Capitulo 12. 'Otra vez no'.

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-¿Estas segura de que te encuentras bien? Te puedo llevar al hospital si quieres- dijo Marcó una vez que entré a la casa, cuando Harry se había marchado tan repentinamente.

-Ya papá estoy bien, te lo prometo. Sabes que no me gusta ir a los hospitales-

-Lo se, pero es por tu bien- corrí como niña pequeña hasta el sillón donde se encontraba el sentado viendo su programa favorito en la televisión y le di un abrazo, de esos que hace tiempo no le daba. Me dio un beso en la frente mientras todavía seguía aprisionada entre sus brazos.

-¿Quien era ese chico?- me separe un poco para mirarlo bien lo ojos, se me formo un sonrisa divertida.

-Ya te lo presente hace rato. ¿Tan rápido se te olvido su nombre? Creo qué tu eres el que deberías ir con el doctor- me miro tratando de poner se serio, pero conmigo simplemente no le salía. Solté una risita y a el se le formó un sonrisa.

-¿Va en tu escuela?- asentí. Sabía que me esperaban m unas más preguntas. -¿Esta en tu curso?.

-Sólo en unas cuantas clases-

-¿Cuales?- enarque una ceja.

-Ya papá, en dos o tres no recuerdo. ¿Puedo subir ya a mi cuarto o vas a seguir con tu interrogatorio?- bromee o un poco, pero al parecer a el no le hizo tanta gracia.

-Sólo no quiero que te pase nada, tengo que cerciorarme que las personas con las que salgas sean buenas- le di un beso en la mejilla subí a mi habitación.

- Me avisas cuando llegue mamá- grite a medio camino por las escaleras. Escuche su afirmación y entre a mi cuarto tirándome como una bolsa de papas a mi amada cama. Me sentía tan cansada que quería dormir y no despertar si no hasta una semana después.










{...}










Algo caliente y húmedo se paseaba por toda mi mejilla derecha, haciéndome cosquillas. Abrí los ojos topando me nuevamente con un techo, pero ahora no era completamente blanco, y supe que era el mío por que tenía un cuadrado formado por varias postales de todos los lugares en los que había vivido junto a mis papá. Habían sido muchos en realidad.

Baje mi vista encontrándome ahora la mirada azulado de Zuki frente a mi, el cual no se cansaba de dejar lametazos en mi rostro. Lo tomé entre mis manos y alce en el aire. Sus ojitos me miraban fijamente. Era tan tierno, que hasta me daban ganas de hechas e a llorar. Nunca pensé que llegaría a tener una mascota y menos un hermoso gatito blanco.

-¿Vas a seguir con la manía de despertarme siempre así?- dije esperando una respuesta de el que claramente nunca llegaría. No se qué hacia hablando con mi gato. Pero al contrario de todo, este término lanzando un peque maullido. Le di un beso en sí cabecita y lo deje en mi cama.
En cuanto toco la colcha rosa pálido se puso a arañarla sin compasión. Aunque era imposible que la estropeara, ya que sus uñas eran algo pequeñas; lo deje que se entretejiera en algo y no estuviera todo el día dormido.


Mi estómago rugió y recordé que todavía no había comido nada. Si seguía así pronto tendrían un internarme de nuevo.
Mi cuerpo comenzó a temblar y borre inmediatamente los recuerdos de mi pasado que lograban atormentarme.
No me pasaría de nuevo. De eso me encargaría yo.

Salí de mi cuarto dirigiéndome a las escaleras. Escuche el portazo de la puerta de la entrada de la casa y me apresure a bajar. Lo más seguro es que fuera mamá llegando del trabajo. Estaba a punto de pisar el último escalón, cuando escuche las voces de mis papas desde la sala. No estaban simplemente conversando, sus palabras eran murmullos muy bajos, como si quisieran que nadie escuchara, que yo no escuchara.

Baje ese escalón y me escondí tras la pared que daba a donde se encontraban ellos. Que suerte tenía de haber bajado sin zapatos, así no había hecho ruido alguno.

-¿Dónde esta Leila?- pregunto mamá. Los dos estaban sentados en las sillas del comedor.

-En su cuarto, pero no te preocupes ya esta bien-

-Pues eso espero, no quiero verla sufrir de nuevo-

-¿ Y crees que yo sí?- mamá negó con la cabeza y coloco su mano encima de la de Marco. Alcance a ver como papá cerraba los ojos y daba un suspiro hondo- Un chico la trajo a casa- dijo con pesadez.

Mamá soltó una leve risita- ¿Qué tiene de malo? Leila ya esta grande-

Mi papá frunció el ceño ante la clara diversión de mamá- Siento que lo he visto en algún lado-

-Ya estas loco, nos acabamos de mudar, y ni siquiera has salido a pasear por las calles, es imposible de que te lo hayas encontrado- Marco se llevó su mano a la boca y comenzó a morder se levemente la uña del dedo meñique. Era un muy mal hábito que tenía cuando se ponía nervioso.

