Oro y sangre ( Lux x Katarina )

Cumpliendo mi palabra

Capítulo 20

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Cumpliendo mi palabra

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Un aleatorio sonido de madera crujiendo, el olor a mar y el persistente pero lento vaivén que recibía, hizo que Katarina se fuera despertando de a poco.

Lo primero que divisó fue la puerta de madera cerrada, la luz de día pegaba sobre ella, eso fue lo siguiente que vio, la ventana. A través de ella podía ver un cielo anaranjado oscuro, no podría decir que hora eran con exactitud pero adivinaba que no faltaba mucho para que anocheciera.

-Suponía que no tardarías tanto más en despertar- comentó Lux viendo como los ojos verdes de su acompañante analizaban la zona para luego posarse en ella- ¿Cómo te sientes?- pero la pregunta no fue contestada, Katarina solo la miraba confundida- ¿Sabes dónde estás?- intentó de nuevo pero más silencio- ¿Sabes quién eres o...?

-Sí, Lux- contestó finalmente llevándose una mano a la frente y tratando de sentarse en la cama.

-No trates de pararte.

-No iba a hacerlo, solo...- comenzó a decir mientras con un gran esfuerzo de su parte logro apoyar su espalda en el cabezal de la cama y tener así una mejor vista de la habitación.

Ahora la pelirroja intentaba responder las demás preguntas que se hacía, terminó de razonar y recordar lo que había pasado y volvió su vista a la rubia, quien era la única que la acompañaba.

-¿Hace cuánto zarpamos?

-Mmmmm no lo sé en realidad, tus hombres ya habían zarpado cuando llegamos, tuve que cargarte hasta aquí.

-¿Cuánto hace de eso?

-Unas 9 o 10 horas.

Ahora Katarina recordaba haber estado consiente de momentos, cuando sentía el viento en la cara y el cuerpo de Lux debajo de ella; las voces de sus hombres al llegar a bordo, la voz de su hermana poniendo orden; ella siendo recostada en la cama; más voces; unas cuantas personas examinándolas; recordaba mareos y vomito; recordaba sentirse fatal ya adentro de la habitación.

-Quiero hablar con Cassiopeia- anuncio y destapándose trató de pararse, pero las fuerzas le faltaban y el cuerpo le dolía prácticamente en todas partes, una nueva mirada a su cuerpo le mostro las heridas más próximas que podía ver, las de sus piernas, las cuales aún tenían un horrible color y varias vendas con manchas de sangres, notó lo mismo en sus muñecas y manos.

-La iré a buscar- propuso Lux acercándose a la mayor- pero tú no te muevas. Las vendas que llevas son meramente de contención, aun no te hemos curado apropiadamente, todavía lo estamos haciendo.

Al escuchar esto la pelirroja puso atención en las manos y ropa de la demaciana, también había manchas de sangres en ella, pero no parecían la suya. Atrás de ella se podía ver vendas, tijeras, agujas y unos recipientes con agua y trapos, la mayoría sucios ya.

-No tardare- anuncio de nuevo y se alejó de la cama, levanto de una pequeña mesa próxima un trapo azul y cubrió su boca, se subió su capucha y dejo la habitación.

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-... La orden de desplegar las tropas y regresar al estado nos llegaron al día siguiente de que desaparecieras, estuvimos de acuerdo con los demás líderes de esperar hasta la mañana siguiente y partir- seguía explicando Cassiopeia.

-¿Por qué les ordenaron retirarse? ¿Fuimos descubiertos acaso?-indagó con un dejo de molestia la pelirroja

-No, nadie atacó la resistencia, ni siquiera un enemigo se acercó a los perímetros.