"Ven, duerme conmigo y no hagamos el amor. Dejemos que el amor nos haga".
Julio Cortázar
"Viernes " eso fue lo primero que vino a la mente de Talulha apenas despertó.
A continuación se cubrió con la manta y se tapó la cabeza con la almohada, no tenía ganas de levantarse, aquellos días su mundo había girado en torno a la exposición, había sido todo un éxito y tanto la gente de la Universidad como la opinión pública habían halagado al equipo por su gran labor. El profesor Lambert estaba en el octavo cielo y Taly se había contagiado con aquel sentimiento de felicidad y realización.
Ahora se sentía como si la empujaran desde el borde de un abismo.
No quería sentirse así, quería ser la misma Talulha de siempre, no estaba segura de conocer muy bien a la que era cuando Aidan estaba cerca.
"Levántate cobarde" se dijo y salió de la cama, se dio una ducha y se preparó para el largo día que le esperaba.
Antes de salir al trabajo leyó los dos mensajes que tenía en el teléfono celular, uno era de Aidan y otro de Susana.
"Buenos días, todos los aeropuertos están avisados por si quieres irte a Groenlandia, te veo luego"
Ese era el mensaje de Aidan y aunque el tono era cómico , Taly podía adivinar que en verdad estaba preocupado de que ella volviera a escapar. Aunque debió enfurecerse, se enterneció, era extraño pensar que Aidan Diakos estuviera tan preocupado. Era el tipo de hombre que podía atraer a cualquier mujer, nadie escaparía de él, y sonrió al pensar que ella lo había hecho durante bastante tiempo.
Luego leyó el mensaje de Su.
"Tuve un sueño extrañísimo contigo. Estabas vestida de princesa y bailabas con un coro de duendecillos, ¿raro, verdad? ¿Sucedió algo?"
Ese era el mensaje de Susana. Su amiga preguntaba si había sucedido algo, tenía un sueño con duendecillos y se le daba por jugar a ser pitonisa. Era lo que le faltaba para empezar el día. Le contestó brevemente.
"Su, cariño, lo que sucedió fue que usaste especias equivocadas en tu cena de anoche. No todo lo verde es albahaca. besos"
Acto seguido apagó el teléfono y se marchó rumbo a la Universidad.
Talulha miró el reloj y pensó que funcionaba mal, de a ratos parecía que cada segundo se extendía hasta la eternidad y en otras ocasiones parecía acelerarse precipitadamente. En esos instantes el corazón se le desbocaba al recordar que al final del día laboral le esperaba su cita con Aidan.
Cronos no estaba de su lado, así que el momento que la tenía ansiosa llegó y Taly se marchó a su casa para prepararse.
Se duchó, se arregló el cabello, tomó la caja que contenía la ropa interior de encaje...luego la volvió a dejar, para volver a tomarla y finalmente se puso las delicadas prendas. Luego se puso el vestido azul que había elegido y con un mínimo gruñido se calzó unas sandalias con algo de tacón.
Se maquilló suavemente y respiró profundamente. "Lista" se dijo a sí misma, y le sonrió a la imagen del espejo. "Estás más lista para ir a filmar una película de vampiros que para una noche de pasión, cambia la cara" se dijo a sí misma.
Y casi como si estuviera calculado, llamó Aidan para preguntarle si ya podía pasar a buscarla, por un segundo pensó decirle que no era necesario, que ella iría a su encuentro, pero finalmente aceptó.
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No creo en las novelas de amor
RomanceTalulha está convencida de que el amor no existe y puede justificar su posición de mil maneras diferentes, lo ha hecho toda la vida. Sus argumentos son muy convincentes, excepto para su romántica amiga Susana y para el hombre que acaba de aparecer e...