Capítulo 22

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"En un universo de ambigüedad, esta clase de certeza llega sólo una vez y nunca más, no importa cuántas vidas vivas"

Los puentes de Madison County

Era tarde, Talulha suspiró, había vuelto a quedarse trabajando tiempo demás, pero cuando se entusiasmaba con su trabajo se olvidaba del tiempo.

Giró un poco el cuello para quitarse la tensión muscular, luego acomodó los papeles y las cosas que necesitaría al día siguiente y se marchó.

Apenas iba saliendo de la Universidad cuando escuchó una voz que la saludaba.

-Talulha...-dijeron y al girarse vio a Aidan.

-¿Qué haces aquí?- preguntó sorprendida

-Vine a buscarte para acompañarte a casa. Te dije que íbamos a vernos, ¿verdad?

-¿Cómo supiste que estaba aún aquí?

-Llamé hace un rato y me dijeron que estabas trabajando y que más o menos a esta hora te ibas. Quería sorprenderte – dijo y ella trató de no demostrarle que lo había logrado y con creces.

-Lamento decepcionarte, pero vivo cerca así que no necesito que me lleves.

-No dije que fuera a llevarte, dije acompañarte. Sé que vives cerca, así que voy a caminar contigo hasta tu casa.- dijo él con un tono que no admitía replicas.

- Aidan, ya estoy mayorcita para...

-Vamos , Talulha..-dijo él y estiró su mano para que ella la tomara.

-¿Lo dices en serio?- preguntó espantada y él hizo un gesto señalando la mano, como ella no hizo caso, finalmente él la agarró y empezó a caminar.

-Es una noche preciosa, será un paseo agradable y nos hará bien para despejarnos después del trabajo.

-¿Y esto? – preguntó ella levantando levemente su mano atrapada en la calidez de la de él.

-Algo que quería hacer.

-¿Y no pensaste en mí?

-Siempre pienso en ti – le respondió y eso bastó para callarla un rato y para que caminaran juntos y en silencio. Pero de alguna forma no era incómodo, era agradable, andar uno junto al otro, tranquilos por el camino arbolado.

En su trayecto se cruzaron con una pareja muy mayor que iba de la mano tal como ellos, Aidan los miró e inconscientemente esbozó una sonrisa.

-¡Ay no! – exclamó Taly.

-¿Qué sucede?

-Tienes esa expresión.

-¿Esa expresión? ¿A qué te refieres? – preguntó sin entender.

-"La expresión boba" que pone Susana cuando algo le parece adorable....

-Bueno, que dos personas puedan quererse y pasar sus vidas juntos de esa forma, es adorable, aunque suena muy mal que lo diga. No suelo usar mucho la palabra adorable, lo juro, no es mi intención darte una mala imagen de mí – agregó divertido, pero era obvio que estaba totalmente convencido de lo que decía.

-Si lo dices...- susurró ella.

-Dilo, llevas callada mucho tiempo y me preocupa, suelta otra de tus teorías..

-¿Quién dijo que llevan juntos toda la vida? Que las canas y las arrugas no te engañen, a lo mejor acaban de conocerse, o quizá hasta incluso tienen demencia senil y se confundieron y andan por allí tomados de la mano porque sí...

No creo en las novelas de amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora