Oro y sangre ( Lux x Katarina )

Mientras viva

Capítulo 29

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Mientras viva

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-Señorita ¿Esta bien?... ayúdame a levantarla, parece que se golpeó con algo... no sé muy bien con qué.

Lux aspiró abruptamente y sus ojos se abrieron de par en par. Traspiraba en frio y su cuerpo temblaba. Tensa.

-Tráiganle un poco de agua- ordenó Quinn al ver el estado de su compañera.

Los soldados le facilitaron esto, pero a la rubia le tomó varios segundos recibir el recipiente.

Las imágenes pasaban muy rápido por su cabeza y se sentía mareada, aun sosteniendo el vaso este temblaba en su mano.

-¿Te sientes bien?- trató Quinn poniéndole una mano en el hombro, pero la rubia escarmentó alejándose del toque.

Ahora miraba a todos los que la rodeaban. Los demacianos la observaban atentos, confundidos. Podía ver a Garen a lo lejos, también con una expresión de preocupación.

Sintió el dolor en una de sus manos, llevaba los puños cerrados con fuerza, pero al abrir el derecho notó que este sangraba. Si había lastimado la mano con un objeto que parecía haberse roto en fragmentos, un cristal violáceo que brillaba con cierta curiosidad.

Los recuerdos volvieron a golpear su mente en segmentos y volvió a cerrar sus puños sin importarle la herida.

-Lux...- intentó Quinn pero fue interrumpida al escuchar sonidos provenientes del bosque.

Los demás soldados se pusieron en guardia también, pero la maga ya sabía lo que se acercaba, lo recordaba de forma desfigurada al tratar de enfocar la vista. Como ver la realidad pero con una plantilla violeta puesta como gafas, la figura de un soldado acercándose, hablando luego con los generales.

Y así pasó.

El soldado apareció eufórico, anunciándose y haciendo que los demás se relajaran al notar que era uno de los nuestros.

-¡Lo encontramos! ¡Al pueblo! ¡Keveth!

Lux dirigió atenta la mirada al soldado, ya no sentía los mareos y de repente todo parecía encajar en su cabeza. Ahora el problema lo sentía en su pecho, un enorme miedo creciendo en él e invadiéndola.

La incertidumbre corrompió su mente y por varios segundos deseo volverse pequeña y desaparecer de allí.

Todo tomaría su forma como lo había visto, lo sabía...

"Y yo... y yo no puedo...no puedo..."

A lo lejos Garen empezó a ponerle atención al recién llegado al igual que los demás líderes, pero antes de que este aclarara la ubicación de su hallazgo un hechizo brillante le rodeo la boca, como si fuera una venda, para luego ser elevado y tirado hacia atrás.

-¿Qué estás haciendo?- preguntó con molestia el mayor de los hermanos al reconocer el hechizo y como el hombre terminaba ubicado a la par de Lux- suéltalo- ordenó, pero la maga no le miraba, tenía su vista clavada en el suelo-¡Suéltalo!

Ante el grito todos pudieron apreciar como los hombros de la rubia escarmentaron, pero no hizo más que eso.

Garen se acercó a esta pero lux extendió una mano y la apoyo la parte baja de su hombro. El líder titubeo, parecía un gesto de cariño y veía a su hermana temblando un poco.