6. Malentendidos.

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Abby pudo observar como Nate se tensó al escuchar a Chad pronunciar su nombre, y enseguida miró nervioso a ambos lados buscándola. Cuando sus ojos se posaron en los de Abby, Abby ya tenía los suyos acuosos, y no pudo evitar que una lágrima cayera por su mejilla.

¿Lo acababa de perder? ¿De verdad Nate había sido capaz de engañarla? ¿Por eso no quería que asistiera a la fiesta? ¿Ya no.. La quería?

Abby tuvo un ataque de pensamientos que la atormentaron en su mente. Sin darse cuenta, las cosas de la casa comenzaron a moverse. Abby estaba en shock, no estaba controlando su poder. Las estanterías comenzaron a moverse, y algunos libros cayeron. Solo Nate, Dylan, Chad y Simón se dieron cuenta de ello. Dylan, quien se encontraba en el otro lado del salón, miró a Nate con desaprobación y decepción. En los ojos de Nate se demostraba arrepentimiento, ira.. Dolor.

Por suerte, Abby tardó un minuto en convertir su vulnerabilidad y dolor, en ira. Se dio la vuelta y se dirigió a su cuarto rápidamente.

Una vez allí, se metió en la cama. Cegada por el daño y la ira, movió las estanterías, armarios, televisión, etc. Y colocó todos los objetos en la puerta para bloquearla. A los 2 minutos, sonaron golpes en la puerta.

-Abby.. Nena.. -gritó Nate por encima de la música. Abby no contestó.

-Joder.. Abby, por favor.. Dejame explicarme.. -Suplicó él. Abby volvió a ignorarle, mientras las lágrimas caían por sus mejillas y sollozaba en silencio.

-¿Qué pasa, cariño? -dijo esa voz se pito. Esa voz. Esa voz que Abby tanto detestaba. El dolor de Abby se volvió a convertir en ira, y en un segundo quitó y colocó todos los muebles de su cuarto. Abrió la puerta, y agarró a Emily de los pelos.

-¡No quiero que te vuelvas a acercar a él en tu vida, me oyes! -gritó Abby. Emily se soltó he intentó golpearla, pero ella no contaba con que estaba peleando contra un vampiro. Abby sonrió con malicia, y le retorció el puño con el que Emily había intentado golpearla. Esta chilló de dolor.

-¡Zorra asquerosa! -gritó Emily. Nate intentó agarrar a Abby por la cintura, pero Abby de apartó en un segundo. Abby paró en intentó volver a respirar tranquilamente, pero no podía dejar de llorar. A Emily le pasaba lo mismo.

-¿Qué pasa, tanto te molesta que me haya puesto encima de él? No debería sorprenderte, lo hacemos en todas las fiestas.

-Emily, cierra la puta boca porque sabes que no es verdad. -gruñó Nate. Abby sabía que no era verdad, ya que Emily no contaba con que Abby se podía meter en su cabeza y comprobarlo. Abby consideró la opción de meterse en su cabeza y convencerla para tirarse por las escaleras, pero pensó en algo mejor.

-¿Sabes qué, Emily? Yo que tú.. Saldría de esta casa ya. Nunca sabes qué te puedes encontrar en una casa como esta.. Por cierto, intenta ni gritar muy alto. Los gritos le dan hambre. -Abby sonrió viendo a una confusa Emily mirar sus pies. Sí, Abby se había metido en la cabeza de Simón Junior, y ahora Emily tenía la serpiente pasándole por encima de sus pies.

Emily gritó muy fuerte, y salió corriendo empujando la serpiente a un lado, quien se volvió a meter en el cuarto de Simón. Abby sonrió al ver como Emily salía corriendo, y luego se giró hacia Nate. Él también sonreía, pero al ver a Abby, tragó saliva y su expresión se volvió seria.

Abby intentó hacerse la enfadada, pero al recordar la escena de Emily en su regazo, les recordó tanto a ellos.. Se puso a llorar. A Nate parecía como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago.

-¿Por qué? -susurró Abby entre lágrimas. Nate tragó saliva.

-Dejame explicártelo, por favor.. -susurró Nate. Abby asintió. Total, si Nate la iba a decir que no la quería, no sería una sorpresa para ella. Entraron a la habitación, y Nate cerró la puerta. Se sentaron en la cama, y Nate se preparó para hablar.

-Abby, nunca he querido esconderte. Por dios, ¿cómo pudiste pensar eso? Eres lo mejor que tengo, lo mejor que me ha pasado.. Lo último que quiero es que la gente no vea lo afortunado que soy. La única razón por la que no quería que fueras a la fiesta.. Era porque las personas del corro, a los que llamamos "colegas" si te vieran, te comerían con los ojos. Si les dijera que eres mi novia, no pararían hasta convencerte para que hagas algo.. O darte una bebida, o lo que sea. Posiblemente te verían como un reto. Y no quiero eso.. No quiero perderte, nena.. Lo eres todo para mí.. Deberías haberme dejado explicarme Abby.. Cada vez que pasa algo, huyes.. Y yo no tengo tiempo de explicarme, maldita sea.. Cuando me has visto con Emily en el regazo, me he esperado lo peor.. Porque no era lo que parecía. Ella se acababa de sentar encima mía, y yo le estaba diciendo al oído que se apartara, porque con la música no me oía. Lleva poniéndose en el regazo de todos durante toda la noche. No era lo que parecía..

Abby no podía creer lo que estaba escuchando, y tampoco podía creer lo ridícula que había quedado. Maldita sea ¿por qué no le dejó explicarse?

Por miedo a que la rechazara -se recordó.

Abby bajó la mirada a sus manos entrelazadas en su regazo, pero Nate le cogió la cara con una mano, y la besó. Abby no se resistió cuando la arrastró hacia su regazo y comenzó a besarla con más intensidad.

Y esa noche, Nate volvió a llevarla a las estrellas una vez más.

Nate II; miradas oscuras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora