No otra vez.
No por favor.
Una gota de sudor frío cayo por mi frente. Mi cuerpo inmóvil a mitad de la calle y un nudo en mi garganta. Mi mente se debatía entre quedarme estática o correr. Estaba tan asustada que creí que mi miedo fácilmente lo podría oler la persona que se encontraba tras de mi, que aunque todavía no volteaba para confirmarlo estaba un ochenta por ciento segura de que así era.
Gire la cabeza despacio, solamente hasta donde me permitiera ver de reojo. No pude distinguir muy bien que era, porque sólo alcancé a ver una sombra negra, ya que la lámpara de esta calle sólo llegaba alumbrar hasta unos cuantos pasos antes de el o ella. Pero tenía razón, alguien estaba detrás de mi.
Trate de que mis pies avanzaran, pero como siempre no me hacían caso.
Escuche unas pisadas, acercándose lentamente a mi.
¿Por qué siempre me pasaba esto a mi?
Quería gritar de desesperación al no poder hacer nada. Mis ojos de humedecieron, haciendo que una gota salada cayera de uno de ellos. Lleve mi mano helada a mi mejilla y la limpie rápidamente.
Los pasos que se habían escuchado hace unos minutos ya no estaban, ni siquiera la tonada sonaba. Quise voltear de nuevo para saber si todavía se encontraba alguien ahí, pero unas manos en mi cuello no me lo permitieron.
Más lágrimas salieron de mis ojos. Mi respiración se volvió irregular, y espere lo peor.
Sentí una respiración en mi oído haciendo que me estremeciera por completo.
Un dedo enfundado en un guante de cuero pasó acariciando desde el inicio de mi cuello hasta mi clavícula.
Cerré fuertemente los ojos, esperando que fuera un sueño, añorando despertar pronto. Pero no sucedió, esta era la realidad, cruda realidad.
A los pocos minutos, ya no sentía presencia alguna. Así qué con todas mis fuerzas corrí, sin permitírmelo pensar dos veces,tenía que alejarme de aquí a como diera lugar.
Corrí y corrí, pasando calle tras calle temiendo nunca llegar a mi hogar. Volteaba varias veces hacia tras percatando me que todavía aquella sombre negra me perseguía, demasiado cerca.
Vi un callejón cada vez más cerca de mi, corrí todavía más rápido, con la esperanza de poder esconderme ahí. Pero no contaba con que mi pie se atoraría con un hoyo en el pavimento haciendo que me tropezara y cayera al suelo, haciéndome daño en las rodillas y manos.
Jale mi pie, para sacarlo de donde se encontraba metido, pero no cedía, dirigí mi vista hacia el agujero pero en cambio encontré la misma mano con el guante de cuero negro firmemente sujeta de mi tobillo. Subí mi mirada y vi un pasamontañas igualmente negro cubriendo rostro de mi agresor.
Grite tan fuerte que mi garantía dolió. Patalee intentando zafarme de su agarre pero claramente tenía más fuerza que yo. Me trate de arrastrar hacia adelante tomando como impulso mis manos, pero mi agresor fue más rápido y coloco su otra mano en mi tobillo; ahora si no tenía escapatoria. Mi mente comenzó a maquinar miles de maneras para poder escapar, pero ninguna era cuerente.
Mi mano derecha tanteó el suelo, encontrando una piedra. Se la aventé en el rostro, haciendo que el soltara mis dos tobillos y gimiera de dolor. Sin pensarlo dos veces me levanté lo más rápido que pude y corrí de nuevo, dirigiéndome al callejón.
En cuanto me adentre a la oscuridad de este choque con un pecho duro y cálido, retrocediendo rápidamente un paso, pero no lo suficiente como para que esa persona tapara mi boca con su mano antes de que un grito escapara de mi dolorida garganta.
Sin poder evitarlo me encontraba nuevamente llorando. Creí haber salido ya del peligro, pero cuando salía de uno entraba en otro.
-Tranquila, sólo soy yo-esa voz, inconfundible para mis oídos.
Abrí mis ojos encontrándome con su hermosa mirada esmeralda.
-Harry....- su nombre salió de mis labios como un susurro entrecortado. Mis manos temblorosas lo acercaron a mi y hundí mi cara en su pecho sollozando. Lo único que quería es que todo esto terminara de una vez.
{...}
-¿Quieres qué te lleve a casa?- la voz de Harry sonó cautelosa. Nos encontrábamos en su auto, después de media hora que me pase llorando abrazada a el. Nunca se me había pasado por la mente que lo había podido poner nervioso con mi imprudencia, pero no pude evitarlo. Me había derrumbado frente a la persona que menos pensé que me consolaría. Estaba muy agradecida con el por haberme escuchado.
-Si- apenas y murmure, no quería ponerme de nuevo a llorar, tenía todos mis sentimientos a flor de piel.
Me acomode bien en el asiento del copiloto, y Harry arranco el auto.
Fueron algunos minutos en silencio que pasamos, mientras yo me secaba la lágrimas de las mejillas, hasta que llegamos a imi casa.
-Descansa- tenía su vista al frente, a pesar de que se había estacionado, en ningún momento dirigió su mirada a mi. Tal vez se había enfadado. Al fin y a la cabo yo seguía siendo la chica asustadiza y llorona que no valía la pena, como todos en mis antiguas escuelas decían.
-Gracias- abrí la puerta y me baje del auto sin mirara atrás.
En cuantos estuve a unos pasos de la entrada escuche el rugir del motor, voltee hacia atrás y vi como se perdía entre la oscuridad.
-¿Leila eres tu?- escuche la voz preocupada de mamá proveniente de la cocina.
-Si....- no me dejo terminar la oración cuando ya la tenía frente a mi, con un semblante serio.