-O bueno, se parece a alguien. ¿Recuerdas a mi amigo de la adolescencia Des?- mamá asintió pensativa.

-¿El qué falleció en un accidente hace como 5 años?- papá irguió la espada y sus hombros se pusieron tensos.

-Ese muchacho se parece mucho a Des y Anne-

-Tal vez solo sea coincidencia, acuérdate que toda la familia falleció en el auto que iban- Marco sonrió nostálgicamente.

Helena le dio un casto beso en los labios y se fue a la cocina. Papá se quedo ahí sentado viendo hacia un punto fijo en la pared, se llevó las manos a la cara y dio suspiro varias veces. No el gustaba verlo en ese estado.

Retrocedí unos pasos, volviéndome hacia la escalera. No me atrevía a interrumpir a papá en este momento. Mi estómago tendría que esperar.
Entre a mi habitación de nuevo con la conversación de mis papás rondándome en la cabeza.











{...}











Solté otra carcajada. Ya había perdido la cuenta de cuantas veces a me había estado riendo estas últimas dos horas. Me encontraba en la sala vendo una película cómica. El molde que tenía a mi lado con palomitas con mantequilla se había vaciado desde hace una media hora y yo seguía todavía con un hambre terrible.

Había empezado a llover en la tarde, y todavía seguí cayendo agua del cielo. Tenía unas ganas horrorosas de una deliciosa barra de chocolate. Pero no me apetecía salir con este clima y a estas horas de la noche.

Pasaron otros 15 minutos. Y seguía con hambre.

-Mamá, voy al supermercado. ¿Quiere que te traiga algo?-

Subí a mi cuarto por algo de dinero y un impermeable.

-No hija gracias, sólo veté con cuidado yo date prisa ¿si?- mamá estaba apoyada en el
marco de la puerta de su habitación.

-Si, ahorita regreso- Marco no se encontraba en casa. Lo habían llamado del trabajo para pedirle que fuera a hacer el turno de la noche,y como en ese turno era en el que te daban una mejor paga, había decidido asistir.

Tome la sombrilla decorada a cuadros que estaba a la entrada y salí de casa. Me esperaban 5 cuadros de camino antes de llegar al supermercado más cerca. Estaba helando aquí afuera, lo bueno era que no se me había olvidado ponerme una sudadera muy calientita debajo del impermeable, aunque mi cuerpo seguía temblando.


Las calles estaban desiertas, sólo un lámpara estaba prendida por cuadra, dándole un toque algo terrorífico.


En el estacionamiento había varios autos estacionados. Me imagino que eran aproximadamente las diez de la noche, pero la mayoría de los habitantes iban a hacer sus compras a estas horas, algunas veces hasta pasada de la medianoche, pues decían que era cuando estaban las mejores ofertas. Yo ni loca vendría a esta hora, bueno aunque digamos que hoy es una excepción, ya que no sería sano no alimentar mi necesidad de cacao.

Bueno como sea este pueblo si que era extraño.







Había entrado por una barra de chocolate y había salido de ahí con tres barras y un pote de helado de vainilla con chispas de chocolate, no había podido resistirme.

Gracias a la enorme fila que se había formado en la caja para pagar los productos, se me había hecho demasiado tarde. Vi la hora en el reloj que traía en la muñeca izquierda. Las once pasadas. De seguro Helena me daba una buena regañada. Le había prometido que iba a regresar pronto, en cambio estaba regresando una hora y media después. Tendría que dame prisa para no tardarme más.

Iba a la mitad del camino con un paso algo acelerado. Mi celular comenzó a sonar con la conocida tonadita de marimba avisándome que tenía una llamada. Todo estaba en total silencio a excepción de mi celular que seguía sonando. Metí mi mano en el bolso trasero de mi pantalón, pero estaba vacío.

Mi corazón se paró por un segundo, la bolsa transparente con la comida que había comprado cayo al suelo con un fuerte sonido.

De nuevo todo se volvió silencio, solo podía escuchar los latidos de mi corazón muy rápidos. Lo sentía palpitar hasta mi garganta. Temí en que en cualquier momento se me saldría. Hasta que minutos después la misma tonada se escucho detrás de mi.


No otra vez.

No por favor.












***







HOLA! Esta algo corto, pero ven ahora no me tarde tanto, es muy posible que el martes les subo el capítulo 13. Gracias por los votos y comentarios del capítulo anterior. Ya saben si les gusta este capítulo voten y comenten por favor. :D síganme en Twitter: @IsairaAguirre doy follow back.
Ask: @IsauraDirectioner pregunten TODO lo que quieran. Yo lo contestaré:3 que tengan un lindo fin de semana. Nos leemos :D x

Vendetta {Harry Styles} TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora