2. La casa.

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Después de comer, cada uno se fue a hacer lo que le dio la gana.

La casa era más bonita y grande que la antigua cabaña, y llevaban viviendo en ella desde que se mudaron a París hace unos 3 años.

El salón estaba pintado de un color parecido al blanco, acompañadas de fotos y cuadros de los chicos y Abby. Nada más entrar por la puerta principal, entrabas en él. Habían dos sofás blancos, y una televisión, acompañados de una mesa en medio de ambos.

Luego, a la derecha, estaba la cocina. No había puerta, por lo que se podía entrar sí o sí. Tenía lo típico de las cocinas (frigorífico, horno, microondas, cajones, etc) y una mesa con 6 sillas.

Al volver al salón, había una puerta, donde se encontraba el sótano. Dos o tres metros a la izquierda, otra puerta donde se encontraba el baño. Y justo en medio, unas escaleras blancas con la barandilla negra. Al subir, había un pasillo con dos puertas a un lado, y tres al otro. Y una puerta justo al fondo, donde se encontraba el baño.

Las habitaciones estaban decoradas al gusto de cada uno.

La de Abby, tenía las paredes blancas, y una cama grande justo en el centro de la habitación. Tenía un escritorio, una televisión enfrente de la cama, un armario y una estantería. Por las paredes había algún cuadro con fotos de ella con los chicos.

En la habitación de Nate, las paredes estaban pintadas de negro, pero no era un cuarto siniestro. Ya que la mayoría de cosas estaban de azul. Su cama grande con edredón azul y colchón negro, estaba a un lado. Y al otro lado de la habitación se encontraba el sofá con la televisión justo en frente. Habían unas lejas, donde se encontraban películas y videojuegos. Por último, había un armario.

En la habitación de Simón, las paredes estaban pintadas de rojo. Sí, el rojo era el color favorito de Simón. Todos le pegaron un calvote cuando dijo el por qué. Su cama grande negra se encontraba en el medio, y justo en frente la televisión. Tenia un escritorio, y un armario. Y dos estanterías. En una de ellas se encontraban sus películas y videojuegos, y en la otra.. Bueno, en la otra estaba su colección de cordones. Sí, Simón coleccionaba cordones de zapatos.

A pesar de tener 21 años todos (excepto Abby, a quien le faltaban aún unos meses por cumplirlos) seguían jugando a videojuegos, coleccionando cosas ridículas, y comportándose como unos críos en ocasiones. Abby había mantenido alguna que otra conversación con los chicos sobre la edad vampírica. Los vampiros crecen, y envejecen. Los chicos le habían contado a Abby que un vampiro cumple años como todo el mundo, solo que aparentarlos les puede llevar su tiempo. Por ejemplo, puedes cumplir 15 años y pasar 25 para aparentarlos. Los vampiros crecen, hasta llegar a una edad. Los 50. A partir de ahí, los vampiros siguen pasando sus cumpleaños como siempre, pero su aspecto no volverá a cambiar. Así que a todos les quedaba un largo tiempo como personas de 21 años.

Bueno, sigamos con la descripción de la casa.

En el cuarto de Chad, las paredes estaban pintadas de verde. Sí, el verde es el color favorito de Chad. Tenia su cama negra, su escritorio, estantería, televisión, y otra estantería donde guardaba su.. Colección de latas. Sí, después de que Abby se negara rotundamente a que Chad coleccionara ranas, y pegarle en la cabeza cuando éste la llamó miedica, a Chad no le quedó más remedio que coleccionar latas vacías.

Y por último, el cuarto de Dylan. Este era de un color azul claro, y siempre estaba ordenado. Al contrario que el de Chad y Simón, y el de Nate algunos días. Tenía una cama de color blanco en el centro, su escritorio, la televisión, y sus estanterías llenas de libros, junto con un armario.

Todos los cuartos tenían una ventana.

Ahora mismo, Abby se encontraba tumbada en su cama viendo "Bajo la misma estrella" la película con la que había llorado millones de veces, y aun así no paraba de hacerlo mientras veía el final. Acababa de terminar de escribir su informe sobre la nueva chica que quería trabajar en la tienda donde Abby trabajaba. Brandon debía de estar muy orgulloso de ella, ya que la había ascendido hacía unos meses. Abby dudaba de si era porque a él le gustaba ella, o por si lo hacía muy bien.

Abby empezó a llorar cuando el chico abrazó a la chica, sabiendo que iban a terminar separados por la muerte. En ese momento, la puerta se abrió.

-Ey, nena, ¿qué ocurre? -preguntó Nate cerrando la puerta y acostándose al lado de Abby. Abby enseguida se apoyó en el hombro de Nate y comenzó a llorar. Nate al principio estaba preocupado, pero cuando apartó la mirada hacia el televisor, soltó una carcajada.

-¿Otra vez bajo la misma estrella, eh? -dijo él con una sonrisa burlona. Abby le pegó el hombro mientras se limpiaba las lágrimas de los ojos.

-Es.. Tan bonita.. -dijo ella, y se recostó al lado de Nate para poder verla junto a él. Nate le pasó el brazo alrededor de su cintura, y le besó la cabeza.

Nate II; miradas oscuras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora