Más que el oro, más que los diamantes

11.7K 433 329
                                    

Disclaimer: League of Legend y sus personajes no me pertenecen... Y ahora está lloviendo afuera. Viene lloviendo un montón en Tucumán. Lo escucho desde mi ventana, cayendo en el pasto y en los charcos de agua, sobre el vidrio y sobre las hojas de los árboles. Hace un poco de frio y el olor a lluvia esta en toda mi habitación, de hecho estoy envuelta por ella, su olor, su sonido, casi que puedo sentirla... y esta helada, yo sé que esta helada, sé que podrá calarme los huesos y aun así... es perfecta.

Capitulo Extra

Más que el oro, más que los diamantes.

Obasa bajó el libro que tenia leyendo para darle una nueva mirada contemplativa al lugar... más bien a quien la acompañaba en él.

La parte alta del faro funcionaba aun cuando era de día y el mecanismo del centro seguía girando mostrando las brillantes rocas violetas en su centro.

Pese a que la habitación superior estaba decorada de luces, esto era algo que la anciana ya estaba acostumbrada, no así ver a la joven maga meditando tan cerca de sus cristales.

La mujer se le quedó viendo por unos segundos, Lux estaba con los ojos cerrados y sentada, su respiración era tranquila y todo en ella daba fe de que estaba concentrada y relajada en su tarea.

Cuando finalmente abrió los ojos lo hizo con un profundo suspiro.

-Les complaces- comentó la vieja bruja y Lux la miró de inmediato con una gran sonrisa.

-¡¿De verdad?!

-¿Por qué te sorprendes tanto? Vienes demostrando ser una excelente hechicera en el arte de la oscuridad desde hace meses.

-Bueno, es verdad que ahora me siento con un poco más de confianza, pero aun creo que me falta mucho por aprender.

-Siempre hay algo nuevo por aprender, niña, nunca se conoce nada en absoluto, siempre hay algo mas- asintió la anciana- pero déjame decirte que de todas las aprendices a lo largo de mi vida, tú eres una de las más talentosas que he tenido.

Las mejillas de Lux se sonrojaron en pena pero le terminó sonriendo.

En los 5 meses que había estado allí, encontró en Obasa el tipo de amor que uno tiene hacia un maestro cariñoso, por más que en un principio esta había sido por de más exigente con ella.

-Aparte eres muy inteligente y aplicada al estudio, te has leído todos los libros sobre hechicerías que poseo. Da gusto tener alumnos así tan apasionados y sedientos de conocimiento.

-Muchas gracias- contestó honestamente la demaciana- ha sido sencillo teniendo a tan buen mentor.

La anciana asintió al cumplido y se acercó a la rubia.

-Hoy es el último día ¿verdad?- preguntó la anfitriona- ¿Hoy marchas?

-Sí, ya está todo listo en Kanay para mi llegada- asintió la rubia- dos enviados de la reina llegaron ayer a la tarde, como ella me lo dijo, descansaran aquí y seguirán camino a su reino por la mañana. Ire con ellos.

-Ah... la reina de Kanay- suspiró Obasa- una mujer muy amable... es muy parecida a su madre.

-¿Conociste a la madre de la reina?

-A la fundadora... sí.

Lux se le quedo viendo confundida por unos momentos, tratando de entender lo que se le estaba diciendo y lo que sabía respecto al reino.

-Disculpe mi atrevimiento pero... ¿Cuántos años tiene?

Obasa río ante la pregunta, ahora entendiendo la expresión de confusión de la demaciana.

Oro y sangre ( Lux x Katarina )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora