Secuela de: "El Legado Stark"
Después de un año, Becky Stark vuelve a Nueva York. La reciente caída de S.H.I.E.L.D. ha dejado un gran vacío en los Vengadores, quienes necesitarán la ayuda de la chica cuando se ven afectados por una nueva y gran ame...
El ataque de Hydra en la torre Stark, por fortuna, no había logrado ninguno de sus objetivos; aunque los Vengadores tampoco tuvieron éxito en la captura del Soldado del Invierno. Dentro del enorme edificio tecnológico se habían comenzado los trabajos para reparar todo aquello que hubiera resultado dañado; sin embargo, se sentía un ambiente dulce y sereno por la llegada de la pequeña Victoria Stark.
Tony y Pepper, que afortunadamente se encontraba bien, no cabían de la enorme felicidad y sus miradas parecían resplandecer a cada segundo. Debido a esto, surgió entre los Vengadores un montón de tiernas bromas haciendo referencia a mil cosas que jamás creyeron posibles por parte del ingeniero.
Pero había otro lado de la moneda, uno que bajo ninguna circunstancia podía ser ignorado. El Dios del Engaño seguía allí, acompañando permanentemente a Becky, quien siempre tenía una enorme sonrisa debido a las ocurrencias y halagos del hijo adoptivo de Odín. Lo anterior no pasaba desapercibido a los ojos siempre vigilantes del Capitán Rogers y una ex espía rusa, ambos tenían recuerdos de Loki que eran por demás suficientes para querer al dios asgardiano en la celda más oscura y lejana del universo.
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—No me gusta como la mira, Romanoff -dijo el Capitán mientras la pelirroja y él revisaban los archivos obtenidos en la misión de Montreal, Natasha sabía que eran pocos los momentos en que el Primer Vengador hablaba sobre sus sentimientos por lo que tendría que aprovecharlos.
-¿Qué crees que esté planeando Loki? -ella lo miró fijamente cuando Steve se recargó pesadamente en la pared.
-Apuesto lo que sea a que esta esperando información sobre el Cetro y después nos dará los mismos problemas de siempre, me preocupa que la esté engañando de esa forma tan horrible y tan típica de él. -Steve miró a Natasha a los ojos y ésta se encogió de hombros para sembrar la duda en el Capitán.- Dilo, Romanoff.
-Nada, es sólo que a veces pienso en qué pasaría si es verdad que la quiere... -la rusa midió perfectamente sus palabras sabiendo hacia donde iba.
-¿Lo dices en serio? -le respondió el Capitán sorprendido de lo que había escuchado. Habían pasado ya dos semanas desde que Becky había vuelto a la vida y desde entonces el Dios del Engaño permanecía siempre con ella.
-Bueno, Thor parece muy convencido del cambio de actitud en Loki y Becky confía mucho en él -dijo la agente encogiéndose de hombros una vez más.
-¿Sí? Pues a mí no me convencerían ni en otros cien años, no me importa cuanto confíen en él. Iré al laboratorio a entregar estos documentos que contienen fórmulas extrañas, reúnete allí conmigo cuando termines. -El Capitán Rogers se dirigió a la puerta para salir sin decir más mientras Natasha sonreía complacida por haberlo puesto justo donde quería.
De nuevo, y para la gran preocupación de los Vengadores, Hydra y el Soldado del Invierno parecían haber desaparecido por completo; sus ataques se habían vuelto completamente impredecibles al punto de llegar hasta la Torre Stark, por lo que la seguridad del edificio se había multiplicado en todos los niveles. Tony había instalado sensores externos en cada ángulo de la torre para detectar hasta el más mínimo movimiento alrededor de ella y cuando no se encontraba averiguando cómo volver su torre aún más impenetrable, le entregaba todo su tiempo a su pequeña Victoria.