-Me tenías demasiado preocupada. ¿Dónde estabas? Te estuve llamando miles de veces a tu celular y nunca contestaste. ¿Por qué?-
-Lo siento, había mucha gente en el supermercado.- mordí mi labio inferior nerviosa, jamás le había mentido a mis papás. Siempre les había tenido confianza en todo; no es que la haya perdido, simplemente no quería contarle la verdad. Tal vez solo seguían siendo imaginaciones mías.
<<Sabes que no>> dijo esa molesta vocecita en mi cabeza, haciendo que la callara inmediatamente.
No vale la pena decirles para no preocuparnos. Así de simple.
-Mi celular no tenía pila, así que lo deje aquí cargándose. En verdad lo siento. Te prometo que no vuelve a pasar- la típica excusa, pero que podía hacer. Yo recuerdo haberme llevado el aparato conmigo, pero al parecer no.
-Claro que no va a volver a pasar. Estas castigada,ahora sube a tu habitación- apunto con su dedo índice hacia las escaleras.
-Dios mamá ya no soy una niña, no es necesario que lo digas- me dio una mirada que era de temer. Con Helena Smith nunca te metas y menos le des la contra.
-No me hagas contar hasta tres- bufe, avergonzada y molesta de que todavía usara eso conmigo. En esta casa me seguían tratando como una niña de 5 años.
Subí las escaleras hasta mi habitación arrastrando los pies. Lo único que quería era tomar un baño caliente. Quería relajarme después de un día demasiado pesado para mi gusto.
Abrí la puerta de madera de mi habitación,y tantee la pared hasta encontrar el interruptor de luz. Lo encendí, acompañado de un grito de sorpresa.
Harry se encontraba acostado en mi cama, estaba boca arriba, con la vista atenta en las postales que se encontraban en mi techo y los brazos flexionales abajo de su cabeza.
Al escuchar mi grito volteó su atención a mi. Poniendo una media sonrisa en su cara.
-¿Qué pasa Leila?- grito mamá espantada por mi grito. Me lleve una mano a mi frente dando una leve palmada. ¿No podía pensar un poco las cosas antes de hacerlas?
-Nada mamá, sólo que Zuki me asusto- dije lo primero que se me vino a la mente inculpando al pobre de mi gatito blanco.
No espere respuesta de ella y cerré las puerta tras de mi, viendo a Harry con una clara mirada de "¿Que demonios haces aquí?"
Al captar claro mi indirecta, sólo se encogió de hombros.
-Quería cerciorarme de que estuvieras bien, cuando te deje no te veías de la mejor manera-
-Gracias por preocuparte, pero puedes irte. Como vez ya estoy bien- hizo una mueca.
-Bueno pues finjamos que sigues mal y me quedo un rato más- se recorrió un poco dejando un hueco. Dio unas palmaditas en el lado que había dejado libre indicándome que me acercara a el.
Negué con la cabeza- Harry vete- hice un movimiento con la mirada indicándole que saliera.
-No puedo, entre por la ventana y ahora ya esta muy oscuro para que baje. ¿No querrás que me lastime verdad?- puso una cara de inocente que ni yo misma me la creí.
-¿Por qué eres así?- su semblante cambio a uno confundido.
-¿Así cómo?- pregunto con un matiz serio en la voz, sin entender todavía mi pregunta.
-Si, así, primero me ignoras y después te comportas lindo conmigo, me consuelas, pero después eres frío. ¿No eres bipolar?- su cara fue un poema. Primero se pudo demasiado serio, llegue a pensar que se había enfadado, pero después soltó una estruendosa carcajada.
-¿Me estas hablando en serio?- arrugue un poco mi nariz.
-¿Acaso me ves riéndome?- puso de nuevo una sonrisa torcida.
-No y es una lástima- fruncí el ceño, cansada de que estuviera evitando mi pregunta.
Me metí al baño dejando a Harry todavía acostado en mi cama. Y me dispuse a ponerme la pijama.
Estaba demasiado cansada y no iba a permitir que el viniera como sí nada y me quitara mis hermosas horas de sueño.
Cuando salí lo encontré sentado en el suelo, con los álbumes que tenía de mi familia ojeandolos. Y todos los cajones frente a el estaban abiertos de para en par.
Harry no se había percatado de mi presencia así que me posicioné atrás de el y puse mis manos en sus hombros. El se sobresaltó un poco , pero volteo a verme sin expresión alguna.
Le iba a reclamar por estar husmeando donde no debía, pero no me dejo ya que el hablo con un tono tan frío y serio que no supe como responderle.
-¿Por qué tu papá conoce a esta pareja?-
***
Primero que nada este capítulo se lo dedico a @LittleEvilDreamer porque sus comentarios en los capítulos me encantan. GRACIAS NENA ERES UN AMOR 😘❤
HOLA! Ya ven ya no estoy tardando tanto en subir capítulos :D. El capítulo 11 tuvo como 22 votos y el 12 sólo tuvo 15. Si no les está gustando mi novela díganme si? Para mejorarla. POR FAVOR POR FAVOR COMENTEN Y VOTEN QUE AL MENOS ESTE CAPÍTULO LLEGUE A 20 VOTOS Y 5 COMENTARIOS. POR FAVOR SE LOS AGRADECERÍA MUCHO! :D gracias síganme en Twitter: @IsauraAguirre <----- doy follow back :) x graciassss y besos¡
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Vendetta {Harry Styles} TERMINADA
Fanfiction"No debes confiar en nadie. Ni en tu propia sombra" Harry Styles prometió cobrar venganza por la muerte de sus padres. No descansará hasta ver que aquel desgraciado que arruinó su vida este de rodillas suplicándole perdón. E...