A la mañana siguiente, Abby estaba tan tranquila durmiendo, cuando de repente..
-¡ABBY! ¡VAMOS VAMOS DESPIERTAAA! -gritaron a coro Simón y Chad antes de tirarse encima de Abby. Abby gritó.
-¡SALIR DE ENCIMA, IDIOTAS! ¡DYLAN ME VIOLAAAAAN! -gritó Abby.
-¿¡QUÉ DICES?! -gritó Simon y Chad le golpeó la cabeza. Un Dylan en calzoncillos y con una raqueta en la mano, entró por la puerta.
-¡QUÉ PASA AQUÍ! -gritó él. Todo se quedó en silencio unos segundos, hasta que Abby, Chad y Simon empezaron a reír. Dylan bufó y salió del cuarto.
-Chad
-¿Si, Abby?
-Quítate de encima, o te vas a arrepentir mucho. Te digo lo mismo, Simón. -amenazó Abby. Los dos se quitaron de encima, y Abby buscó a Nate en la cama, pero no estaba.
-Ey, vosotros, ¿alguno sabe dónde esta Nate?
-Dijo que tenía que hacer cosas. -respondió Chad, y salió de la habitación. Abby se encogió de hombros y salió de la cama. Miró la hora.
MIERDA, LLEGABA TARDE.
Corrió de un lado a otro y se tropezó con la mayoría de cosas que encontró.
Diez minutos después, ya estaba vestida, maquillada y peinada. Cogió su bolso y salió por la puerta.***
-Llegas 10 minutos tarde. Tienes a tu primera entrevista en tu despacho. -dijo Brandon, y se dirigió a su cuarto. Hmmm.. Era muy raro en Brandon no empezar el día con un: Buenos días, nena. O, ¿qué tal, guapa?
Abby se dirigió a su despacho, y vio a una chica de aproximadamente 18 años, que le resultaba algo familiar.
-Hola, soy Abby Johnson. Disculpe el retraso, no he podido llegar antes. -Abby le dio la mano a la chica, quien miraba a Abby perpleja. Abby no pudo evitar sentirse un poco incómoda.
-Humm.. Esto.. ¿se encuentra bien? -preguntó Abby. La chica salió de su estado de shock, y asintió. Hizo un amago de sonreír.
-Soy Lidia. -dijo la chica con voz temblorosa y el ceño fruncido.
-Encantada, Sandra. Bueno, comencemos. ¿Por qué quieres trabajar aquí? -preguntó Abby amablemente. La chica no contestó, simplemente se quedó observándola.
-Disculpe, pero no tengo todo el día. ¿puede contestar a mi pregunta? -La chica no contestaba, Abby se acercó a tocarla, y le dio una pequeña descarga eléctrica.
-Au -se quejó Abby mirándose el dedo- me ha dado una corriente eléctrica.
-Disculpe.. No.. No quería.. -Abby no entendía de qué se disculpaba la chica.
-Ey, tranquila.. Son cosas que pasan, a todo el mundo alguna vez nos ha dado una. -Abby sonrió, y la expresión seria y arrepentida de la chica, se volvió cálida durante un segundo. Después, la chica salió por la puerta sin dirigirle a Abby ni una palabra, dejando a Abby más confusa de lo que ya estaba.
El día pasó rápido, y cuando Abby se quiso dar cuenta, ya era la hora de salir del trabajo. Después de su pequeño percance con la chica a primera hora de la mañana, el día había pasado normal. Justo cuando salió del trabajo, el coche de Nate aparcó enfrente. Abby sonrió, y se subió a él. Se acercó para besarle la mejilla y después de puso el cinturón.
-¿Qué tal el día, nena? -preguntó él de camino a casa.
-Pf, normal. -Abby no quiso contarle a Nate lo de la chica a primera hora de la mañana porque no le parecía importante contarle que una loca se había metido en su despacho. Seguramente hará eso en todas las entrevistas.
-¿y tú? -preguntó Abby.
-¿Yo qué? -preguntó él frunciendo el ceño.
-Esta mañana cuando me he despertado, no estabas. -dijo Abby. Nate sonrió.
-Simplemente salí a correr, nena. Este cuerpo no cae del cielo. Las cosas buenas, hay que ganárselas. -dijo Nate subiendo ambas cejas arriba y abajo. Abby no pudo evitar soltar una carcajada. Ese tipo de frases eran tan Nate.
-Pf, sí, claro. -Abby rodó los ojos.
-¿Pf, sí, claro? Anda que tendrás queja tú de novio buenorro. -dijo Nate convencido de sí mismo, y Abby volvió a reír.
Cuando llegaron a casa, bajaron del coche y con las manos entrelazadas, entraron. Y la verdad, desearon no hacerlo.
-¡YEAH BABY! -gritó Simón.
-¡WOWOWOWO DALE HERMANO! -gritó Chad.
Ambos estaban en calzoncillos, saltando de sofá en sofá. Chad llevaba una escoba en la mano que utilizaba como micrófono a la vez que limpiaba, y Simón limpiaba el polvo.
Esto era la clases de cosas que pasan cuando dejas limpiar a Chad y Simón.
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Nate II; miradas oscuras.
VampireUna vida en París, un trabajo decente, y una maravillosa relación con sus cuatro idiotas favoritos. A pesar de haber pasado todo lo que habían vivido hasta ahora, nada los había separado, sino que los había unido aún más. Tres años después, cuando c...