Estoy aquí, te escucho fuerte y claro

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Capítulo 18

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Estoy aquí, te escucho fuerte y claro

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Moisés había sido uno de los tantos tutores que Lux había tenido en la academia de magos, de hecho recordaba bien a su aprendiz, tan bien, que pese a no verla luego de tantos años fue el primero en reconocerla cuando entró a la fortaleza.

Había anunciado a todo el mundo de quien se trataba y bajo su supervisión y poder que tenía en la milicia no perdió ni un solo segundo en cuidar de su ex alumna.

Justo caminaba a la par de dos sirvientas que llevaban la bandeja para el desayuno de la tan reconocida maga.

-Buenos días, señorita Crownguard- saludo el delgado mago, entrando en la habitación, sin embargo la aludida ni siquiera lo miró.

Desde que había llegado, el mayor había notado en la rubia un gran estado de distracción y falta de fuerza, pero no tardó en adjudicárselo a las heridas y seguramente a la historia que conllevaba ser una rehén de Noxus.

-Le hemos traído el desayuno- siguió hablando, pero Lux, desde su posición de sentada en el medio de la cama, seguía viendo las sabanas- debe alimentarse bien. Todo el día de ayer mis magos e inclusive yo mismo, hemos cuidado de sus heridas y con hechizo de transfusión logramos que la cantidad de sangre que había perdido se recuperara, pero no es razón suficiente para descuidarse, por favor.

-Sí... gracias- terminó finalmente diciendo ahora si ya viendo hacia él. Las empleadas acercaron la bandeja con la comida a la cama y la saludaron con una amplia sonrisa que la maga devolvió a medias.

-Le dará gusto saber que hemos logrado enviar un mensaje a Demacia, comunicándole con alegría su regreso. Sera una grata noticia para todos allá.

-Ya veo... gracias- volvió a hablar sin ánimos.

-Lo lamento tanto, mi niña- dijo el hombre acercándose a uno de los bordes de la cama- solo tú puedes saber las atrocidades por la que te hicieron pasar los noxianos. Te recuerdo alegre y vivaz, malditos aquellos que osaron apagar esa luz que llevaba, pero te prometo que todo estará bien.

Ante las últimas palabras el hombre vio algo extraño en los ojos de la chica, como si eso le causara algún tipo de dolor.

-Gracias Moisés... también estoy feliz de estar finalmente en casa de nuevo.

-Por supuesto.

-Supongo que solo estoy aún cansada, los noxianos no han hecho de mi gran cosa, no tienes de que preocuparte- explicó la chica dándole otra mirada a su desayuno.

-La herida de su costado era realmente horrible, era algo de preocuparse, realmente- comentó Moisés recordándolo- por suerte esta fortaleza cuenta con un excelente grupo de magos, le aseguro que no le quedara ni siquiera una cicatriz de eso, solo deje que la curemos esta noche, se un conjuro que borra las marcas como esas y...

-Por favor, no hagas eso- lo interrumpió de repente, ahora la maga le sonreía de una manera más honesta- de verdad estoy muy agradecida por cuidar de mí, la herida ni siquiera me duele y yo misma he comprobado lo eficiente que fue la cicatrización, de no haber sido por ti aun seguirá sangrando de seguro... pero, la marca que tengo no es tan grande, la cicatriz no se nota demasiado.

-Con mi magia puedo hacerla desaparecer por completo en unas horas, la hubiera hecho desaparecer ya, pero parece que fue provocada por una especie de magia. Le aseguro que aun así puedo arreglarlo.

Oro y sangre ( Lux x Katarina )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora