Secuela de: "El Legado Stark"
Después de un año, Becky Stark vuelve a Nueva York. La reciente caída de S.H.I.E.L.D. ha dejado un gran vacío en los Vengadores, quienes necesitarán la ayuda de la chica cuando se ven afectados por una nueva y gran ame...
Todo parecía una película de horror, esas donde no importa lo que se haga, siempre sucederá algo peor de lo que se pensaba. Y es que las cosas habían sucedido demasiado rápido y sin aviso alguno, así era el Soldado del Invierno: letal e inesperado. La torre de los Vengadores se había vuelto un completo caos esa madrugada y la cara de espanto de Natasha le dejó saber a Becky lo grave que había sido el ataque, sabía muy bien que la pelirroja ya conocía los movimientos del asesino más letal de Hydra.
-No te muevas, ya no te muevas -dijo Natasha a Becky que se removía después de haber visto a Steve salir de la sala. Clint se acercó para mantenerla quieta en la camilla donde diversos sensores y rayos láser analizaban todo su cuerpo en busca de otras lesiones, pero la más grave era la del cuello.
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-Necesito...ir con él -susurró Becky pues el dolor le impedía hablar bien. Sin Jarvis, tanto Barton como Romanoff tenían la tarea de manipular los sistemas para buscar las lesiones que Becky pudiera tener, afortunadamente, fueron descartando las más graves.
-No hay desgarros en los cartílagos de la laringe, la traquea parece sólo estar inflamada... -dijo Barton, por lo que Becky pudo darse cuenta del suspiro de alivio que salía de los labios de Natasha.
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-Revisa el sistema nervioso y el cardiovascular... -Natasha parecía estar en shock por ver el cuello de Becky comenzarse a llenar de marcas rojas y púrpuras, algunas llegando a algunas partes de su mandíbula.
-Estoy...bien, de verdad. -Becky intentaba no parecer tan adolorida como realmente estaba, se sentía aturdida por lo que sea que el Soldado del Invierno le hubiese inyectado. De pronto, comenzó a escuchar gritos afuera, en el pasillo.
-¡No me importa cuanto tarden, quiero que revisen la torre completa de principio a fin! ¡YA MISMO! Quiero saber como ese maldito entró y subió hasta el piso 87... -Era Tony que hablaba con algún encargado de seguridad de la torre. Su voz urgente y desesperada le provocó ansiedad a Becky.
-Ella está bien, dentro de lo que cabe, tranquilo, Tony -dijo Barton acercándose al ingeniero una vez que entró a la sala y lo miró con un desesperado gesto interrogante.
