Con las primeras gotas de sol que regaban las praderas alrededor de Misher, comenzaron a caer nuevamente las bombas. Las horas de paz se esfumaron rápidamente. Los morteros de la brigada islámica volvían a calentar sus tubos asediando las posiciones de los milicianos kurdos. Pero a diferencia de los días anteriores, esta vez, marcaban el inicio del grueso de la ofensiva terrestre sobre la ruinosa aldea. La superioridad numérica de Daesh permitía un relevo constante de sus brigadas, dejando nuevos hombres frescos y motivados para entrar en combate cada nuevo día. Por momentos, eso parecía mermar las líneas defensivas kurdas en todos sus puntos. Pero los milicianos, con mucho esfuerzo, lograban frenar las constantes arremetidas. Los peshmergas de la infantería especializada de Kahler, ayudaban en la tarea y servían como apoyo. Pero su sola presencia cambiaba radicalmente la modalidad de combate. Aunque la situación era bastante desprolija, las tropas yihadistas avanzaban en un tiroteo sanguinario por las calles de los suburbios, se topaban contra las barricadas y, en un intenso intercambio de disparos, trataban de forzar en retirada a los kurdos, aunque no lo lograban.
A minutos del alba, Kahler ordenó el despliegue inmediato de sus hombres sobre las posiciones defensivas. Sus soldados, acompañando a las filas milicianas, se parapetaban tras escombros y barricadas buscando socavar las constantes arremetidas de yihadistas. Los disparos se efectuaban a lo largo de toda la línea casi de manera unísona. Por momentos se hacía ensordecedor. Munición de mortero que explosionaba violentamente, disparos segregados desde casi cualquier posición, granadas que al estallar levantaban columnas de tierra; era una batalla sin trincheras.
Por su parte, las hordas del ISIS trataban de cercar el bloqueo miliciano-peshmerga ocasionando la retirada. Pero las defensas estaban bien plantadas. Los sacos de arena, más los escombros, servían como escudo en los que milicianos kurdos se protegían de sus atacantes. Asimismo, el ingenioso sistema defensivo ideado por Kahler el día anterior, mostraba sus fortalezas. El mismo lo fue modificando levemente a medida que analizaba los movimientos enemigos y su despliegue en tierra. Fue construyendo en su cabeza una imagen de lo que el combate representaba y se adecuó rápidamente a las expectativas de la lucha.
Su disposición de la tropa consistía en ubicar pequeños puestos defensivos a lo largo de la línea, que no eran más que refugios construidos con sacos de arena. Pero no era vital el cómo estaban hechos, sino más bien la forma en que estaban dispuestos. Kahler ubicó distintos nidos en línea dándole forma de "serrucho", con puestos alternativamente más avanzados que otros. Mientras que los primeros funcionaban como diente del serrucho, los que se presentaban detrás servían de contención. Así, las huestes yihadistas caían en la trampa con total facilidad. Avanzaban directamente hacia los puestos visibles que constituían los últimos, sin darse cuenta de que eran avasallados en disparos de flanco por los refugios que configuraban los dientes del serrucho. Un ingenio táctico que sirvió durante algunas horas, ocasionando varias bajas en el frente enemigo.
Pese a que el ex Capitán Kahler contaba con pocas horas de experiencia en guerra convencional, su enorme capacitación militar, sumado al ingenio táctico tan absorbido durante sus primeros años, lo llevaron a adecuarse con facilidad al plano real. Aun así, el combate urbano era una modalidad que lo asombraba y espantaba al mismo tiempo por igual, pues se presentaba versátil, cambiante y realmente peligroso. Tan solo una explosión de granada que acabase con la vida de tres soldados, podía significar un vuelco radical en una posición y una consecuencia terminal para todo el bloque defensivo. Jo, entendía que defender era más fácil que atacar, pero así y todo, podía ser más peligroso. Sin embargo, sabía mejor que nadie que una sólida estrategia aniquilaba cualquier posibilidad de imprevistos. Y en ese sentido, el ingenio de posicionar a la tropa en forma de dientes de serrucho, lo era.
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OPERACIÓN TEMPESTAD #Wattys2016
Aksi"El hombre jamás podrá saltar fuera de su sombra". Proverbio árabe. Joachim Kahler es un contratista militar privado que alguna vez supo pertenecer a un ejército profesional. Sin embargo, su tormentosa vida lo fue llevando por caminos oscuros hasta...