Oro y sangre ( Lux x Katarina )

Tratos

Capitulo 4

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Tratos

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El viejo escuchó los golpes en la puerta, los correctos, y dejo que esta se abriera. Reconoció la presencia de Katarina entrando en la estancia, pero solo cuando un ruido de algo apoyándose en una tabla, cerca de donde estaba el bebedero equino, supo que venía acompañada.

-¡Te dije que no iría muy lejos!- exclamó riendo luego.

-No gracias a ti, supongo- le contesto de mala gana la pelirroja- ¿Puedes curarte eso?- le preguntó a Lux que ya estaba sentada al borde del bebedero, esta negó- Ya no tienes color, es obvio que cortaste una arteria o vena en tu planta, si no te curas pronto te vas a desmayar.

-No es como si no quisiera curarme ¿Sabes?- se atrevió a decir la menor mientras intentaba inspeccionarse el pie- no tengo mana para hacerlo.

Ambas escucharon como el viejo largaba un fuerte suspiro

-¿No les encanta el olor a sangre?- preguntó desde su asiento.

Katarina también largo un suspiro, pero no de satisfacción. Se encamino al departamento, subiendo por las escaleras y volviendo luego con un tacho.

Se sentó al lado de Lux y extendiendo su mano le pidió que subiera su pie hasta allí. Esta dudo pero terminó haciendo lo que se le pedía.

-¡Ay!- exclamó la maga hundiendo sus dedos en las muñecas de Katarina al sentir un punzante dolor en su pie.

-Quédate quieta- dijo con fastidio la pelirroja mientras con su cuchilla retiraba un pedazo de vidrio que diviso clavado en la carne, luego con sus dedos lo terminó de extraer.

Podía ver como el pie que sostenía temblaba y al levantar su mirada pudo ver que la mandíbula de Lux también. Debía de estar sintiendo mucho dolor.

-No entiendo a los soldados demacianos, llorando y temblando por una simple herida como esta. Que mal dejas a tu nación.

Ante la burla no hubo ninguna queja. Lux se concentraba en dejar que la pelirroja siga con su trabajo.

Le vendó el pie luego de lavárselo con un trapo.

-No creas que te vas a salvar con esto. Aquí no hay nada con lo que pueda desinfectar la herida o realmente parar el sangrado. Depende de que juntes la energía que necesitas para curarte, de lo contrario quizás pierdas el pie. Depende de ti. Si vives, vete haciendo la idea que debes empujar de nuevo esa rueda, esta vez sin otro "brillante" plan de escape- terminó diciendo la pelirroja mientras se ponía de pie y se alejaba del bebedero.

-Gracias.

-¿Eh?- se extrañó la mayor dándose vuelta por lo que creyó escuchar, pero solo vio a Lux sosteniéndose con fuerza el pie, una tenue luz salía de sus manos- Yo solo te estoy mantenido con vida. De momento me sirve más viva que muerta. Aunque estas siendo un poco fastidiosa... aun así, me sigues valiendo. Así que no te mueras estúpidamente ¿Quieres?

-Por salvarme de esos tipos... gracias.

-¿Eres sorda o realmente perder sangre te vuelve más idiota? Te dije que me sirves con vida y...

-Pudiste dejar que me violaran y que luego me entregaran. Y no lo hiciste. Los detuviste.

-Los mate. Querrás decir "Los mataste"- corrigió con gracia- ¿Y que con eso aparte? No me digas que en Demacia las personas disfrutan viendo violaciones en público y que así se excitan...