Secuela de: "El Legado Stark"
Después de un año, Becky Stark vuelve a Nueva York. La reciente caída de S.H.I.E.L.D. ha dejado un gran vacío en los Vengadores, quienes necesitarán la ayuda de la chica cuando se ven afectados por una nueva y gran ame...
La vida se reduce a aquellos momentos en que los latidos del corazón se sienten más fuertes, más profundos. Así lo sintió Becky al despertar en la enorme cama donde descansaba al lado de su compañero por el resto de sus días. Su vientre en crecimiento la obligaba a dormirse de lado y en algún momento de la noche había terminado dándole la espalda al Capitán. Era el tercer día de su luna de miel y no podía evitar recordar lo sucedido ahí por dos noches consecutivas.
Nunca había visto a Steve tan cuidadoso en la cama; sin duda alguna, su bebé y el convertirse en su esposa había sido un detonante para él que terminó por fundir sus sentimientos. Movió su mano y acarició su vientre para saludar al autor de las recientes pataditas en las costillas. Llenando su corazón, sintió el brazo fuerte del Primer Vengador rodear su cuerpo para atraerla, pegarla a su pecho y besar su cabello. Rogaba al destino que esos momentos jamás se acabaran.
—Despertaste temprano... —dijo el Capitán al notar el evento tan inusual en ella.
—Tu bebé no me deja dormir, creo que le gustan las artes marciales... —respondió ella acurrucándose más contra el cuerpo del Primer Vengador para que la abrazara. Su voz soñolienta delataba todo el cansancio acumulado por no poder dormir bien.
—Dejemos dormir a mami, ¿está bien? —Steve acarició el vientre de Becky enternecido por el momento que estaba viviendo y que jamás creyó que sucedería. Becky aprovechó y trató de dormir un poco más antes de que las interminables náuseas la obligaran a levantarse.
No pasó mucho tiempo cuando ella tuvo que levantarse y correr al baño, los síntomas continuaban con la misma intensidad en sus ya casi cinco meses de embarazo. La Dra. Cho decía que algunas veces era así y que no implicaba ningún riesgo. Steve ya conocía todas las formas de hacerla sentir mejor y siempre trataba de evitar sus malestares.
Pasaron otros tres días más en las islas más hermosas de Grecia para después tomar el mismo jet privado de Tony para llevarlos de vuelta a la torre de los Vengadores. Natasha y Clint fueron quienes los recibieron pues Tony y el Dr. Banner estaban supervisando la construcción del nuevo complejo. En las noticias no dejaban de escucharse las diferentes posturas frente a las acciones más recientes de los Vengadores y eso preocupaba a Becky aunque no lo mencionara.
—¿Los echaron de Grecia por ser tan empalagosos? Creímos que no volverían... —bromeó Clint mientras Natasha abrazaba a Becky y tocaba su vientre para saludar al bebé.
—¡Vaya! Creció mucho en poco tiempo —dijo Natasha emocionada por el repentino crecimiento que suelen tener los bebés en gestación.
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—Sí, mañana viene la Dra. Cho para revisarme...bueno, para revisar el avance de la mezcla de sueros. —Últimamente, Helen Cho se enfocaba mucho en investigar las alteraciones genéticas del hijo del Primer Vengador.
—Ya verás que todo irá bien... —dijo Clint acercándose ahora a Becky para abrazarla y Nat hizo lo mismo con Steve—. Sé que acaban de llegar pero, ¿puedo robarte al Cap por unos momentos?
