3. ¡Tenemos mascota!

35 4 0
                                    

Accedió a que se quedara a ver la película con ella, fijándose en cómo la miraba. Como sonreía cuando Abby reía, como fruncía el ceño cuando lloraba, y como suspiraba aliviado al ver que paraba de hacerlo. Abby rió al ver su expresión horrorizada cuando descubrió cómo moría la protagonista. Abby no pudo evitar reír entre lágrimas, y giró su cabeza para besarle. Nate le respondió apretándola más contra él y suspirando en sus labios.

-Te quiero nena -susurró él abrazándola muy fuerte. Abby no dudó en abrazarlo a él también.

-Te quiero nene -susurró ella causando una leve risa por parte de él.

***

-¡BUENAS NOTICIAS, GENTE! ¡HE TRAÍDO UNA MASCOTA! -todos estaban relajados en el sofá viendo la televisión. Bueno, Abby estaba en el regazo de Nate leyendo, y Nate y Chad viendo la televisión. Dylan estaba en la mesa de detrás leyendo como Abby. Todo estaba en silencio, hasta que Simón llegó gritando.

-¿Por qué cojones has traído una mascota, Simón? -preguntó Chad levantándose del sofá. Abby cerró su libro y frunció el ceño. Sabía que era mala idea dejar salir solo a Simon.

-¡NO HABLES ASÍ DELANTE DE SIMÓN JUNIOR! -gritó Simón. Dylan se llevó la mano a la frente y negó con la cabeza.

-¿Qué es? -preguntó Nate.

-Una... ¡SERPIENTE! -gritó Simon soltando a la serpiente, quien ahora reptaba libremente por la casa. Abby chilló y puso rápidamente los pies encima del sofá mientras se apretaba más contra Nate.

-¡SACA A ESE BICHO DE MI CASA, SIMÓN! -gritó ella.

-¡NI HABLAR! ¡TAMBIÉN ES MI CASA! -gritó Simón.

-¡Como se te ocurre, Simón! ¿De dónde la has sacado? -preguntó Dylan.

-¡ERES EL MEJOR HERMANO DEL MUNDO! -gritó Chad y fue a buscar la serpiente.

-Es de un colega. Pero tranquilos, en dos días volverá y se la tendremos que devolver. Aunque había pensado que quizá se la podríamos comprar.. ¡AU! ¡Nate, dile a tu novia que no me tire cojines, ya me ha quedado claro que no vamos a quedárnosla! -Y un Simón enfadado subió las escaleras hacia su cuarto corriendo.

Chad apareció con la serpiente en sus hombros, enfadado.

-Quien no respeta a Junior, no me respeta a mí. -dijo Chad decidido.

-Saca esa serpiente fuera de mi campo de visión si no quieres que me meta en su mente y haga que quiera hacer sus necesidades en ti. -Abby amenazó. Chad sabía que para Abby seria muy fácil meterse en la cabeza del animal e imaginarse cascadas, ríos y mares en ella. Chad tragó saliva y subió corriendo las escaleras, llevando la serpiente a su cuarto. Abby suspiró.

-¿Por qué son tan imbéciles? -preguntó ella en voz alta.

-Llevó años preguntándome lo mismo, cariño. -murmuró Nate. En ese momento, llamaron a la puerta. Abby se levantó para ir a abrir.

Cuando abrió, Brandon se encontraba en frente de ella. Abby volvió a suspirar, e hizo un amago de sonreír.

-Hola, Brandon. Qué sorpresa. ¿Qué haces aquí? -preguntó ella intentando poner un tono alegre. Al parecer Brandon se lo creyó, porque sonrió más.

-Bueno, venía a recoger el informe.. Es que me ha pasado una cosa y lo necesito ahora. Lo tendrás, ¿verdad? -Brandon puso su sonrisa más coqueta, y a Abby le dieron ganas de rodar lo ojos.

-Claro, vuelvo enseguida. Pasa. -dijo ella.

-¿Quieres que suba contigo a tu cuarto? -Brandon se metió las manos en los bolsillos y volvió a sonreír. Abby negó con la cabeza.

-Gracias, pero no. Está algo desordenado. Mejor quédate aquí con Dylan y con.. Mi novio, vuelvo ya. -Abby sonrió al ver la sonrisa de Nate cuando pronunció: "mi novio". La cara de Brandon palideció. Seguro que no se había dado cuenta de la presencia de los demás en la casa.

-Humm.. y-yo.. -tartamudeó Brandon.

-Vuelvo ya. -lo cortó Abby.

En menos de un minuto, volvió con el informe en la mano.

-Aquí tienes, Brandon. -dijo ella y le entregó el informe. Brandon lo cogió con una mano, ya que con la otra estaba tocándose la cabeza. Tenía mala cara.

-Humm.. Esto.. ¿Estas bien? -preguntó ella educadamente. Él asintió.

-Me duele un poco la.. Cabeza. -murmuró él. Fue en ese momento cuando Abby se dio cuenta de que Nate lo estaba mirando fijamente sonriendo, con un rojo intenso en su mirada. Abby lo fulminó con la mirada.

«Maldita sea, Nate» -susurró en su cabeza.

-Bueno, seguro que camino a casa se te pasa. -dijo ella, y lo acompañó a la puerta. Antes de cerrarla, él habló.

-Ah -se quejó- yo que tenía pensado invitarte ahora a tomar algo.. En fin, supongo que para otra ocasión. Voy a ver qué me recetan en la farmacia.

-Otro día será. Adiós. -y dicho esto, cerró rápidamente la puerta. Fulminó a Nate con la mirada, quien sonrió inocentemente. Abby pensó en irse a su cuarto para hacer más evidente su enfado, pero se acordó de Junior. Maldita serpiente.

-Lo que has hecho ha estado fatal. -le reprochó ella. Dylan cerró su libro y subió las escaleras.

-¿Y visitar la casa de una empleada para invitarla a salir delante se su novio no? -inquirió él. Touché.

-Puedo arreglármelas yo sola. -Abby se cruzó de brazos y frunció el ceño. Nate sonrió y se acercó seductoramente a ella. Abby tragó saliva, ya sabía por donde iba.

-No he dicho lo contrario. -susurró él acercándose más.

-Pues ha parecido lo contrario.

-Lo sé -susurró él muy cerca ella, y se lamió los labios mientras bajaba la vista hacia los de la chica. Abby tampoco pudo evitar fijarse en sus labios.

-¿Sabes que te amo, verdad? -preguntó él. Abby no pudo evitarlo más y se lanzó a besarlo. Él sonrió en mitad del beso, y Abby hizo lo mismo.

Pero no dejaron de besarse.

Nate II; miradas oscuras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora