Oro y sangre ( Lux x Katarina )

Tocando puerto

Capítulo 2

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Tocando puerto

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Lux resbaló de nuevo y tuvo que mover rápidamente sus manos para, presionando aún más la soga, para no caerse.

Lanzó unos leves jadeos cuando ya sintió que estaba estable en su lugar. Podía ver su aliento reflejado en humo, hacía ya mucho frio y la brisa marina solo la congelaba más. No sentía los nudillos ni los dedos, sus muñecas le dolían como nunca antes.

Miró hacia arriba de nuevo y vio a Katarina sentada tranquilamente en el borde, al lado de donde salía la soga. Miraba al cielo mientras una de sus piernas se balanceaba. Parecía totalmente ajena al sufrimiento de la rubia unos pies abajo.

Lux apretó su mandíbula y sintió que iba a llorar por lo que dirían, pero las pocas fuerzas que antes sostenían su orgullo ahora luchaban porque su cuerpo dejara de temblar del frio y no caer a las aguas oscuras debajo de ella.

-Tu ganas- murmuró, pero Katarina seguía sin verla- hare lo que digas ¡Tu ganas!- insistió pero la pelirroja seguía absorta en el cielo- Ya no puedo sostenerme y...

Pero en ese momento una de sus manos resbalo y volvió a deslizarse unos metros. Intento lo que había hecho previamente, sostenerse con fuerza pero eso solo la detuvo unos segundos y volvió a caer, la velocidad con la que decencia lastimo sus manos y antes de que pudiera percatarse su cuerpo se hundió.

El agua estaba tan fría que la maga sentía que miles de agujas de hielo se clavaban en su piel. Algo agarró su muñeca y se vio impulsada hacia arriba. Al mirar notó que una cuchilla, atada a otra soga que envolvía sus manos, era lo que la jalaba, unos metros más arriba Katarina subía por la soga que con gran facilidad, cargándola.

Cuando la asesina llegó al borde del barco, siguió tirando de la soga que sostenía a la maga, hasta que esta cayó finalmente arriba, en la madera. Le tomo las muñecas, obligándola a pararse para que comenzara a caminar, pero el primer impulso de su rehén fue abrazarse a lo primero que le diera calor, su cuerpo.

Katarina podía ver y sentir como la rubia temblaba espasmódicamente mientras se aferraba fuertemente a su cuerpo.

"Se va a morir" pensó mientras tomaba un trapo del suelo y la cubría con él. Caminar hasta su habitación fue tarea difícil por lo fuerte que se aferraba Lux a ella.

Se dirigió directamente a la ducha y abrió el grifo de agua caliente, metiéndose con la maga allí. Esperó a que los espasmos comenzaran a cesar y luego apagó la lluvia. Cuando creía que podría sacar a la chica caminando de su baño esta colapso, haciendo que casi caiga al suelo con ella.

De mala gana la cargó en sus brazos y la llevo hasta la única cama del camarín. Aunque parecía inconsciente, Lux seguía temblado, notoriamente menos que antes, pero temblaba, podía ver la mandíbula de la chica tiritando.

Tapó a la maga con una de las frazadas al pie de la cama y con una toalla comenzó a secarse a ella misma mientras la vigilaba. Pasado varios minutos la rubia dejo de temblar y poco a poco el color comenzó a llegar a su piel, ahora dormía.

Suspiro y siguió secando sus rojos cabellos, no paso mucho tiempo cuando alguien llamó a su puerta.

Cassiopeia no dijo nada cuando su hermana le abrió, simplemente hecho un vistazo adentro de la habitación.

-¿Vive?- preguntó al adentrarse.

-Por ahora- contestó sin ganas la mayor y se fue a sentar en un pequeño sillón de la angosta habitación- todo aquí tiene polvo, está sucio y es pequeño.