Capítulo 11.

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Era un nuevo día, un frío y horrible día de enero. ¿Qué más podía esperar? Ya todo era una mierda. En todo lo que llevaba del día, pensé en aquel sueño que tuve. No pensé que iba a recordarlo, o por lo menos no de nuevo. Mis problemas iban de mal en peor, ahora tengo alguien que controla mi vida y un sueño que me vuelve al pasado oscuro de siempre. No quería recordar esa época en que todos se burlaban de mí, no quería recordar las veces que me internaron por bueno, problemas. Era muy injusto. No había ni siquiera probado mi comida, no tenía ganas de hacerlo. Me volví a mi habitación para descansar antes de que Baekhyun llegue, no me quería imaginar si tenía que hacer actividades o cosas extrañas como esas. ¿Me preguntaría cosas sobre mí? ¿Pensaría que sólo soy una ciega idiota? ¡Me comía la mente! Pero sin embargo, no quería mostrar interés alguno. No me importaba que Baekhyun me arruine por un tiempo la vida, estaba segura que se cansará y que no volverá por lo menos, a trabajar conmigo. Me acosté en mi cama y cerré los ojos. La puerta de la habitación se abrió, suponía que era Minhae.

-Bueno, creo que esta dormida... -susurró ella. ¿Con quien estaba?-
-Supongo que tendrás que despertarla, se asustaría si yo lo hiciera -se escuchó un suspiro, ya sabía de quien se trataba-
-¡Hienim, despierta! -gritó ella, abrí los ojos rápidamente y me senté en la cama- Ya está Baekhyun aquí -comentó.

Obviamente, era pura actuación. Me hubiera gustado que me despierte más calma, así podía haber fingido no despertarme o perder tiempo. Pero en este tiempo, Minhae y yo nos conocimos más a fondo, sabemos nuestras intenciones y varios pensamientos, aunque por dentro no nos tengamos afecto.

-No la trates así, estaba durmiendo -dijo Baekhyun pacíficamente, enarqué una ceja- Hola Hienim, ¿cómo te sientes? -Preguntó él-
-Bien, cansada -bufé obviando que quería dormir-
-No te preocupes, sólo será un rato... hoy es un día que vamos a aprovechar ambos para conocernos, ¿si? -preguntó dulcemente-
-Sí, como quieras -me encogí de hombros sentándome en la cama-
-Yo soy Byun Baekhyun, ayer no había podido presentarme bien -dijo dulcemente, sonreí de costado- tengo 23 años, y por un tiempo, yo voy a ser tu lazarillo, y además algo así como que voy a apoyarte en los problemas que tengas y cualquier cosa que necesites -musitó- ¿alguna duda?
-Ninguna -sonreí algo tímida, y a la vez indiferente-
-Obviamente, vamos a ir conociéndonos con más tiempo, todo lo que necesites, podrás acudir a mi, ya sea también algo personal -agregó-
-¿Eres psicólogo ahora? -pregunté sarcástica-
-Puedo ser muchas cosas, voy por esa rama de ayudar a la gente, psicología entra en esa parte -dijo, fruncí el ceño- ahora, sobre ti, ¿qué puedes decirme? -preguntó amablemente-
-Bueno, soy Park Hienim, tengo 23 años también, quedé ciega a los 17 en un accidente automovilístico, -escuché el ruido de un papel, supuse que estaba anotando lo que decía- mis padres me mandaron aquí para que pueda recibir ayuda de parte de gente que sepa, para que pueda formar un futuro dentro de unos años... -comenté recordando aquella situación, hice una cara de disgusto-
-¿Algo más que quieras agregar? -preguntó él-
-Sí, supongo... desde que quedé ciega, pasé por cosas muy difíciles, sobretodo con otras personas y bueno, mis padres quieren que trate eso también, ¿tendría que hacerlo contigo? -pregunté no muy entusiasmada-
-Exacto, todo aquello que necesites se relaciona conmigo -afirmó- ¿más? -preguntó-
-No, eso sólo -aseguré- ¿qué haremos ahora? -pregunté, esperando a que diga que tendría que hacer algo, seguramente, aburrido-
-Déjame comentarte que, yo sólo voy a motivarte y a darte consejos todos los días, voy a hacerte así clases de preguntas, vamos a pasar bastante tiempo a solas y cada tanto vamos a salir a recorrer el mundo, para que empieces a acostumbrarte sola -comentó, yo asentí- también cualquier cosa privada que llegues a necesitar, se trata conmigo... sé que para ti hubiese sido preferible una mujer, pero no siempre se puede -comentó algo tímido- sólo quiero que confíes en mí, porque nosotros estamos para eso, para hacerlos entrar en confianza -dijo él-
-Sí, eso lo entiendo -asentí nuevamente-
-No vas a pasarla tan mal, te lo prometo... -susurró- ahora quiero que hablemos un poco más, y si no te molesta, Minhae... ¿podrías retirarte de la habitación? Será sólo un rato, no te molestes -dijo amablemente-
-Seguro, total iba a ser aburrido quedarme a ver cosas absurdas -dijo ella, revelando absolutamente mis pensamientos. Enseguida se escuchó una puerta azotarse.

De repente, dejé de sentir la presencia de Baekhyun enfrente mio. Se había puesto de pie.

-Confiarás en mi, ¿verdad? -preguntó esperando mi respuesta-
-No tengo otra, ¿verdad? -dije copiándole-
-Toma mi mano, esto es lo primero que hay que hacer, entrar en confianza ambos -comentó.

Creo que me había puesto pálida. Titubeé un poco y estiré mi mano derecha de a poco, algo asustada. Rápidamente, unas manos calientes la sostuvieron, supuse que eran las de Baek. De a poco, comencé a ponerme de pie. Sonreí, él era demasiado delicado, se notaba que no quería que me sienta incómoda, y que entrara en confianza. Pero al fin y al cabo, así era como tenía que ser. En un momento, las manos de Baekhyun dejaron de sostenerme. Me asusté porque temí de caerme, pero extrañamente... seguía de pie, estaba equilibrándome. Yo no caminaba si no era agarrada de algo, porque no podía, me negaba. Ya había tenido un episodio así, por caminar sin sostenerme o sin el bastón. Ahora estaba suelta, estaba prácticamente desprotegida. Sentía ya que ni la presencia de Baekhyun estaba conmigo. Estaba sola.

-Camina... -susurraron a lo lejos, apretujé mis ojos- yo estoy aquí, no temas, recuerda que debes confiar -susurró de nuevo- no vas a caer -prometió-

Y ahí sentí unas manos sobre mi cintura, me estaba impulsando a caminar. Sin darme cuenta, ya estaba aprendiendo algo. Y él era demasiado cuidadoso con eso, y lo demostraba a pesar que siempre lo ignoraba. Pero a veces, mi mejor opción es guardar silencio. Porque a pesar de que trate de explicar las cosas, la gente... no lo entiende de todos modos. Y eso me pasaba con él. No importaba cuando lo odie, cuanto lo insulte o que tan mal lo trate, él no iba a dejar que arruine su trabajo, su carrera y su futuro. Moví mi pie derecho, despacio. Me tambaleé un poco, pero el equilibrio seguía ahí. Seguí con mi pie izquierdo, estaba temblando de miedo. Me sentía demasiado insegura.

Pero no pude evitar recordar aquel día que quise bajar las escaleras de mi casa sin sostenerme. Obviamente, iba sonriendo porque había podido superar mi miedo. Lo que no me di cuenta, es que fue un acto completamente inconsciente de mi parte, ya que cuando me di cuenta iba rodando por la escalera. Había caído en el piso de la sala, y mi cabeza se había... prácticamente, destrozado en mil pedazos. Grité horriblemente. Jung Dong, apenas me vio, me cargó enseguida en el auto y fuimos a la clínica con mi mamá. Preferimos no avisarle a mi hermano, yo tampoco quería ser regañada por su parte. El golpe había causado una inflamación en la herida, por lo cual me tendrían que hacer varias cosas para desinflamarla, y no era cualquier cosa, eran tratamientos grandes. Pasaron los días, seguía internada, mi hermano ya obviamente, se había enterado. Él no quería ni verme, y hubiera preferido haberme muerto cuando mi cabeza tocó el piso de la sala. ¡Esto era una mierda! La herida seguía, obviamente sin desinflamar. Por lo que, tuve mi primer operación. No quería, en ese momento preferiría que siga inflamándose hasta morir. Pero eso no era decisión mía, era de mis padres, ya que seguía siendo menor de edad.

Caí, nuevamente a la realidad. Me espanté, porque seguía ahí sobre la nada. Di un paso en falso con mi pie izquierdo, lo que hizo que me cayera. Rápidamente reaccioné y puse mis manos antes de caer. Cerré los ojos con fuerza, para dejarme caer y que esta vez, pase lo que pase. Pero no había sido así, nuevamente sus brazos habían evitado otra de mis caídas torpes y estúpidas. El tiempo había pasado más lento que cuando caí de las escaleras. Me sonrojé, estúpidos recuerdos, maldita memoria. De a poco, con la ayuda de él me fui poniendo de pie, y me senté en una silla.

-Te lo prometí... -susurró- no iba a dejarte caer, no de nuevo... -susurró nuevamente- ni nunca.

⇸A Light In My Window⇸ B.BaekhyunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora