bien? En verdad cuanto lo siento- dirigí mí vista hacia el portador de esa voz, encontrándome con un chico más o menos de mi edad, quitándose el polvo de su ropa y levantando su bici. Para después darme una mano ayudándome a mí a levantarme.
Cuando estaba por enderezarme por completo, mi tobillo empezó a punzar de dolor un poco más. Me queje, haciendo una gran mueca.
-Espera, deja reviso tu pie- dijo ese chico. Otro más a mi lista de 'sin nombres'.
Creo que tengo que cambiar de táctica cuando conozca a alguien nuevo. Primero preguntarles su nombre.
-Está muy rojo tu tobillo, de seguro mañana estará muy hinchado- se pasó la mano por su sedoso cabello castaño claro y su mirada cayó en la mía.
- Lo siento.-Vaya, creo que me había quedado muda. -uhm.... Soy Sam Parker- me extendió una mano la cual volví a tomar, pero ahora como saludo.
-Leila Woods- respondo con una leve sonrisa.
-¿La nueva no?-
-s..si- genial tenía que empezar a tartamudear-¿Tanto se nota?.
-No, pero digamos que las noticias corren rápido en este pueblo. Si alguien se muda, no pasa de un día cuando todos lo saben- sólo asentí y volvía darle otra sonrisa. Ya no soportaba estar ni un minuto más de pie, sentía que mi tobillo estaba por explotar.
Le iba a pedir que nos sentáramos mientras descansaba del golpe, ya que creo que también me golpee en un glúteo. Mañana amanecería con una buena dotación de moretes en el cuerpo.
-¡Sam!- grito una voz femenina atrás de nosotros. Los dos volteamos hacia el porvenir de esa voz.
Me encontré con una chica alta, delgada con un cabello castaño claro y largo acercándose hacia donde no encontrábamos nosotros.
-Te dije que me esperarás-le dijo un tanto enfadada a Sam. Le faltaba un poco la respiración. Parecía como sí lo hubiera estado siguiendo desde hace minutos. Después de que se calmó reparo en mi presencia.
-¿Una nueva conquista?- pregunto levantando levemente su ceja viéndonos a ambos con una mirada picara. Lo único que atine a hacer fue sonrojarme..... Genial.
-No, choqué con ella- dijo Sam y ella abrió los ojos enormemente, bueno un poco más de su tamaño original. Tenía unos enormes ojos azules.
-Que inútil eres- le dio un golpe en el hombro a Sam y luego se dirigió a mi- ¿Te encuentras bien?- Sólo asentí y observe ligeramente mi tobillo lastimado. -Dios, que modales los míos. Soy Sisa Parker, hermana de este simio aquí presente- me dio una gran sonrisa seguido de un abrazo sorpresivo.
-Leila Woods- le sonreí de vuelta.
-Somos gemelos- completo Sam- aunque no lo creas.
Y fue ahí cuando me di cuenta en lo parecidos que eran. Los dos tenían cabello castaño claro, la misma nariz recta, la única diferencia en sus rostros eran sus ojos. Los de Sam eran en mezcal entre cafés y verdes y los de Sisa azules. Un azul muy bonito. Y claro obviamente el físico de cada uno era diferente.
-¿Todavía te duele?- pregunto Sam mientras se agachaba para revisar de nuevo mi tobillo-
-Un poco- mentí, se veía realmente arrepentido, no quería causarles un problema o preocupación. Se veían muy buenas personas, aparte de que yo también tuve algo de culpa.
-¡!Pero que te paso!!- grito algo escandalizada Sisa al percatarse de mi enorme tobillo, que empezaba a verse morado.
-Te comente que chocamos ¿no? Bueno que la choque- su voz bajo se nivel mientras decía las últimas palabras.
-¡Eres un animal!- Sisa lo volteo a ver mal y me dedico una mirada de disculpa.
-¿Quieres que te acompañemos a tu casa? Es lo menos que podemos hacer-
-Gracias, pero puedo caminar sola. No es necesario- tome a Claire para comenzar a caminar de regreso a mi casa.
-Claro que es necesario- Sisa quito mis manos del volante de Claire y se subió en ella- Sam carga a Leila- y Sam como todo un hermano obediente lo hizo, sin darme tiempo a protestar.
{...}
-Enserio muchas gracias chicos, no se hubieran molestado- dije una vez que me encontraba frente a mi casa-
-No fue molestia- dijo Sisa entregándome a Claire.
-Pues nosotros nos vamos que se hace tarde- dijo Sam- Lo siento-
-No te preocupes y gracias de nuevo-
-Nos vemos- Sisa de despidió de mi con un beso en la mejilla y un abrazo- Al menos ya sé dónde vives. Vendré un día de estos a buscarte-
-Claro, perfecto- me despedí con la mano y entre a casa.
-Hija, ya está la cena. ¿Quieres cenar?- pregunto mamá desde la sala.
-¿Puedo cenar en mi habitación?- pregunte
-Claro, per....... Dios Leila ¿qué le pasó a tu tobillo?- mamá se levantó del sillón y me hizo sentarme a mí.
-Me caí con Claire, y unos gemelos me ayudaron a regresar a casa.
-Sube a tu habitación y ahorita te llevo la cena, una pomada, hielo, una venda y deja checo si todavía tenemos ese medicamento para desinflamar-
-Tranquila mamá, no es nada. Estoy bien- trate de persuadirla. La verdad no era nada grave, de seguro ya mañana estaría bien.
-Bueno, sube anda, vete a descansar- me ayudo a ponerme en pie y me arrastro literal hasta las escaleras.
-¿Y papá?- no lo había visto desde temprano, y ahora que recuerdo no vi su auto estacionado como siempre fuera de la casa.
-No está, salió hace rato y no dijo a qué hora volvía, ahorita te llevo las cosas-
{...}
Volví a revisar el reloj. Las 2 am y yo todavía sin poder dormir. Mi tobillo todavía dolía, pero menos.
La pomada que me había puesto mamá si que me había ayudado.
Estaba acostada en mi cama boca arriba viendo el blanco techo. Escuche el sonido de un auto en la calle que se estacionaba. Sonaba igual al jetta de papá. Me levanté teniendo cuidado de no lastimarme y me asome por la gran ventana del balcón que daba de vista hacia la entrada de mi casa. Vi como efectivamente papá se estacionaba y luego salía cuidadosamente del auto, cerrando la puerta del copiloto lentamente. Volteo hacia todos lados como cerciorandose de que nadie lo estuviera espiando y después cruzo el camino hasta llegar a la puerta de entrada.
Era demasiado tarde para que llegar a esta hora. No creo que lo que tuviera que haber hecho haya tardado tanto.
Me recosté de nueva cuenta en mi cama escuchando las pisadas de papá subiendo las escaleras, sentí como se detuvo frente a la puerta de mi habitación con para enseguida abrirla y asomar su cabeza, rápidamente cerré los ojos haciéndome la dormida. Unos segundos después la cerró y se dirigió a la suya que compartía con mamá.
Escuche como cerraba aquella, y trate de conciliar el sueño, ya que mañana tenía clase a temprana hora, la semana apenas había iniciado.
¡Hola! Gracias por leer la novela! :) Y ya saben si les gustó el capítulo estrellita o comenten por favor. No se si se dieron cuenta pero cambié la foto de la portada ¿Les gusta? espero que sí. A los que no han visto el trailer y lo quieren ver se los dejo aquí al lado ¿ok? ah y les dejo una foto de como me imagino a Leila Woods! GRACIAAAAASSSSS! :) X
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Vendetta {Harry Styles} TERMINADA
Fanfiction"No debes confiar en nadie. Ni en tu propia sombra" Harry Styles prometió cobrar venganza por la muerte de sus padres. No descansará hasta ver que aquel desgraciado que arruinó su vida este de rodillas suplicándole perdón. E...