Hace 100 años, existió un demonio poderoso, que luchaba para que el mundo tuviera paz, cuando una joven princesa tendría dos hijos, cuando el demonio se entero que la aldea donde se encontraba su esposa estaba en llamas, el decidió ir a salvarla, pe...
El ambiente era desesperante y a la vez confuso, aquel demonio casi acababa con mi vida. Naraku era un maldito, él me controlaba y casi obedecía sus ordenes matando a mis amigos, pero mi mente tenía una pregunta ¿Por que él me salvo?
-¿Sor..a?
El me miro fijamente a los ojos, sus ojos color café oscuro, su mirada mostraba valentía.
-¿Por que..tu?- Mi voz sonaba débil.
-No voy a responderte, ahora si me lo permites- Hizo una pausa caminando mientras me llevaba en sus brazos, dejándome en el césped debajo de un árbol. -Debo derrotar a ese demonio -Finalmente dijo y se fue corriendo para pelear con el monstruo.
Miraba a mi al rededor buscando a Inuyasha, yo lo había lastimado. Luchaba para que Naraku no me controlara pero fue imposible, los fragmentos que tenia en mi cuello eran de una magia poderosa maligna.
-Inuyasha...- Suspire.
Kagome estaba con él cuidándolo, podía ver como Inuyasha hablaba con ella, esperaba que estuviera en buenas condiciones.
-Perdón Inuyasha- Hable en voz baja.
NarraInuyasha
-Inuyasha... -Preocupada dijo Kagome.
Me levante un poco y Kagome me tomo del hombro.
-Kagome descuida, estoy bien -No quería que se preocupara por mi.
-Al parecer bestia estas demasiado débil -La voz del tonto hizo que me enfureciera.
-A ti nadie te invito lobo rabioso -Gruñi.
-Mira bestia, no vine a pelear contigo he venido para proteger a Kagome ya que, tu no puedes hacerlo -Cruzo los brazos.
-Callate, yo soy él que debe protegerla.
Me solté de Kagome recargándome en Colmillo de Acero.
Había sido un ataque demasiado fuerte de Mizuki, ella se que ella no lo hizo, fue él maldito de Naraku. Es un cobarde.
-Inuyasha no puedes pelear, estas lastimado -Mire sus ojos, estaban cristalizados.
-Kagome tengo que hacerlo -Mire a Sora peleando con él monstruo. -No puedo dejar que nos dañe él monstruo.
-Enserio eres terco Inuyasha -Rodó los ojos Koga.
-Koga por favor debe ayudarnos -Suplico Kagome.
-Haré cualquier cosa por ti mi querida Kagome -Se acerco a ella y la tomo de las dos manos acariciando.
Me interpuse en su agarre, ¿quien se cree para hablarle así a Kagome?
-Oye, oye no tienes algo que hacer lobo rabioso -Dije molesto.
-Inuyasha trato de calmar a Kagome, no quiero que este asustada -Me fulminó con la mirada.
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-Ese no es tu trabajo lobo rabioso -Volví a gruñir.
-Eso lo veremos bestia, ahora debo acabar con él monstruo antes que tu -Fue corriendo rápido hacia él monstruo.
-Ni lo sueñes -Cargue a Colmillo de Acero y corrí a toda velocidad a atacar al monstruo.
Di un salto cortándole al monstruo él brazo izquierdo.
-¡Toma eso!
-No le harás daño a mi mujer- Koga grito atacando al monstruo dando golpes en su rostro.
-¡Oye deja de decirle "Mi mujer" a Kagome!- Enfadado le dije. Aterrice en él suelo.
-Callate Inuyasha- Gruñi ante su comentario.
Vi al príncipe Sora, con su espada le corto él brazo derecho al monstruo.
¿Por quenosayudas?
Agite a Colmillo de Acero usando la técnica de viento cortante.
-¡Viento Cortante!- Agite y así lo hice.
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La tierra se partió y muchas piedras salieron disparadas por el lugar. Hubo una gran ráfaga de aire en donde estábamos y mi Viento Cortante partió en dos al monstruo desapareciendo su presencia de este lugar.
