Capítulo 7

5.1K 697 53
                                    

"Y luego, cuando ante ti se abran muchos cami¬nos y no sepas cuál recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confiada profundidad con que respiraste el día en que viniste al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieta, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuan¬do te hable, levántate y ve donde él te lleve.

Susana Tamaro


Talulha salió de la ducha envuelta en una amplia bata de toalla, se sentó junto al escritorio que había ubicado al lado de la única ventana y mientras tomaba una taza de café comenzó a escribir una carta.

Mi querida Su:

Antes de irme me hiciste prometer que tan pronto estuviera instalada te contaría detalladamente como me había ido. Muy bien aquí estoy cumpliendo mi promesa, ya sabes que amo las antigüedades, así que nada de e-mail, ni chat, ni siquiera una larga llamada telefónica, te mando una carta y estoy segura que ésta irá en un sobre gordo.

Bueno, ya hace una semana que llegué y tengo bastante para contarte.

El trabajo me gusta mucho, el Profesor es una eminencia en el campo y puedo aprender mucho de él, el equipo de trabajo es muy bueno, esté integrado por dos hombres y una mujer, son gente agradable. Hablan poco y trabajan mucho y no los conozco lo suficiente para hablarte de ellos aún.

¡Ay Su me había olvidado lo mucho que me gustaba trabajar en esto! Tenemos un buen número de reliquias para estudiar y clasificar, hay algunas bellísimas...ayer vi un collar del Imperio Incaico que te encantaría, además tiene una historia de esas que te gustan a ti

Como te imaginarás estoy totalmente sumergida en el pasado, creo que si alguien me pregunta la fecha actual dudaría o al menos le agregará a.C a cualquier fecha que responda.. Juro que es una suerte que no ande por la vida haciendo la prueba del carbono 14.

Bueno ahora te contaré de mi nuevo departamento, como te lo adelanté es un lugar chico (mucho) y venía amoblado. Por supuesto, sin romper la regla de los lugares amoblados, los muebles son totalmente horribles e incómodos...estoy tentada de pedirte que me envíes algunas cosas de la tienda.

¿Sería demasiado lujo sentarme en una sillas Luis XV y tener un par de lámparas Art decó?...Sí supongo que sería demasiado pedir. Pero debo decirte que lo arreglé bastante bien, no saldrá en las revistas de decoración pero es habitable y huele horriblemente a pintura fresca. Sí, no te preocupes ventilé bien todos los ambientes. En verdad si me hubieras visto recorriendo los mercados de pulgas buscando cosas para mi lugar, habrías estado orgullosa de mí, también hice milagros con las cortinas y debo darle la razón a mi madre en que un par de cojines ayudan.

Tengo un par de plantas, entre ellas un helecho que me robé de una oficina de la Universidad, no querida mía, no me he convertido en una delincuente. No temas, que los cambios recientes no me inclinaron al crimen, sólo que lo vi tan abandonado y en tan mal estado que me compadecí y me lo traje. Sí ,¡me compadecí de un helecho!..y debo decir que es muy agradecido, le han salido muchos brotes nuevos y estoy segura que será un hermoso ejemplar en poco tiempo. Así que si me denuncian, ya tengo un argumento para defenderme...salvé una vida. Vegetal, pero vida al fin.

Así que a mis ofensas anteriores, ahora debemos sumarle el robar helechos. Claro que no tengo una gran carrera en la delincuencia, sólo la vez que le rompí la nariz a Mario cuando íbamos a quinto grado,¿lo recuerdas?, en realidad él dijo cosas horribles de mis padres (algunas ciertas pero no menos hirientes) y se lo merecía. Mi otra falta fue por conducir a alta velocidad en un auto robado, también debo resaltar que ese incidente fue tu culpa. Tomé el auto de mi madre para llevarte al hospital cuando ibas a dar a luz a Gabriel,tú te la pasaste rezando todo el camino e invocando a todos los santos, más por miedo a mi forma de conducir que al parto , y yo insulté y maldije a tu marido durante todo el trayecto por haberte embarazado y no estar allí cuando lo necesitabas.¿Lo recuerdas? Aunque salió todo bien. A propósito,¿cómo están los niños?.Espero que todo esté tranquilo .Les llevaré regalos cuando vuelva, tu trabajo es educarlos y el mío malcriarlos.

No creo en las novelas de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora